Energías alternativas al servicio de la educación
1996/07/01 Arrojeria, Eustakio - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa | Irureta Azkune, Onintza Iturria: Elhuyar aldizkaria
La ikastola Herri Ametsa ha querido dar un paso más en el ámbito educativo. Teniendo en cuenta la oportunidad que ofrece el paraje en el que se ubica la ikastola, y previendo el ingreso adicional que se podía obtener con la organización del Kilometroak de 1995, se planteó dar una visión pionera de la educación a través de la vulneración de energías alternativas. Decir y hacer.
Con esta intención se pretendía cumplir dos objetivos, uno de ellos el de ser transgresor y, al menos en parte, autoalimentar la propia ikastola con energía eléctrica. Pero, ¿cómo hacerlo si no se cuenta con expertos? Afortunadamente, en Euskal Herria hay grupos que trabajan las energías alternativas. Y antes de iniciar el recorrido se dirigieron a uno de ellos, el Ekain Taldea de Errenteria.
Nosotros también hicimos lo mismo cuando conocimos la instalación y decidimos hacer el artículo. Y los miembros del Grupo Ekain nos explicaron que fue un trabajo enorme llevar a cabo el proyecto. En primer lugar, se tuvo que seleccionar el tipo de instalación. Teniendo en cuenta el entorno, se podía pensar que la alternativa podía ser la energía eólica, y así lo plantearon inicialmente los Herri Ametsa. Sin embargo, una vez realizada la recogida de datos, tras comprobar la velocidad del viento en la misma, se abandonó esta vía y se procedió a estudiar la segunda posibilidad de obtener energía fotovoltaica a partir de paneles solares.
En base a los datos aportados por los miembros del Grupo Ekain, los de Albasolar realizaron el diseño y los amigos de Errenteria se encargaron del montaje y seguimiento del funcionamiento.
Es uno de los sistemas más limpios de producción de energía, pero también uno de los más costosos a día de hoy. La instalación realizada en la ikastola Herri Ametsa ha costado más de siete millones, de los cuales el 26% ha sido sufragado por el EVE del Gobierno Vasco, mientras que el resto ha corrido a cargo de la ikastola.
Operativa
Los interlocutores del Grupo Ekain nos indicaron que esta vía alternativa de generación eléctrica tiene una estructura muy sencilla (ver esquema superior). Los componentes principales son los paneles y el transformador conectado al ordenador y a la red eléctrica. El elemento imprescindible es el sol.
La misión de los 56 paneles del tejado es captar las radiaciones solares y transformar esta energía en electricidad. Dado que la corriente eléctrica generada es continua, el transformador se encarga de transformar dicha corriente en alterno. El transformador también asume la función de sincronización de los dos circuitos eléctricos, acoplando en todo momento la electricidad generada tanto por la red eléctrica como por los paneles. El ordenador conectado al transformador recibe información cada cuatro minutos: tensión, corriente y potencia en los paneles solares, corriente y tensión en la red. Esta recogida de datos permite la comparación en cualquier momento de las producciones de los diferentes días y la extracción de datos de los dos últimos años.
¿Rentabilidad económica?
Tanto los miembros del Grupo Ekain como el director de la ikastola nos indicaron desde el principio que la nueva estructura no iba a satisfacer plenamente sus necesidades y que por supuesto no sería rentable. Pero se priorizó el objetivo pedagógico de dotar a uno de los cuatro edificios de una nueva instalación destinada a la educación y con el objetivo de no malgastar la electricidad obtenida.
Los interlocutores nos explicaron que con estos cincuenta y seis paneles se consigue la fuerza lumínica que necesita un edificio. La electricidad no consumida se transfiere para su aprovechamiento a la red eléctrica de Iberdrola, ya que el sistema no dispone de acumuladores. Y si sucede al revés, es decir, si la ikastola necesita consumir más energía de lo normal, coge la electricidad de la red y la paga.
Objetivo didáctico
Como se ha mencionado anteriormente, las aspiraciones de la ikastola Herri Ametsa están lejos de conseguir una rentabilidad económica. Nos han reconocido que el principal objetivo del uso de energía alternativa es el de la didáctica. Su objetivo es dar a conocer, además de buscar la practicidad, el sol entre otras fuentes de energía. Para que los alumnos se familiaricen con la recogida de datos, la observación y la lectura gráfica, se utiliza como nuevo marco de conocimiento en otras asignaturas.
Desde la medida en que el Sol es una fuente natural de energía, este proyecto puede servir también para fomentar la responsabilidad medioambiental, y así lo recalcó cuando preguntamos al director de la ikastola sobre sus intenciones.
El futuro de las energías alternativas
A pesar de que en estructuras habituales las instalaciones fotovoltaicas son, a día de hoy, difícilmente rentables económicamente, no se puede olvidar este camino alternativo (ni el resto). En Euskal Herria se han realizado algunos ensayos y se ha obtenido rentabilidad económica. Por ejemplo, los paneles se han utilizado en zonas en las que no llega la red eléctrica, como chabolas pastoriles de Aralar y Urbia, señalización eléctrica de varias autopistas, etc. En estos casos, la instalación de una estructura autónoma resulta más económica que el transporte de electricidad hasta ella.
Para el Grupo Ekain, que ha sido nuestro interlocutor, el nuevo reto es empezar a utilizar esta energía alternativa en pueblos y ciudades, y analizando las posibles combinaciones de todas las alternativas existentes para ello, habrá que crear elementos autónomos. En las comarcas que son más escasas que la nuestra, ya tienen en cuenta esta posibilidad.
Instalación fotovoltaica en cifrasEn total son cincuenta y seis los paneles que absorben los rayos del sol. Se distribuyen en dos grupos de veintiocho, cada uno de ellos adosado al suelo del tejado del frontón, con una inclinación de 30º. En total, los paneles ocupan una superficie de 34 m 2. La planta tiene una potencia de 4,2 kW. Pero la obtención de esta potencia es prácticamente imposible, ya que todos los paneles deberían proporcionar el máximo rendimiento, situación que sólo se da en el laboratorio. Los paneles prevén una producción anual de 6.200 kW/h. El hecho de que la fuente natural de energía sea “interminable” y limpia tiene sus ventajas, si bien en la actualidad la instalación es costosa. Gracias a la iniciativa de la Ikastola Herri Ametsa se producirán 3.700 kg de CO 2, 8.300 g de SO 2 y 10.500 g de NOx al año. |
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