Consejos para mejorar las condiciones físicas del trabajo (II)
1991/11/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria
Trabajos en pie
Son más graves los problemas físicos que pueden surgir al trabajar de pie en un espacio reducido (peluquerías, tiendas, etc.). Hablaremos, por tanto, de los primeros, de sus consecuencias negativas y de sus posibles soluciones.
En el caso de quienes permanecen de pie sin trabajar los músculos de la pisada durante mucho tiempo, el peso del cuerpo va debilitando y aplanando la bóveda de la pisada. Por ello, es importante utilizar zapatos que marquen y sujetan el arco de la pisada de aquellos que tienen que mantenerse de pie sin posibilidad de caminar durante una hora larga (p.e. escalaproinas de madera) y realizar todos los días ejercicios para reforzar los músculos de la pisada (p.e. levantar un papel del suelo con los dedos de los pies).
Otra de las consecuencias de esta postura es el debilitamiento que produce en los músculos abdominales. Esto supone una curvatura excesiva en la zona lumbar, con la posibilidad de producir graves problemas a nivel cervical (cuello). En muchos oficios de estas características, estos problemas se pueden paliar colocando una sillita o una barra horizontal a una altura de 15-30 cm y apoyando un pie sobre ella, donde más frecuentemente se encuentra.
En la columna, la curvatura lumbar (lumbar) es el punto sobre el que hay que prestar atención. Si observamos que esta curvatura se ha incrementado, responderemos con una ligera contracción de los músculos abdominales, consiguiendo así la entrada de la pelvis hacia delante.
Dormir lo suficiente, tumbarnos boca arriba con las piernas apoyadas en la pared, masajes y baños de contraste (agua fría/agua caliente) son los remedios para la circulación.
PARA QUIENES TRABAJAN DE PIE
- Utilizar calzado que sustente la bóveda de Oinzola.
- Apoyar los pies alternativamente sobre una barra o sillita.
- Ligera contracción muscular abdominal.
- Atención al tráfico de las piernas.
- Ejercicios de tonificación de pies y postura correcta de espalda.
Profesiones a recorrer
Aunque es cierto que caminar es un ejercicio físico inmejorable, hacerlo durante mucho tiempo, con calzado inadecuado o con un peso inadecuado puede causar problemas.
Veamos, pues, cuáles son los componentes que más frecuentemente pueden causar complicaciones tanto en los pies como en la espalda.
Una tierra dura y plana, como las calles de las ciudades, provoca pequeños y continuos escalones en el vestido de pies vacíos o de zapatos fuertes, que son absorbidos por todas las articulaciones. A largo plazo, la presión ejercida por el cuerpo sobre la base y estos microtraumatismos provocan, por un lado, la planeación del pie y la atrofiación de sus articulaciones.
Para andar mucho por la ciudad o por la carretera (carteros, amas de casa, etc.) Es imprescindible el uso de zapatos similares a los utilizados por los corredores de fondo: una zapatilla con la superficie entre la suela y el pie lo suficientemente elástica como para recibir golpes y aspirar, siendo tan flexible como para que no se impida el desplazamiento del pie a un lado o a otro.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que todos los zapatos o zapatillas que se llaman deportivos no cumplen estos requisitos. Las zapatillas de buena calidad suelen ser fabricadas con material resistente suficiente para evitar o retrasar el desgaste de la suela y con al menos una capa de material más arólico para amortiguar o amortiguar los golpes entre la suela y el talón.
Otro factor de gran importancia son las macutas, bolsas o sacos que se llevan habitualmente encima, ya que a más corto o largo plazo producen desviaciones en la espalda. Parece ser que el Servicio de Correos todavía no ha tomado conciencia de este problema. Si es imprescindible llevar encima este tipo de cargas, hay que alternar el tiempo que se lleva entre las dos caras, aunque el uso de la mochila es mucho más apropiado.
Los terrenos irregulares son mucho mejores para el pie que el duro suelo urbano. Sin embargo, el hecho de caminar largo tiempo sobre un terreno abrupto (rocas) con zapatos demasiado blandos hace que los tobillos se cansen. Calzado resistente, desechable, protector, pero aprieta el pie y limita los movimientos. Para los que tienen que andar mucho en la montaña o que están en la excusión, lo mejor es alternar ambos tipos de calzado.
LAS PERSONAS QUE TRABAJAN AL ANDAR
- Utilizar zapatos adaptados al suelo a pisar.
- Transporte racionalizado de pesos y cargas.
- Mantener la elasticidad de las piernas.
Maestros y profesores
Entre las personas que trabajan de pie, los maestros forman un grupo diferente y especial por las características del trabajo que realizan, es decir, por el uso de la voz, por escribir en la pizarra y por escribir en mesas de poca altura para ayudar o dirigir a los niños.
• Voz
La expulsión de aire sin ser consciente de la respiración y del control del diafragma supone un trabajo y esfuerzo excesivo para la garganta, dando lugar a irritaciones y afonias. La tensión y el incremento de la curvatura lumbar de los músculos del cuello y del músculo trapecio se producen también por mal uso de la voz y la respiración.
Los ejercicios de control del diafragma son los más adecuados para evitar esfuerzos en la zona del cuello. Estos ejercicios no son tan simples y para dominar la voz, en algunos casos será necesario recurrir a un experto. Pero, al menos para empezar, explicaremos uno de los ejercicios más sencillos:
- Llenar de aire los pulmones, sin censar demasiado la zona de las clavículas, la zona del cuello o el abdomen.
- Abrir la boca liberando aire contrayendo el abdomen.
- La correcta realización de este ejercicio evitará cualquier obstrucción o contracción en el cuello y provocará un lanzamiento silencioso.
Cuando dominamos este ejercicio podemos empezar a hacernos más complicados: así, mientras lanzamos el aire, podemos hacer ruidos o empezar a hablar.
• Pizarra
Las dimensiones de este instrumento, así como su lugar y ubicación habitual en el aula, son estrictamente anatómicas. El esfuerzo requerido para escribir en la parte superior e inferior de la pizarra genera tensión en la zona del cuello, hombros y cintura dorsal.
La pizarra debería ser móvil, de los que se mueven de arriba abajo, para poder escribir siempre a la altura de los ojos. En caso contrario, se debería descartar la escritura en los extremos superior e inferior de la pizarra. Y para paliar los efectos nocivos que este mal uso produce sobre el cuerpo, conviene realizar ejercicios de rotación de cabeza y hombros, junto con estiramientos de cintura dorsal y costillas.
• Flexión
Es una de las cosas que a menudo les toca hacer al profesorado. Para que esto no les perjudique, deberían doblar las rodillas mientras se inclinan hacia delante y preferiblemente apoyarse con las manos para aliviar el esfuerzo de la columna. El fortalecimiento de los músculos abdominales y dorsales limitará y reducirá los esfuerzos a las vértebras al agacharse.
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