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Mujeres en ciencia

2002/03/10 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Con motivo del pasado 8 de marzo, las autoridades han destacado la presencia de la mujer en diferentes ámbitos, así como en los medios de comunicación. Aunque por desgracia han sido datos que no sorprenderán a nadie, abordaremos este tema siempre en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

A medida que se acerca el 8 de marzo, entre otras cosas, se van publicando algunas referencias y datos sobre la presencia de las mujeres en el mercado laboral. Además, aunque se dice que la situación cambia año tras año, la verdad es que cada año se escuchan las mismas denuncias. Y el ámbito científico y tecnológico no es una excepción.

En la mayoría de los casos, las mujeres trabajan como ayudantes en los laboratorios.

Sin embargo, en Estados Unidos y Europa, desde 1981 y 1999 respectivamente, se han puesto en marcha iniciativas para medir y promover la presencia de las mujeres, lo que ha permitido conocer la evolución de los últimos años.

Medir la presencia de las mujeres, primer paso

Como ya se ha dicho, en Estados Unidos se ha tenido en cuenta el género en las estadísticas desde 1981. Estos datos son recogidos por la National Science Foundation, que informa con cierta frecuencia del número de puestos científicos y tecnológicos ocupados por las mujeres en el Congreso.

Según estos datos, tanto hombres como mujeres que finalizan sus estudios científicos encuentran trabajo en proporciones similares en el sector industrial. Por ejemplo, aproximadamente la mitad de las mujeres y hombres que cursan estudios de física encuentran trabajo en el ámbito industrial. En cambio, la contratación en el comercio es mayor entre los hombres, con un 67% de los hombres científicos y un 49% de las mujeres científicas. En la enseñanza trabaja más mujeres que hombres. Sin embargo, las diferencias en los estudios son más notables que en los sectores laborales. De hecho, hay menos ingenieros o físicos que hombres.

En Europa se empezaron a trabajar mucho más tarde para medir la presencia femenina y lograr la igualdad entre hombres y mujeres. En 1999 se presentó en la Comisión de Política Científica el informe titulado "En la Unión Europea: Promover la igualdad entre hombres y mujeres en beneficio de todos". En este informe se constata claramente que en todos los ámbitos de la universidad el número de mujeres disminuye año tras año. En consecuencia, se destacaba que la ciencia se pierde por gente de gran capacidad.

En cuanto a la distribución de puestos de trabajo, el principal desequilibrio se encuentra en los altos cargos. Las mujeres ocupan menos del 10% de estos puestos, aunque la mitad de los diplomados universitarios son mujeres. En palabras de Nancy Lane, bióloga celular, "en el Reino Unido en todas las ramas de la ciencia y en el campo de la ingeniería y la tecnología, la presencia femenina es del 3-4%". En el resto de países las cifras son similares. Para él, "se avanzan, pero las costumbres necesitan mucho tiempo para cambiar". El informe europeo destaca que la mujer sigue siendo discriminada a la hora de nombrar puestos superiores.

Mari Curie recibió dos premios Nobel: el primero en 1903 por su trabajo en torno a la radiación y el segundo en 1911 por aislar el radio.

Por otro lado, no podemos olvidar que en muchos países todavía las mujeres no tienen derecho a estudiar y, por lo tanto, no pueden empezar a trabajar en el campo de la ciencia ni en el resto de los países y romper el desequilibrio.

Agentes y consecuencias

Tanto en Estados Unidos como en Europa los informes ponen de relieve las mismas causas y consecuencias de este desequilibrio. En cuanto al premio mensual, hay grandes diferencias tanto en Estados Unidos como en Europa. En 1997 la prima mensual media de las científicas o ingenieras era de 47.000 dólares (58.750 euros), lo que supone aproximadamente un 20% menos que la de los hombres (58.000 dólares o 72.000 euros). Las razones principales de esta diferencia son dos: que las mujeres se orienten más hacia la educación y las ciencias sociales y que no se asienten en los altos cargos. Además, entre los estudiantes que finalizan sus estudios en cinco años, las mujeres sólo ganan el 83% del premio mensual masculino.

En algunos ámbitos estas diferencias son más notables que en otros. En las áreas de informática y matemáticas, por ejemplo, las mujeres ganan un 12% menos que los hombres, mientras que en las ciencias sociales la diferencia puede llegar a ser del 24%. Al igual que los hombres, las mujeres ganan más en informática y menos en ciencias de la vida.

En todas las ramas de la ciencia la presencia de mujeres es del 3-4%.

Por otro lado, el informe europeo denuncia que la mayoría de las becas de investigación que se reparten en Europa están dirigidas a personas solteras sin hijos, lo que cierra las puertas de investigación a todas las madres.

Por último, en el informe se menciona que tras un periodo prolongado de suspensión (por ejemplo, tras la baja maternal) se encuentran dificultades para volver a integrarse en el equipo de investigación. Esto es debido a la incorporación frecuente de material tecnológico en los centros de investigación.

En consecuencia, los hombres siguen dominando la ciencia en todos los ámbitos. Al ocupar la mayoría de los altos cargos, en los medios los hombres son los más citados y la sociedad cree que la investigación científica y tecnológica es obra masculina. Además, las mujeres participan muy poco en la política científica. Las comisiones que fijan las prioridades de la Unión Europea y de los países miembros están compuestas por hombres, por lo que, al igual que en el resto de los mercados de trabajo, la presencia de mujeres en la ciencia requerirá tiempo para equipararse a la de los hombres.

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