Limpiador intestino: Fibra
1996/12/01 Lorenzo, Arantza | Uranga, Ane Miren Iturria: Elhuyar aldizkaria
Cada vez sabemos más sobre la fibra. Actualmente está plenamente asumido que la fibra es uno de los ingredientes de los alimentos, pero hasta hace poco era considerada como residuo tras la digestión. A medida que hemos ido adquiriendo información hemos podido conocer más sobre el uso de la fibra.
La fibra se encuentra en verduras, frutos, legumbres y cereales integrales, no afectados por los jugos gástricos que se segregan en las lisericas, por lo que pasa directamente al intestino grueso.
¿Qué hace la fibra? En general, tiene dos funciones principales en nuestro cuerpo. Por un lado, al llegar al estómago aumenta el bolo alimenticio, con lo que disminuye la digestión y genera sensación de saciedad; y por otro lado, al no alisarse al llegar al intestino, crea un medio resbaladizo facilitando el transporte de ciertas partículas. Esta segunda función permite que la fibra elimine el colesterol, el azúcar, las toxinas, etc.
En cuanto al consumo, se recomienda una media de 30 gramos de fibra. Para que comprendamos mejor, basta con comer 3 unidades de fruta y una ensalada o un plato de verdura para que podamos asimilar la cantidad de fibra que nuestro cuerpo agradecerá.
Sin embargo, la cantidad de fibra que contienen los alimentos es bastante variable. La cantidad de fibras de origen de frutas y hortalizas es bastante estable, siendo las más ricas en fibra las judías verdes, espinacas y guisantes. En cuanto a los frutos, cuanto más maduros, más ricos son y, además, mejor si se consumen con piel, aunque hay que tener en cuenta que esto puede causar problemas de limpieza. Por otro lado, recordar que los zumos no contienen fibra y se recomienda picar las verduras y las judías y las judías en la batidora eléctrica, ya que en puré pierden fibra. El pan, la harina, los cereales o los arroces son mucho más ricos en fibra cuando son integrales. Consumir preferentemente.
En nuestra sociedad, sin embargo, existe una cierta admiración hacia los alimentos “refinados”. Sin embargo, los alimentos ricos en fibras no se incluyen en este grupo, por lo que la cantidad de fibra que consumimos diariamente es cada vez menor.
Como consecuencia, cada vez son más frecuentes enfermedades intestinales como estreñimiento, hemorroides, retención de agua, cáncer intestinal, etc. Para evitarlos es fácil consumir alimentos ricos en fibras. Los consejos de este número sirven para ello.
- Sucedáneos de las grasas de pastelería: los almidones especiales se han esforzado y finalmente han conseguido: La maltodextrina N-Lite B sustituirá a las grasas de pastelería. La nueva sustancia no altera las propiedades de los dulces y al mismo tiempo se conseguirá evitar esas calorías que preocupan al consumidor.
- Azúcar y enfermedades del corazón Por el momento es una hipótesis, pero últimamente está escuchando bastante. Según esto, existe una relación directa entre el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiaca y la cantidad de glucosa en sangre, de forma que se incluyen en el grupo de riesgo aquellos que presentan un nivel de glucosa elevado, es decir, 110-120/100 ml. Si se confirma esta hipótesis, habría que abordar nuevas vías para evitar enfermedades del corazón, como los sistemas de reducción de glucosa en sangre.
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