“Atxurra es la cueva con más imágenes de animales del País Vasco”

Garate es investigador de la Universidad de Tolosa y técnico del Museo de Arqueología de Bilbao, director de la investigación del yacimiento de la cueva de Atxurra (Berriatua). Recién presentado públicamente el tesoro que encierra Atxurra, ha dedicado un tiempo a explicar a Elhuyar los detalles y particularidades de los grabados.


Enhorabuena por el descubrimiento. Habéis declarado que el descubrimiento es excepcional, por la abundancia de grabados y por otras razones. ¿Tú qué destacarías?

Para mí, la gran peculiaridad de Atxurra es que está claro que querían ocultar esos dibujos. No es fácil llegar al lugar donde se encuentran: hay que pasar charcos, arrastrar por el suelo y luego se encuentran arriba, a cuatro metros del suelo, sobre una estrecha cornisa. Nosotros también hemos tenido que tener mucho cuidado para no caernos, y para seguir con los estudios tenemos que poner andamios y tomar medidas de seguridad, de lo contrario, tendremos un gran riesgo de dolor. Por lo tanto, no hay duda de que quisieron rodar en un lugar oculto y reservado, y eso, por supuesto, no se hace sin más, tiene que haber alguna razón, porque estaban dispuestos a poner en peligro la vida.

¿Eso no ocurre en otras cuevas?

Sí, por ejemplo, en Santimamiñe. Ahora está adaptado para que los visitantes puedan estar cómodos, pero para los que hicieron grabados y los primeros exploradores e investigadores no era fácil llegar a algunos lugares. En la cueva de Etxeberri de Zuberoa, durante los años 2007-2010 estuvimos investigando, y allí también era muy difícil llegar a un sector con dibujos. Pero en Atxurra es aún más difícil. Aquí hicieron paleoespeleología extrema [risa que se le llama así, paleoespeleología].

Dos caballos de Atxurra. El de la derecha tiene sobre él un grafiti actual.

Además, en el camino hay preciosas paredes para hacer grabados que están perfectamente limpias, buscando intencionadamente los lugares más altos y difíciles. Aún sabiendo que están ahí, no se ven desde abajo, apenas se ven los dos caballos de las fotos. Todo lo demás, y son 14 sectores, es invisible.

Y todavía no lo hemos visto todo. Hemos contabilizado cerca de 70 animales, pero hay muchos más porque unos están encima de otros y hasta que nos separemos no podremos saber exactamente cuántos son. Además, todavía no hemos mirado todos los sitios: uno de los espeleólogos ha subido a las dos cornisas en las que no he sido yo, y parece que allí también hay grabados, y a 200-300 metros en el interior de la cueva, tras un estrechamiento, hay otra cavidad en la que casi seguro estarán grabados.

Se puede decir que es la cueva con más figuras de animales en Euskal Herria.

¿Cómo son las imágenes?

Tienen características propias de las figuras de la magdaleniense. Son grabados y algunos están dibujados en negro: forma del cuerpo, crin, cola, ojos... Especies existentes, las mismas que las existentes en el Tesoro, especialmente bisontes, caballos y cabras.

En ese sentido, me parecería a Altxerri, pero hay algunas particularidades que no han aparecido en ningún otro lugar. En especial, un bisonte lleno de lanzadores. Es muy llamativo porque en los grabados similares que se han visto hasta ahora han dibujado igual el disparador, como el extremo de una flecha. Pero esto está muy lleno, tiene unos 20 lanzadores. Los demás tienen mucho menos; los expertos han interpretado que se trataría de una buena caza. El hecho de que este bisonte tenga tanto tirador nos indica otra cosa, pero no sabemos qué.

A la izquierda, bisonte con proyectores; a la derecha, otro bisonte. Ed. Diputación Foral de Bizkaia

Está claro, eso sí, que no dibujaban para decorar el lugar de residencia. Si no, no los escondían y no los harían uno encima del otro. Y es que llama la atención cómo se encuentran en algunos lugares, uno encima de otro y todos juntos. Se ven patas, cuernos, espaldas, cabezas... en revuelto, y es difícil distinguir entre animales raros y saber cuánto hay con precisión. Para ello necesitaremos mucho tiempo.

Todavía tenéis mucho que investigar.

¡Sí! Tenemos mucho trabajo por hacer, pero un trabajo bonito: hacer calcos, analizarlos... Como ya hemos dicho, colocaremos un andamio que nos permitirá ver y analizar mejor. Lo que pasa es que ahora no hemos podido sacar ni fotos porque no podíamos alejarnos bastante. Por ejemplo, hay un bisonte de dos metros, pero no sale en fotos porque no podíamos ir más atrás, porque la cornisa es muy estrecha.

Además de grabados, tenemos material arqueológico. Bajo los caballos Juxtu se encuentra el carbón y una lámina de piedra. Lo usaron para pintar carbón y nos servirá para probar el C-14. Y en la chapa buscaremos pistas de uso para saber para qué la usaron. En este sentido, las herramientas son muy útiles para comprender cómo se hicieron los grabados y contextualizarlos.

De hecho, el contexto es muy importante. Todos los dibujos que hay en Atxurra pertenecen al período Madelein (hace unos 14.000 años), algo muy habitual en los Pirineos, es decir, que en la cueva haya pinturas de un solo periodo. Son además de este periodo. En Isturitz también hay algunos de los episodios gravéticos, pero en Euskal Herria y en los Pirineos, pertenecen al período Madelein. En cambio, en Cantabria, lo normal es que aparezcan dibujos de diferentes épocas en la misma cueva. En Tito Bustillo, por ejemplo, hay dibujos en cinco fases, y en Altamira se combinan los realizados en distintas épocas. Por lo tanto, también en este sentido, los de Euskal Herria y los de Pirineos son singulares y no sabemos por qué.

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