Llega la última hora de la sonda Galileo
2002/02/03 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
Galileo es una sonda que gira alrededor del planeta Júpiter. Despedido en 1989, se encuentra en la órbita del planeta gigante desde hace cinco años. La NASA ha señalado que las tareas que le han preparado para los próximos meses serán las últimas que realizará.
La NASA lanzó el 18 de octubre de 1989 la sonda Galileo para investigar de cerca a Júpiter y su mayor satélite, Io, Europa, Ganímedes y Calisto. Realizó un largo viaje y se acercó al sistema júpiter en diciembre de 1995. Entró en la órbita alrededor del planeta y empezó a recoger fotografías y datos, entre ellos la gran mancha de Júpiter.
Pero el motivo por el que Galileo se ha referido no es un nuevo descubrimiento gracias a él. En esta ocasión, los astrónomos de la NASA han anunciado la retirada de Galileo.
Este nuevo proyecto costará 9 millones de dólares y finalizará en agosto de 2003. Este mes la sonda será enviada a la atmósfera de Júpiter y al llegar a ella se desintegra como un balón de fuego. Pero antes de desaparecer para siempre tendrá que observar varias lunas de Júpiter.
Abundante cosecha de Galileo
Los astrónomos están tristes por el final de Galileo. Sin embargo, a la vista del trabajo que ha realizado Galileo en los últimos seis años, tienen motivos de satisfacción. Galileo ha pasado tres veces más tiempo de lo previsto en órbita, aunque la radiación de Júpiter ha sido más intensa de lo esperado.
Galileo ha dado 33 vueltas a Júpiter, ha estado siete veces cerca de Io y, en total, 27 veces alrededor de Europa, Ganímedes y Calisto. Periódicamente, los responsables de la misión aprovecharon la gravedad de los satélites para cambiar la ruta del barco hacia el siguiente destino.
Los responsables de la NASA se han mostrado muy satisfechos y orgullosos de que Galileo haya cumplido muy bien su papel durante los años que ha pasado en órbita. La sonda ha recopilado y enviado mucha información muy útil para los astrónomos. Ha emitido cerca de 14.000 fotografías y gracias a Galileo, los científicos han descubierto que bajo la capa de hielo de Europa hay un océano líquido de agua salada. Además, a través de Galileo se descubrieron evidencias de la presencia de actividad volcánica en la luna Io. Además, en diciembre de 2000, se adhirió a la nave espacial Cassini, que se dirigía a Saturno, observando entre ambos el sistema jobiano y su entorno magnético.
Decisión difícil pero necesaria
El Consejo Nacional de Investigación insiste en que el beneficio de Galileo ha sido inmejorable, pero en lo sucesivo el Consejo Nacional de Investigación afirma que su funcionamiento empeorará y recomienda la destrucción de la sonda. Al parecer, tres son las razones que han motivado esta decisión.
En primer lugar, los expertos se preocupan de que la sonda no se haya esterilizado antes del despegue. Al primer golpe, parece una idea sorprendente, pero la verdad es que tiene más importancia de lo que parece. Parece ser que bajo la sólida capa de hielo del satélite Europa hay un mar líquido, y los astrónomos de la NASA quieren averiguar si está vivo en este satélite. Para ello es necesario mantener el líquido en su estado original. Al parecer, el impacto accidental de las sondas en la Luna Europa puede provocar contaminación biológica en este satélite, lo que podría provocar que otro proyecto de la NASA se desmorone.
Por otra parte, Galileo ha perdurado más de lo esperado y poco a poco se va agotando el combustible necesario para conducir la sonda y poner la antena de la sonda hacia la Tierra. Por lo tanto, en breve sería inútil mantener Galileo.
Por último, para evitar que Galileo pueda chocar contra la Tierra, Nasa ha preferido destruirla bajo control y despedir definitivamente a Galileo.
Últimas tareas
Pero antes de retirarse, los astrónomos de la Nasa le conducirán a realizar una nueva visita a los volcanes de la luna para sacar las últimas fotos. Los volcanes de la Luna Io fueron descubiertos en 1979, y desde entonces no han hecho más que sorprender. Galileo se aleja más que nunca a Io y los astrónomos esperan que puedan detectar datos que hasta ahora no podían verse. Con esta última visita esperan ver cómo han cambiado algunos volcanes en los últimos años. En palabras de Eilene Theilig, del laboratorio Jet Propulson de Anna, responsable del proyecto Galileo, "Galileo está a la última y, por ello, esta última visita resulta especialmente emocionante".
" Misiones orbitarias como Galileo permiten pasar varias veces por un lugar de interés durante un tiempo determinado. Esto es una ventaja importante para investigar Io, que cambia mucho".
En noviembre de 2002, en vía de extinción, Amaltea se acerca mucho a Júpiter y pasa a unos 500 kilómetros del pequeño satélite del interior de Júpiter. En este caso, analizará la masa y densidad de la Luna, que, según estudios anteriores, es diez veces menor que Io. Asimismo, los astromas esperan que Galileo aporte la clave para explicar las violentas tormentas de Júpiter y los volcanes de Io antes de su destrucción.
Por lo tanto, aunque tenga fecha de destrucción, Galileo deberá seguir trabajando para enviar información preciada hasta el último momento.
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