Periodistas con delantal blanco
2010/03/01 Arakistain Aizpiri, Lorea - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria
Durante una semana, quince periodistas de toda Europa, vestidos de delantal blanco, nos hemos metido en el laboratorio y nos hemos convertido en científicos. Excusa, biotecnología y escenario, el laboratorio BioTalentum de G d ll, Hungría. Trabajan con células madre, clonan animales... un escenario que puede generar debate y, por tanto, atractivo para los periodistas.
Y el país. Hungría se adhirió a la Unión Europea en 2004 y en 2005 el gobierno húngaro definió la estrategia científica, ya que el gobierno húngaro aspira a ser el líder europeo en biotecnología para competir con Asia y Estados Unidos. El campo no es nuevo en este país; el término biotecnología fue utilizado por primera vez por un húngaro en 1919, el ingeniero Karoly Ereki. Y sigue su camino abierto en el laboratorio BioTalentum, una de las 70 empresas húngaras del mundo de la biotecnología.
A las 9.00 de la mañana, llegamos a 15 personas procedentes de Inglaterra, Holanda, Italia, Bulgaria, Lituania, Chequia, Polonia y otros países. Nos ha elegido EURAC para formar parte del programa My Science. Objetivo único: Formar a profesionales que intervendrán en la labor de incrementar la comprensión de la ciencia por parte de los ciudadanos europeos y proporcionar recursos para su desempeño. Los seleccionados tienen dos características comunes: periodistas y jóvenes.
Nos recibe el científico Andras Dinneys. Es el creador de BioTalentum y con sus primeras palabras he entendido por qué estamos en este laboratorio. Aquí nació el ratón Klonilla, el primer animal clonado en Hungría. A continuación vino el conejo, Tapsilla. No es casualidad. Dinneys clonó a Dolly en el instituto y volvió a su pueblo cuando le pareció que había condiciones adecuadas.
Antes de ponerse el delantal blanco, hemos hablado de ética, de cómo hacer el periodismo y de la comunicación de la ciencia. La sintonía es total: el conocimiento debe ser compartido. Habrá dificultades. El científico siempre quiere que la noticia sea positiva; el periodista no necesariamente. Y, a menudo, el límite del periodista será el de contrastar en 24 horas el resultado del estudio de 20 años que ha recibido mediante nota de prensa. Pero el problema no tiene una solución fácil.
Por detrás han venido las presentaciones de los investigadores. Desde casa, algunas consultas sencillas en la enciclopedia de la Ciencia y la Tecnología y alguna que haya dado más juegos. También han lanzado alguna frase de carácter titular: "Seguramente estamos comiendo animales clonados", o "estamos hablando de técnicas poco aceptadas socialmente. Pero Asia y EEUU también lo están y la competencia está ahí. ¿Qué tenemos que hacer, olvidarnos de todo y después importarlo?"
A continuación los procedimientos. Desgraciadamente, en lugar de en directo, hemos conocido a los animales a través de un vídeo grabado en el laboratorio donde hay un piso más alto. Y yo me he quedado con ganas de conocer la casa de los animales. ¿Demasiado curioso? Es posible. En la pantalla hemos visto ensayar la operación realizada en un ratón antes de ser humano. Anestesia, bisturí... Pensando que puedo usar Teknopolis para el programa de televisión, he solicitado vídeo. Pedir es libre… no dar. "Esto no es un show" me responde la doctora Ana Claudia Carstea. Teme los activistas. No cree que la sociedad esté dispuesta a ver el trabajo con animales. Pues ese debería ser nuestro trabajo, el trabajo de cualquier periodista.
Dos días después de mucha información, muchos apuntes y otros tantos, estamos preparados para entrar en el laboratorio. Vestidos con delantales y guantes blancos, hemos trabajado en tareas básicas. Miramos desde el microscopio y "mira, espermatozoides a toda velocidad". Podía ser cualquier otra cosa... pero el sexo siempre funciona en los titulares. Las pipetas, las centrifugadoras, la importancia de la esterilización, el corte del ADN... hemos trabajado en tareas mecánicas. Con herramientas aparentemente pequeñas pero costosas en dinero se hacen grandes cosas en los laboratorios.
Hemos jugado. Y todo lo que hemos tocado ha ido a la basura. ¡Por si acaso! Hemos pasado una semana dentro del laboratorio, pero en el exterior hemos llegado a hablar de una cerveza --por qué no -, larga y extensa. Los científicos húngaros nos han enseñado su conocimiento y su trabajo. Nos han contado todo sin complejos cuando no había cámara delante. Ante la cámara, el doctor Szilard Bodo está dispuesto a hablar, pero no a hablar de su vida privada. No está autorizado, es necesaria una estrategia para ganar la carrera.
La información es valiosa. Y mostrar todas las fuerzas al rival, en este caso al competidor, nunca ha sido una buena estrategia para ganar. Razón. Pero, aunque respetemos la estrategia, ¿cómo vamos a contar a la gente la carrera que no hemos podido dar en directo? Podemos contar lo que nos han contado, podemos vestirnos con el delantal blanco, podemos participar en los programas europeos, pero una vez que la carrera ya haya finalizado, informaremos a la gente de la carrera. No sabían que se iba a hacer.
Sin embargo, los investigadores no son los únicos que compiten en las carreras. En las redacciones queremos ser también los primeros. Vivir con investigadores que trabajan con temas difíciles y complicados ha sido una buena experiencia. ¿Sería una buena experiencia eliminar el delantal e introducir a los científicos en la redacción durante una semana? Desafío lanzado. Que lo tome quien quiera.
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