El fraude en la ciencia
2015/01/19 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Siempre ha habido fraude científico. El caso más destacado del año pasado fue el realizado por el centro de investigación RIKEN con células madre. No sólo por la medida del fraude, sino también por sus consecuencias: el científico más prestigioso que participó en la investigación se suicidó.
Se llamaba Yoshiki Sasai y era uno de los autores de la receta STAP de transformación de células comunes en células madre. Era una receta casi mágica, mucho más fácil de lo que se había desarrollado hasta entonces. Los componentes y el procedimiento completo fueron publicados en la revista Nature en enero del año pasado en dos artículos.
Casi enseguida surgieron dudas sobre el trabajo, al menos ocho investigadores afirmaron que no podían repetir la investigación (la repetibilidad es la base del método científico). En febrero, RIKEN llevó a cabo una investigación interna que concluyó que el principal firmante de los artículos científicos, Haruko Obokata, tuvo un comportamiento erróneo. El nudo se fue estrechando y en julio Natura rechazó los dos artículos.
Al margen del suicidio de Sasai, uno podría pensar que el rechazo de artículos fraudulentos es un mecanismo eficaz para garantizar la corrección de la ciencia. Sin embargo, la preocupación por el fraude está creciendo. Por un lado, porque los artículos rechazados no siempre se rechazan, en muchos casos siguen siendo aceptados y citados. Y por otro, porque cada vez son más los artículos que se rechazan tras su publicación: En el año 2000 eran 30 artículos, más de 400 en 2014.
Así, muchos expertos creen que es hora de tomar medidas para evitar el fraude, porque de lo contrario la ciencia puede perder credibilidad. Pues no tienen trabajo fácil: Según la previsión realizada por la propia naturaleza, este año 2015 se retomarán 470 artículos.
Publicado en el diario Berria.
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