Buscando el límite de la conciencia
2010/02/22 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Desde finales de la década de los 80, varias neurociencias han propuesto pruebas para diferenciar a pacientes en coma profundo de los parcialmente conscientes. Se basaban principalmente en la capacidad de respuesta a estímulos.
En 2006 el equipo de Owen dio un paso más. Una mujer de 26 años, que quedó en coma tras un accidente de coche, decidió continuar su actividad cerebral con una representación funcional mediante resonancia magnética. Tras varios meses de investigación, recibieron un sorprendente resultado. Y es que le pidieron que imaginara dos situaciones: una en la que tenía que imaginar que estaba jugando al tenis, y otra en la que estaba en casa, camino a su habitación. Las imágenes recogidas mediante escáner eran completamente diferentes en uno y otro.
Imágenes de escáner de Owen a una mujer aparentemente inconsciente (2006). La actividad cerebral era diferente, pidiendo a la mujer que se imaginara jugar al tenis (a la izquierda) o en una casa (a la derecha).
(Foto: Olwen et al./Science)
Este trabajo fue publicado en la revista científica Science y suscitó un debate sobre la definición de ser consciente. Hay quien opina que no basta con demostrar que el cerebro tiene una cierta actividad, sino que habría que ver que esa actividad es fruto de uno mismo y no inconsciente.
En este caso, los investigadores no dudaban. De hecho, sólo le dieron la orden de representación verbalmente una vez y la red neuronal correspondiente a esta actividad estuvo activa durante unos 30 segundos. Sin embargo, cuando la activación es involuntaria, sólo dura unos pocos segundos.
Owen y su equipo han seguido trabajando y han publicado sus resultados y conclusiones en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine. El trabajo ha tenido una gran repercusión en medios especializados en medicina y ciencia en general, que han demostrado que el escáner cerebral es útil para conocer el grado de consciencia de los que están en coma.
Durante el estudio se ha analizado la actividad de 54 pacientes con representación funcional mediante resonancia magnética. Y descubren que cuatro pacientes diagnosticados estaban en estado vegetativo y que eran capaces de imaginarse a sí mismos jugando al tenis o en casa.
Capaz de comunicar
Uno de ellos llevaba cinco años en estado vegetativo con diagnóstico. Tenía 22 años y también se encontraba en esta situación como consecuencia de un accidente de coche. Pues bien, los investigadores decidieron hacer una investigación más profunda con ella. Querían ver si era capaz de comunicarse.
Como por medio de escáner no es posible distinguir si alguien está pensando en sí o no, sí le pidieron que se imaginara que estaba jugando al tenis cuando quería contestar, y para decirle lo contrario, que estaba en casa. Después le hicieron preguntas sencillas, como "¿El nombre de su padre es Alexander? ". Y de seis preguntas respondió correctamente cinco, dejando la sexta sin respuesta.
Por tanto, la representación funcional mediante resonancia magnética puede ser útil no sólo para diagnosticar la conciencia de los que están en coma, sino también para comunicar. Sin embargo, la comunicación es limitada. Los investigadores han reconocido que, incluso en aquellos casos en los que se puede conseguir esta comunicación mínima, no saben si pueden ir más allá y si el método puede servir para aclarar una preocupación frecuente entre el familiar y el personal del hospital. Es decir, si la persona que se encuentra en esta situación quiere seguir viva.
Publicado en Gara
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