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Caviar cercano, desconocido y escaso

2002/12/01 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Irak, Rusia y los caviar noruegos son alabados por los expertos, pero sin ir más lejos, el esturión también habita en los ríos Garona y Dordoña, un pescado que pone huevos para hacer caviar. Desde que en 1994 se puso en marcha el plan de repoblación, un poco más tranquilo.

Gaizkata ( Acipenser sturio ), proveedor de caviar tan apreciado en la alta cocina, es un pescado desconocido entre nosotros. Los pescadores locales no pescan, no se ven en los mercados, y el caviar nos llega metido en botes muy pequeños, como si el mal pusiera los huevos directamente en el bote.

Además, consideramos al caviar como un producto lejano, a pesar de que a 200 kilómetros del País Vasco, en las cercanías de Burdeos, concretamente en los ríos Dordoña y Garona, vive, en su día, una gran población que ahora sólo está compuesta por unos pocos cientos.

Aprovechando el próspero mercado del caviar, el esturión ha ido desapareciendo de su única residencia europea por pescar de forma prolongada e indiscriminada. Antes de su completa extinción, en 1982, fue declarada especie protegida en Francia y, desde entonces, está terminantemente prohibida su pesca y venta.

Si en la actualidad se encuentra en el mercado el caviar de Gironda, seguro que es producido en varias piscifactorías locales. Por el momento, hay cuatro o cinco viveros que producen alrededor de 1.000 toneladas al año.

Numerosas actividades nocivas

Fue una buena noticia para el mal que en 1982 fuera declarada especie protegida, pero no fue suficiente para repoblar estos dos grandes ríos. De hecho, las otras actividades que han resultado menos o más perjudiciales que la pesca siguieron sufriendo cambios en el entorno.

Un esturión de Acipenser baeri se prepara para la biopsia. En 1994 la entidad Cemagref inició el plan de repoblación de los ríos Garona y Dordoña. Otro de los objetivos de este plan es realizar mediciones y conocer mejor la especie.

Cada año se enfrentaba a mayores dificultades para llegar al lugar de reproducción. Muchos morían antes de llegar al punto de llegada, entre otras cosas, porque las corrientes eran más intensas por canalización de ríos, porque las riberas pierden estabilidad y la calidad del agua estaba empeorando.

Por si fuera poco, la compañía eléctrica francesa EDF construyó en los años 50 varias instalaciones en los ríos Dordoña y Garona, como cinco grandes embalses en Dordoña y la central nuclear de Garonan Golfech.

Con estas dificultades, sólo los más fuertes o hábiles conseguían llegar, con intención reproductiva, al lugar donde nacieron. Pero les pasaba lo que suele pasar a quien ha estado muchos años fuera de casa: el cambio era tan grande que no conocían su lugar de origen.

El esturión, al igual que el salmón, prepara el cepillo entre guijarros, ya que las piedras protegen los huevos de los depredadores e impiden que las corrientes arrastren. Sin embargo, la piedra de estos ríos se ha extraído durante años y además de destruir los lugares adecuados para posar los huevos, han cubierto los rincones que utilizaban las partículas suspendidas en el agua para protegerlos. Hoy en día, incluso con huevos apreciados por el mal, la fecundación será mínima o nula.

Además, la mezcla completa del fondo fluvial ha liberado el cadmio acumulado en los sedimentos y ha empeorado en parte la calidad del agua. El cadmio es un metal pesado que, además del porvenir del mal, ha puesto en peligro la producción de miles de toneladas de ostras de la bahía de Marennes-Olé. Dado que en la bahía de Marennes-Oléron se produce cerca del 70% de las ostras francesas, es obvio que las graves consecuencias económicas que tendría la prohibición de esta actividad. Consciente de este peligro se prohibió la extracción de la piedra de los fondos de los ríos Dordoña y Garona.

Pero todas estas prohibiciones han llegado demasiado tarde para el mal. Sólo quedan unos centenares de ejemplares, de los que son muy pocos los maduros reproductores. De hecho, los malhechores machos viven entre 14 y 15 años y las hembras entre 20 y 22 años. Se trata, por tanto, de un pescado de larga vida —la trucha vive unos 10 años— y pasan los años de maduración para reproducirse.

Plan de cambio de situación desde 1994

En la imagen, esturión macho de 77 centímetros de Sturio.

Para cambiar esta situación, en 1994, Cémagref (…) puso en marcha un plan de repoblación de los ríos Dordoña y Garona. El plan se articula en dos líneas principales: un mejor conocimiento de la especie y una repoblación fluvial.

De hecho, no somos los únicos que poco conocemos esta especie y los científicos están estudiando la especie y su entorno. Para ello, siguen la población del mal, miden los ejemplares capturados y cuidan de cerca el estado de los cepillos. La segunda actividad consiste en la reproducción artificial de piscifactorías y la repoblación fluvial. Para ello, han investigado a Acipenser baeri, la especie siberiana, y han conseguido mezclar con la autóctona, Acipenser sturio. Los primeros peces de Acipenser sturio nacidos en viveros fueron arrojados a los ríos en 1995.

Mucha vida para el mal

Dado su nombre latino ( Acipenser sturio ) o en euskera (gaizkata), es un pescado que pocos conocen, pero sus óvulos o huevos sí los conocemos todos. Tras limpiarlos y pasarlos a la sal, se convierten en caviar que se come solo en días especiales.

Gaizkata, al igual que el salmón, es un pescado migratorio. Nace y se reproduce en el río y llega al mar para llegar a la madurez sexual. Entre marzo y julio coge el camino de subida al río para llegar al arrabio y poner los huevos.

A pesar de no ser conocido entre nosotros, presenta rasgos destacados que ayudan a identificarlos. Es un pez grande, de 2 metros de largo por 50-60 kilos de peso, con cola y punta larga. También es conocida como el pez rey de la bahía de Gironda.

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