“Ventajes” de Éxtasis
1996/12/01 Otaolaurretxi, Jon Iturria: Elhuyar aldizkaria
Las píldoras llamadas estasi suelen tener alguna figura grabada y dependiendo de la imagen el efecto es distinto. Si tienen la paloma, la mujer o la manzana grabada, pertenecen al grupo love y ejercen una influencia empática en el receptor, es decir, facilitan la toma de conciencia de lo que siente otra persona. Los que tienen marcado el diamante, el toro o la cabeza del indio tienen muchos más estimulantes, como la pseudoefedrina o el sulfato de anfetamina.
Éxtasis por su forma y precio relativamente barato (2.000 pts. o vale cerca de 80 libras), parece que es sólo un medicamento común. El que toma la píldora siente que el ambiente interior sube hasta los veinte minutos y después siente euforia y empatía con el que la rodea durante unas ocho horas.
Veamos lo que ha ocurrido en el cerebro del receptor para tener esa influencia. El éxtasis es el derivado de la anfetamina llamada MDMA (3,4 metilenodioximetanfetamina). Dificulta el normal funcionamiento de las neuronas cerebrales. Las neuronas utilizan la serotonina (o 5 hidroxitriptamina) como neurotransmisor. El papel de la serotonina es complejo porque además de regular nuestro “humor”, influye también en la termorregulación del cuerpo, en el sueño y en el hambre.
Cuando la situación es normal, el cerebro controla muy bien el número de serotoninas que se transmiten a través de las sinapsis neuronales. El neurotransmisor liberado por una neurona se fija en los receptores de otra neurona y la serotonina sobrante es absorbida por la célula original. Pero cuando el MDMA entra en el cerebro, la serotonina se libera mucho y rápidamente en las sinapsis y la célula original no absorbe el exceso. En consecuencia, las sinapsis están impregnadas de serotonina y la drogada en el “éxtasis”.
Durante veinte minutos la serotonina se suelta y se suelta, y las células que van a tomar no absorben la serotonina por obstrucción de la MDMA. Cuando pasan unas horas, sin embargo, el “éxtasis” del drogado desaparece porque las neuronas se quedan sin serotonina.
Aunque no está claro cómo funciona el mecanismo, en el problema del MDMA comienza otro neurotransmisor llamado dopamina. Esto oculta la sensación de dolor y fatiga. Por eso, aunque el que está bailando tiene una caramba en el músculo de la pierna, no siente ni cansa de bailar en horas.
Daños producidos
La temperatura corporal también aumenta debido a la ausencia de termorregulación por exceso de serotonina. A veces la temperatura corporal sube hasta los 43 grados y la consecuencia es la deshidratación. Sin embargo, el danzante de drogas no debe beber demasiado agua porque el éxtasis afecta al sistema hormonal que controla la producción de orina. Si bebemos más de dos o tres litros de agua, el agua se acumula en las células y éstas pueden explotar provocando graves daños cerebrales.
El éxtasis también puede causar daños cerebrales (lesiones cerebrales y parálisis) debido a la extensión de los vasos sanguíneos. El hígado también puede fallar porque las enzimas trabajan demasiado para degradar el éxtasis. En el corazón aumenta la presión arterial y también el ritmo, pudiendo llegar a niveles peligrosos. El estómago no tiene sensación de hambre, pero las náuseas son frecuentes e incluso vómitos frecuentes.
En Estados Unidos, en la Universidad John-Hopkins de Baltimore, Paul Ricaurte ha investigado con ratas y simios. Las células nerviosas empapadas de serotonina se degeneran a largo plazo y los daños en los monos parecen irreparables. También se han estudiado los efectos tóxicos en situaciones de exceso de MDMA debido al aumento de la temperatura corporal y a la deshidratación.
En Londres, Joe Black y su equipo, analizando el líquido cefaraquídeo, han descubierto que la cantidad de 5-HIAA metabolitos de la serotonina disminuye considerablemente. Normalmente se detectan cuando las células nerviosas son atacadas con serotonina.
Historia del Éxtasis
La anfetamina MDMA se sintetizó por primera vez en Alemania en 1914. Entonces se utilizaba para eliminar el hambre, pero los que lo tomaban sentían “efectos extraños” y lo retiraron del mercado.
Tras muchos años de abandono, fue resucitado en la década de los sesenta. En el ejército los soldados empezaron a buscar “aminas” para estar alerta durante mucho tiempo. El bioquímico Alexander Shulgin, inventado en aquella época más de 200 drogas, sintetizó la molécula, realizó pruebas y publicó resultados de investigaciones.
La fama de esta droga llegó a los psicólogos y pronto fueron utilizados en las oficinas de psicoterapia MDMA. Tenía que ayudar a los pacientes a hablar. Esta anfetamina pronto se extendió a los campus universitarios y a los clubes de la zona. En 1985 la organización estadounidense Food and Drug Administration lo prohibió y entonces adoptó el nombre de “éxtasis”. Llegó a Europa desde Nueva York y Chicago en Estados Unidos y se repitió con turistas británicos en el Ibiza de las Baleares.
