Joseph Nova: "No podíamos ni imaginar que los mapas tendrían estas aplicaciones"

En Pamplona se ha celebrado la primera conferencia sobre mapas conceptuales, organizada por la Universidad Pública de Navarra y el IHMC para el conocimiento de las personas y las máquinas. En el congreso estuvieron presentes Joseph Novak, creador de mapas conceptuales y Alberto Cañas, subdirector del instituto IHMC, que está desarrollando software para la realización de mapas. Nos pareció una oportunidad única para entrevistarnos, y es de destacar que fueron amables.

Joseph Nova: "No podíamos ni imaginar que los mapas tendrían estas aplicaciones"


A. Galarraga
La primera pregunta es para ti, Joseph. ¿Cómo se le ocurrió la idea de crear mapas conceptuales?

A principios de la década de 1960 surgieron nuevas teorías sobre el proceso de aprendizaje. Las teorías anteriores eran conductistas, pero frente a ellas las teorías constructivistas que se explicaron eran completamente diferentes. Según ellos, cada uno construye su conocimiento. Enseguida comprendí que las teorías constructivistas eran apropiadas y que era necesario llevarlas a la práctica.

En aquella época yo era profesor de biología y empecé a dar clases con las nuevas teorías. Los resultados fueron sorprendentes. Hay mucha gente que piensa que es muy difícil explicar a los niños de ocho años qué es la energía, pero partiendo de conceptos que ellos pueden entender construyen el conocimiento sobre esa base, y esa forma de aprendizaje es natural y eficaz. Precisamente así desarrollamos el conocimiento en nuestro cerebro, y los mapas conceptuales permiten visualizar ese desarrollo. Organizando jerárquicamente los conceptos y explicando las relaciones entre ellos a través de las proposiciones, el proceso que se da en el cerebro se refleja en el papel.

Así creamos mapas conceptuales. Como enseñaba biología, al principio las utilizé para explicar temas de biología, pero luego empezamos a hacer de otras disciplinas: física, química... Entonces me dijeron los demás: “Oye, Joe, es un buen método para enseñarlo”. Esto era en 1972-1973.

Por tanto, los mapas conceptuales no sólo sirven para enseñar biología, sino también para enseñar otras cuestiones.

Sin duda alguna. Por ejemplo, en aquella misma época también hicimos mapas de poesía y de deportes. Y también empezamos a enseñar a la gente cómo hacer mapas. Entonces hacíamos a mano, en papel y lápiz, pero pronto aparecieron los primeros ordenadores y nos dimos cuenta de que el ordenador era la herramienta idónea para hacer mapas. Años 80.

En 1987 damos un paso más. Tomé un año sabático y fui a Pensacola. Allí, un amigo psicólogo de la Universidad de West Florida me presentó a Ken Ford. Ken Ford acababa de terminar su tesis sobre inteligencia artificial y le enseñé el trabajo sobre mapas conceptuales. En inteligencia artificial se pretende simular el funcionamiento del cerebro humano. Por tanto, el objetivo es conocer cómo construye el conocimiento el cerebro. Y en colaboración comenzamos a elaborar software para elaborar mapas conceptuales en el instituto. Concretamente, comenzamos en 1989 y actualmente disponemos del software Cmap Tools para hacer mapas.

La explicación gráfica clara de los conceptos es imprescindible en la enseñanza.

La primera aplicación fue el desarrollo de tecnología para la detección de enfermedades del corazón. Para llevar a cabo el proyecto construimos mapas conceptuales con médicos y radiólogos. En los mapas recogíamos el proceso y las conclusiones de la propia investigación y nos dimos cuenta de que había puntos oscuros. Aunque parezca sorprendente, la aclaración de estos oscuros puntos de los mapas permitió a los investigadores mejorar la tecnología.

Los mapas conceptuales tienen muchas otras aplicaciones, además de la enseñanza...

Sí, eso es. Por ejemplo, hemos trabajado con la NASA, el Ejército de Estados Unidos, etc. En 1993 comenzamos con la empresa Procter Gamble y los de la empresa pronto vieron que es una herramienta muy eficaz para llevar a cabo proyectos. Ahora se utiliza en cualquier tipo de empresa o entidad. Es útil para todos, ya que se parte de conceptos básicos sobre los que se construye todo en función de las necesidades y características de cada uno. Válido para todos los ámbitos.

¿Y sirven para cualquier cultura del mundo? ¿Son universales los mapas conceptuales?

Sí, son universales, se utilizan en todo el mundo. De hecho, los mapas conceptuales están basados en la biología del cerebro, lo que no varía de un lugar a otro.

Por otro lado, me parece digno de mención que los mapas conceptuales también ayudan en el aspecto psicológico. Gracias a los mapas conceptuales, además de aprender más fácilmente que con los métodos tradicionales, los alumnos tienen más confianza en sí mismos. De alguna manera, el proceso de aprendizaje es más natural e intuitivo, pero la característica principal es que cada uno construye el conocimiento. En consecuencia, la autoestima del alumno es mejor.

Los mapas conceptuales son útiles no sólo en la enseñanza, sino en muchas otras áreas.

De paso, los mapas conceptuales también ayudan a resolver ciertos problemas de conducta. Por ejemplo, al trabajar con mujeres con anorexia y bulimia, hemos visto que muchas de ellas tienen mucha incertidumbre. Pues el proceso de aprendizaje tiene mucho que ver en ello. El hecho de que muchas veces no entiendan el tema aprendiendo las asignaturas de memoria, les lleva a una inseguridad. Al aprender con mapas conceptuales, ellos construyen el conocimiento, lo que les ayuda a recuperar la confianza. Explicar su problema mediante mapas conceptuales también les ayuda muchísimo.

