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Píldoras protectoras solares

2003/07/13 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

En los últimos años, gracias a las campañas realizadas por los responsables sanitarios, los adoradores solares saben que su dios hace tanto daño como favor. El sol es especialmente dañino para la piel, por lo que en esta época cada año se dan muchos consejos y recomendaciones para proteger adecuadamente la piel. Las cremas de protección solar son los escudos más conocidos y usados contra las radiaciones solares nocivas, pero existen otras armas. Los últimos tienen forma de pila la-ola.

Sombrero, crema, sombra... todo necesita ayuda para escapar del sol.

Hasta hace poco las píldoras de protección solar eran desconocidas. Ahora, sin embargo, muchos dermatólogos los recomiendan. El mercado es cada vez más numeroso y este año se han incluido también píldoras especiales y de protección integral para niños que protegen la piel y los ojos. Sin duda, al abrir la oportunidad, los de marketing han vuelto a acertar, pero… ¿sirven para algo? ¿Cuál es la opinión de los científicos? Varios grupos de científicos de Europa y EE.UU. están estudiando estas pastillas y parece que las píldoras de protección solar son beneficiosas, pero sólo en parte.

Vitaminas, amigos de la piel

El principal componente de estas pastillas son las vitaminas, que ayudan a prevenir los efectos del sol sobre la piel. Por ejemplo, bacterias, algas y plantas utilizan una familia de pigmentos para protegerse del daño causado por la clorofila y otras sustancias que absorben la energía solar. Estos pigmentos son carotenoides.

¡Qué píldora protectora!

En 1968, a un investigador se le ocurrió donar uno de estos pigmentos, el beta-caroteno o la vitamina A, a pacientes que no podían soportar la luz. Y el éxito fue total: el
80% de los pacientes aumentó tres veces la tolerancia solar, es decir, podían soportar el sol y la luminosidad tres veces más que antes. Por tanto, quedó patente el efecto protector del beta-caroteno.

Más tarde han descubierto el mecanismo que protege la piel con este pigmento. Cuando la piel recibe demasiados rayos ultravioletas del sol, las reacciones más evidentes son el enrojecimiento y la inflamación, lo que se conoce como golpe de sol. Pero también hay efectos menos visibles: los ultravioletas producen moléculas de oxígeno,
átomos de oxígeno y radicales libres que dañan gravemente a las células. Pues bien, el beta-caroteno se
une a los átomos de oxígeno y a los radicales libres, evitando así daños.

Los carotenoides tienen un efecto similar en los ojos: en el centro de la retina, en la mácula, hay dos carotenoides que filtran la luz. Según los laboratorios, con las pastillas carotenoideas se protegen la piel y los ojos y la protección obtenida es mejor que con cremas, ya que a diferencia de la crema se distribuye por todo el cuerpo. Además, entre los carotenoides se han encontrado sustancias que protegen más que los beta-carotenos, como el licopeno.

A pesar de que cada año se dan recomendaciones para protegerse del sol, ¡seguro que hay más de un quemado!

En las píldoras se incluyen otras vitaminas que actúan contra los radicales libres: Las vitaminas C y E. Su trabajo en las células es complementario; la vitamina C trabaja en tejidos ricos en agua y la vitamina E en grasas. Además, ambos ayudan a prevenir la inflamación causada por el golpe solar.

Sin embargo, algunos investigadores han advertido que la acción de las píldoras no es muy elevada, sino que proporcionan una protección equivalente a una crema de unos 3 factores de protección. Para conseguirlo es necesario realizar un tratamiento de cuatro semanas o meses antes de tomar el sol y seguir tomando pastillas mientras se toma el sol. Por otro lado, informan del peligro que supone un exceso de carotenoides.

¿La mejor píldora en la huerta?

Está claro, por tanto, que tomar estas pastillas no es suficiente para protegerse del sol. Por lo tanto, hay que tener en cuenta las medidas de siempre: aplica sin miedo la crema solar, usa gafas de sol, visteras y aletas de sombrero, disfruta de la sombra, viste ropa blanca...

Conviene tener especial cuidado con la piel y los ojos de los niños.

Además de todo esto, si se quiere contar con la ayuda de las vitaminas que protegen la piel, tal vez no sea mala idea una visita a la huerta. De hecho, las vitaminas que llevan estas pastillas son muy abundantes en hortalizas y frutas. Por ejemplo, las verduras de hoja verde, la zanahoria y el guisante presentan un alto contenido en beta-caroteno, mientras que los tomates, melones y pomelos, son ricos en licopenos. Otras verduras contienen pigmentos que protegen los ojos: espinacas, brócolis... Si se toman con un poco de aceite, mejor: el aceite ayuda a absorber los carotenoides.

Por otro lado, el kiwi, las fresas, las cerezas, los cítricos, los pimientos y muchas otras hortalizas y frutas son ricas en vitamina C, y la vitamina E se encuentra en aceites vegetales, frutos secos y germen de trigo, entre otros.

Un reciente estudio australiano revela que la gente que come abundante fruta y verdura se enfrenta mejor a los efectos de los rayos ultravioleta. Y otro estudio ha demostrado que con 40 gramos de salsa de tomate al día en 10 semanas con aceite de oliva, los efectos del golpe de sol son un 40% más ligeros. No está mal: ¡comer bien y, de paso, protegerse del sol!

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