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A punto de marear en las montañas rusas

2001/07/15 Urresti, Igor - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

En nuestro entorno se están construyendo varios parques de atracciones y cada una de las montañas rusas que realizan es más espectacular que la anterior. El arranque por catapulta, los coches suspendidos y los nuevos tipos de construcción han abierto las puertas a los diseñadores. En los últimos años han creado sillas tumbadas que imprimen a quien vuela o construcciones llenas de espirales que hacen girar once vueltas. ¿Empezamos a marear?

¿Pero qué hay en la base de las montañas rusas? No existe ningún motor o fuente de energía en el tramo principal del recorrido del tren. El tren se mueve por la simple inercia y la gravedad. La emisión de energía sólo se produce al inicio del recorrido cuando el tren se eleva sobre la pendiente principal.

Por tanto, la altura de esta primera pendiente nos limitará los próximos pasos. Para empezar, en ningún caso podremos pasar otro pico de la misma altura. Y en los casos en los que tenemos loopings, cuando estamos boca abajo, necesitamos la velocidad suficiente para contrarrestar la fuerza de la gravedad. A lo largo del recorrido el tren va perdiendo energía por la fricción y, finalmente, sube picos cada vez más pequeños.

Últimos avances

Evidentemente, los trenes siguen los raíles para completar su recorrido. Pero las viejas montañas rusas tenían raíles de los ferrocarriles tradicionales y ahora se utilizan mayoritariamente rutas tubulares de acero. Como su nombre indica, estos raíles están formados por dos tubos largos de acero. Estos tubos están sostenidos por una superestructura de bajo peso, generalmente de pilares de acero. Las ruedas del tren están construidas en poliuretano o nylon, y además de la rueda que circula sobre los raíles, disponen de ruedas que corren al otro lado del tubo y a los lados del mismo. Este diseño retiene los vagones a la vía con total seguridad, lo que resulta imprescindible cuando la trayectoria del tren tiene curvas o loopings. Los trenes que circulan por este tipo de montañas pueden, por tanto, ir colgando sobre raíles o boca abajo como en los trenes convencionales.

En la montaña rusa nos afectan dos fuerzas principales: la gravedad y la aceleración.

Por otro lado, aunque lo más habitual para suministrar energía inicial al tren es llevarlo a la primera cima por cadena, últimamente se han puesto en marcha nuevos sistemas. Una de ellas es la puesta en marcha por catapulta. Hay muchos tipos, pero todos tienen la misma base: en el momento del arranque, en lugar de subir el tren a una cima, a corto plazo lo ponen a alta velocidad. En estos casos, los más utilizados son los motores de inducción lineal. Para ello se crean dos campos magnéticos. Una amarrada al tren y la otra a la altura de los raíles. El motor hace que el que está en el carril se desplace hacia delante, lo que atrae al tren hasta dar la velocidad suficiente para completar el recorrido.

Motivo de la emoción

En la montaña rusa nos afectan dos fuerzas principales. Por un lado, la gravedad y por otro, las aceleraciones.Si el tren se desplazara a velocidad constante, sólo soportaríamos la gravedad, pero cuando el vagón va acelerando y ralentizando, soportamos las fuerzas que nos provocan contra la silla trasera o la barra delantera.

Por ejemplo, cuando vamos acelerando el descenso por la pendiente empinada, al principio sufrimos fuerzas favorables a la caída por efecto de la gravedad, aunque las fuerzas de aceleración comienzan a actuar en aumento. Entonces, al aumentar la aceleración, se equilibran las fuerzas opuestas y se produce una sensación de ‘sin peso’. Y después, cuando la fuerza de aceleración prevalece sobre la fuerza de gravedad, sentimos una fuerza ascendente. En esos momentos, si tuviéramos una balanza debajo, veríamos que nuestro peso cambia constantemente.

Los trenes rusos tienen grandes medidas de seguridad.

Además, cada parte del cuerpo se acelera en diferentes momentos. La silla empuja inicialmente el respaldo y después los músculos del respaldo mueven otros órganos del cuerpo, no sólo las manos o la cabeza. Aunque todos los órganos internos están interrelacionados, uno impulsa al otro. En el estómago, de repente, experimentamos cambios de peso que provocan esa sensación de depresión o presión en el vientre.

Además, nuestro cuerpo no puede notar velocidad. Sólo siente aceleración y amortiguación de velocidad. Por ello, con el fin de aumentar la emoción, los diseñadores colocan elementos visuales que permiten crear en nosotros la sensación de velocidad.

En la mayoría de los casos, todo es cuestión de un minuto largo o de dos, pero para no olvidarlo a menudo, ¿no es así?

MONTAÑAS RUSAS ?

Para atraer a la gente, los diseños son cada vez más espectaculares.

¿De dónde viene un nombre tan curioso a los trenes de los parques de atracciones? Pues parece que tienen su origen en Rusia. XVI y XVII. Durante siglos eran habituales los toboganes de madera en Rusia. En invierno, cuando estaban congelados, la gente subía por las escaleras y se dirigía en rampa hacia abajo. Cuando varias empresas llevaron la idea a Francia el hielo se derretía muy rápido, por lo que se construyeron toboganes cubiertos de cera. Posteriormente, en 1817, se construyó en Bellevill el primer tobogán que utilizaba los vagones ferroviarios y se denominó "Russes à Belleville" (rusos de Belleville). Lo siguiente es sólo una historia cercana.

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