Sin embargo, no será fácil explicar los problemas de la propia vida en mapas conceptuales.

Hay que aprender a hacer mapas, pero el esfuerzo merece la pena. Por ejemplo, hicimos un experimento con nueve personas adictas a las drogas. Después de que ellos reflejaran su comportamiento y su problema en los mapas, se dieron cuenta de las cosas que había que cambiar. En dos años, las nueve consiguieron abandonar la droga.

En cierta medida yo también debo a los mapas conceptuales estar tan bien (ríe) con la edad que tengo. En realidad, cuando empezamos a trabajar con los niños en la enseñanza, no podíamos imaginar que iban a tener estas aplicaciones: aplicaciones médicas, clínicas, psicológicas...

Según lo escuchado en el congreso, los mapas conceptuales también permiten no perder el conocimiento. ¿No es así Alberto?

Eso es. En la sociedad del conocimiento, el activo más importante de las empresas es el conocimiento de expertos, cuya desaparición corre el riesgo de perderlo. Se guardan libros, informes, etc. pero no decisiones, procesos... Por ejemplo, los envases Apollo que se enviaron a la Luna son posibles de nuevo, ya que la NASA tiene planos guardados, pero las decisiones que hicieron posible que el hombre llegue a la Luna se han perdido para siempre.

Las empresas se están dando cuenta de que es muy caro reproducir todo ese conocimiento, y la pregunta es cómo atrapar y conservar el conocimiento experto. Esto se puede hacer mediante mapas conceptuales. Últimamente estamos trabajando con las empresas nucleares de EE.UU. porque ya no se hacen nuevas instalaciones y los jóvenes no estudian ingeniería nuclear. En consecuencia, a medida que los ingenieros se retiran, este conocimiento se está perdiendo.

Alberto J. Cañas y Joseph Nova en el Congreso de Pamplona.
A Galarraga

La reina de Tailandia también está muy preocupada por el hecho de que las nuevas generaciones no estén interesadas en mantener sus costumbres tradicionales, y que la artesanía, la gastronomía y los rituales puedan estar en peligro de extinción. Pues ahora lo están guardando a través de mapas conceptuales.

Joe nos dice que los mapas conceptuales se pueden utilizar en todos los ámbitos, en todas las edades y en todas las culturas. ¿Tienen límites?

Sí. Los mapas no resuelven los problemas por sí mismos. Si se utilizan en la enseñanza, el profesor debe saber hacer mapas, y los alumnos deben saber cómo utilizarlos. No sirve de nada que un profesor dé a los alumnos un mapa conceptual el viernes para que lo traigan aprendiendo sobre el lunes.

Los mapas conceptuales son una herramienta. Si se usa bien es una herramienta muy potente, pero si se usa mal es totalmente inadecuada y errónea. Según los expertos, la realización de mapas conceptuales es lo que más se aprende. Además, es una herramienta única para fomentar la colaboración.

Alberto, has estado un año en Pamplona. ¿En qué ha estado?

He sido invitado por la Universidad Pública de Navarra y el objetivo era organizar este congreso. Además, he tenido relación con la Federación de Ikastolas, por su interés.

La verdad es que la enseñanza privada admite más fácilmente trabajar con mapas conceptuales. Cuanto más organizada y estructurada esté una organización, más difícil es cualquier cambio y creo que por eso se está extendiendo más en la enseñanza privada. Lo mismo ocurre en los países subdesarrollados. Parece que cuanto más pobre es una escuela, más aprovecha cuando encuentra una buena herramienta. Esto explica que en Sudamérica la enseñanza mediante mapas conceptuales tenga tan buena acogida.

El uso de mapas conceptuales está extendido sobre todo en Italia y Brasil, pero teniendo en cuenta el interés que hay aquí, creo que también en Euskal Herria puede tener una gran difusión.

M. Ramírez de Mantilla

Construyendo mapas conceptuales en euskera

Arantza Gurutze es profesora de la ikastola San Fermín de Pamplona. Hace unos años, preocupado por la actitud de los alumnos ante los estudios, cuestionó la idoneidad del proceso de aprendizaje. Con el uso de mapas conceptuales, creyó que la motivación y el nivel de conocimiento de los alumnos iban a ser mejores, y para probarlo hizo su tesis.

A. Galarraga

Entonces se dio cuenta de que los criterios en castellano e inglés para elaborar mapas conceptuales no son válidos en el caso del euskera. De hecho, las palabras en euskera se declinan, por lo que en los conceptos no se pueden poner las palabras sin sufijos, sino las frases del mapa no se pueden leer completamente. ¿Cómo poner los sufijos para que las frases queden formadas y al mismo tiempo el mapa sea limpio y fácil de entender? Ahí está la clave.

Según Arantza, no hay una solución única. Un modo puede ser colocar los sufijos en las uniones, expresados mediante guiones. Otra es la declinación de conceptos, pero por lo tanto no se puede iniciar cualquier frase desde un concepto declinado. Dependiendo del uso, a veces se puede poner como concepto una frase completa o, en otras, quizá no importa que las palabras no estén declinadas, ya que las frases se pueden completar fácilmente con los sufijos de memoria.

El debate es abierto y, sin duda, irá superando los obstáculos a medida que avanza el camino.

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