Sin embargo, los éxtasis actuales no tienen nada que ver con los iniciales. Es una droga en constante mutación para huir de la ley que prohíben. Pertenece a las drogas de diseño y en la actualidad, por ejemplo, está de moda el “éxtasis verde”. Después de muchos meses vendiendo, recientemente han sacado la ley para prohibir esta droga. Cuando se saca la nueva droga de diseño, se la cogen los policías, se revisa en el laboratorio y finalmente se prohíbe, la retiran del mercado y sacan otra. El éxtasis se sintetiza con bastante facilidad, pero cada vez tiene menos MDMA. Se sustituyen por otros productos similares: DA (3,4 metilenodioxianfetamina o droga amorosa), MDEA (3,4 metilenodioxietilanfetamina o Eba), 2-CB (feniletilaminas o Nexus) y anfetaminas.
Otro problema es la cantidad de sustancias presentes en las pastillas. La cantidad de MDMA puede oscilar entre 9 y 117 miligramos por píldora, entre 17 y 128 miligramos de mineral, entre 8 y 46 miligramos de anfetamina, etc. La fabricación de drogas de diseño es un gran negocio para algunos químicos. Además, los laboratorios ocultos se encuentran cerca de los centros de consumo para reducir el riesgo de atropellos al tráfico.
¿Y en nuestro caso qué?
El País Vasco, por supuesto, no ha quedado al margen de esta tendencia. En nuestro caso también se consumen cada vez más drogas sintéticas similares al éxtasis. Sin embargo, son relativamente nuevos en el mercado, por lo que es difícil analizar la tendencia de su consumo. De hecho, los datos recogidos por las diferentes organizaciones son relativamente nuevos y difícilmente se puede encontrar una encuesta que pueda dar una perspectiva de más de cinco años.
En el informe titulado “ Drogas en el País Vasco 1996” que está a punto de publicar la Secretaría para la Drogodependencias del Gobierno Vasco, nos hemos encontrado con los únicos datos que ofrecen una visión de todo tipo, y por lo tanto hemos utilizado como base principal para analizar los siguientes datos y las tendencias de consumo.
No hemos podido acceder a los datos de Iparralde, por lo que las tendencias en este artículo no quedan reflejadas. Asimismo, en relación a los datos de consumo de Navarra, se prevé la próxima renovación de los estudios sobre drogodependencias, ya que los últimos datos sobre las costumbres de Navarra se recogieron a principios de esta década, por lo que no recogen con la precisión adecuada el consumo de estas drogas que acaban de entrar en el mercado.
Según datos recogidos en la encuesta del Gobierno Vasco, los potenciales usuarios de drogas sintéticas son principalmente jóvenes. El éxtasis se consume tanto como la cocaína y el ácido. Aunque se puede afirmar que el consumo de éxtasis ha aumentado desde 1994, todavía no está muy extendido entre nosotros: En E.A.E. cerca de 8.500 personas han reconocido haber utilizado alguna vez nuevas drogas de diseño.
Los datos del año pasado pueden dar más luz en este tema. Dos de cada cien ciudadanos reconoce haber utilizado el éxtasis alguna vez, pero la mayoría afirma haberlo probado o recibido una sola vez. El consumo es, por tanto, muy ocasional en la actualidad.
El consumo de estas drogas ha aumentado entre los jóvenes de entre 21 y 25 años. En esta franja de edad, el 4% de la juventud afirma haberla utilizado en la actualidad y el 10% lo hizo en su día. En la actualidad, el 2% de los usuarios del éxtasis reconoce utilizarlo una, dos o más veces al mes.
Entre los de 26 a 30 años no se ha detectado consumo de drogas de diseño, mientras que entre los de 31 a 40 años el consumo es relativamente bajo, en torno al 0,1%.
En cuanto al sexo, en los hombres se manifiesta una mayor propensión a las drogas químicas de diseño. Sin embargo, el incremento de consumo que se ha observado desde el año 1994 ha sido idéntico en ambos sexos.
Por último, si se analiza la distribución territorial, Gipuzkoa es el país con mayor tasa de consumo de éxtasis.
SEXO Mujer.V.P.V. Álava Bizkaia Gipuzkoa Consumidores actuales Consumidores pretéritos - 0,80,8 4,20,5 1,20,3 2,50,6 2,9TOTAL 679679406476476Consumidores actuales Consumidores pasados
0,2 0,80,8 4,2total 679679Nunca Probar solo Rara Rara Asiduamente Todos los días
99,5 – 0,2 0,3 – – 98,1 1,2 0.4 0,3 – –TOTAL679679Consumidores actuales Consumidores pasados
- 2,83,7 10,3- -0,2 2,2- -- -- -Total145150123250229188273Consumidores actuales Consumidores actuales
0,3 0,60,7 3,00,2 0,70,4 1,90,6 2,3 Total 679679406476476Gai honi buruzko eduki gehiago
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