Eduardo Alegría: “Utilizamos células madre extraídas de la pierna del paciente para formar el corazón”

En febrero, en la Clínica Universitaria de Navarra se utilizó la cardiomioplastia celular para completar el corazón infectado. Para hablar de las características y beneficios de esta novedosa técnica, nos reunimos con uno de los cirujanos que la operaron. En el Hospital Clínico de Navarra se ha utilizado la técnica más puntera para curar al paciente infarto. Pero cuando no se pueden completar los órganos, la mayoría de las veces sólo queda la opción del trasplante. No es una solución sencilla, pero la CAPV presenta los mejores resultados mundiales, tanto en el número de trasplantes como en la supervivencia de los trasplantados. Joseba Aranzabal nos ha explicado, entre otras cosas, las razones del logro.

Eduardo Alegría: “Utilizamos células madre extraídas de la pierna del paciente para formar el corazón”


¿En qué consiste la cardiomioplastia celular?

Se basa en la introducción de células especialmente estimuladas para cumplir la función del tejido necrótico o dañado del corazón. Estas células son extirpadas al propio paciente que ha sufrido un infarto, son células madre procedentes del músculo de la pierna que se reproducen en un medio de crianza con potenciadores específicos antes de su introducción.

¿Qué beneficios tiene y quién puede beneficiarse de esta técnica?

A. Galarraga

Ahora los investigadores estamos trabajando la técnica. La enfermedad cardiaca, especialmente los infartos de miocardio, ha tenido muy buenos resultados en los animales afectados. Y gracias a estas investigaciones con animales, se han clarificado dos aspectos: uno, la capacidad de las células musculares inyectadas en la mancha que rodea al infarto, tanto para convertirlas en fibras musculares del corazón como para sustituir a las afectadas; y otro, a medio plazo, que la cardiomioplastia celular mejora la función sistólica y diastólica del corazón.

En el caso de los seres humanos sólo se han operado 20 de este tipo en todo el mundo, por lo que todavía no hay datos suficientes para valorar los resultados. Por eso, hoy en día sólo podemos decir que es una técnica que ha dado resultados esperanzadores en las investigaciones. Teóricamente puede ser beneficioso para cualquier persona con disfunción muscular cardiaca, como por ejemplo pacientes con infarto de miocardio o miocardiopatía extendida.

¿Cuál es entonces la novedad del caso que habéis dado a conocer?

En primer lugar, ha sido el primer paciente del Estado español en aplicar esta técnica. De hecho, en el estudio clínico autorizado por los organismos reguladores, debemos realizar una intervención quirúrgica sobre 12 pacientes, siendo ésta la primera.

Por otro lado, hemos utilizado una técnica especial para la proliferación de células musculares. Los beneficios de esta técnica son especialmente el mayor número y pureza de células, así como la importante disminución de las reacciones del paciente tras la inyección.

¿Nos puede explicar las principales dificultades de la técnica?

Las mayores dificultades se centran en la técnica de crecimiento, ya que se necesitan investigadores especializados en el cultivo celular y un laboratorio con infraestructura adecuada. Sin embargo, cuando se ha conseguido dominar la técnica es más costoso que difícil. El otro aspecto que técnicamente requiere mucha atención es el implante celular, que por el momento se debe realizar en la intervención de la vacunación aórtica coronaria, por lo que no se trata de una operación de cualquier tipo.

Respecto a las células madre, ¿por qué habéis elegido los músculos de la pierna?

Han mejorado la técnica de proliferación de células musculares, lo que permite obtener más células y más puras.
Jesús Diges. Diario de Navarra

Las células madre o satélites del músculo esquelético se reproducen con facilidad y tienen una gran capacidad para suministrar otras fibras musculares, entre las que pueden aportar músculo cardiaco. El tejido del corazón dañado es, en definitiva, un músculo, por lo que las células seleccionadas parecen ser una buena fuente. Asimismo, en la mayoría de las investigaciones realizadas con animales de experimentación se han utilizado células madre musculares, por lo que hay más experiencia que con células de otro origen. Las investigaciones que se están llevando a cabo con células extraídas de la médula ósea y de otros órganos están en sus inicios y no serán utilizadas en humanos hasta conseguir buenos resultados en los animales.

Además, la administración celular desde el vasto muscular del muslo es muy sencilla, sólo es necesaria una pequeña incisión con anestesia local.

¿Cómo se extraen las células madre de las células musculares? ¿Qué pasos requiere más atención?

El proceso inicial del músculo es la eliminación de células contaminantes, principalmente fibroblastos, y el mantenimiento del medio de crecimiento hasta conseguir el número de células necesarias para realizar la cardiomioplastia. En ese sentido, creemos que es la aportación de la técnica que hemos mejorado.

¿Cómo aseguráis la proliferación de células inyectadas en un tejido necrótico del corazón?

Las células se inyectan junto al tejido necrótico. Su inserción en la zona necrótica sería dejarla en el desierto, donde morirían por falta de alimentos. A pesar de conseguir una cierta proliferación, el proceso principal es la separación celular para la obtención de células cardíacas con capacidad contráctil, lo que requiere un entorno propicio. Por otra parte, las biopsias realizadas a animales de investigación nos dan certeza, ya que en ellas se han probado diversas técnicas y se utiliza la que mejores resultados aporta.

Sin duda, lo que acabáis de hacer es un gran paso adelante. Sin embargo, ¿cuál es el siguiente paso en cardiología?

En estas investigaciones científicas de primer nivel, no conviene jugar a ser un profeta, sino que cada paso se debe dar con cuidado y rigor. Si se demuestra que la implantación de células miocárdicas es efectiva, se estudiaría la inyección en la piel mediante técnica indirecta, sin necesidad de intervención quirúrgica.

En teoría, el beneficio de las células miocárdicas podría extenderse a otros tipos de células, como las células endoteliales, para formar arterias del corazón. Y aunque hoy en día es casi ciencia ficción, es posible que algún día se introduzcan células totipotentes a través de una inyección intravenosa, para que se trasladen al órgano necesario y se separen en él a las células necesarias.

¿Qué otros estudios estáis trabajando en el departamento de Cardiología?

En nuestro departamento tenemos varias líneas de investigación, tanto clínicas como básicas. En el ámbito clínico, además de participar en importantes investigaciones intercentros, disponemos de estudios específicos sobre nuevas modalidades de ecocardiografía tridimensional por contraste de fases. Además, se está estudiando la retrofracción en algunas enfermedades del miocardio y la coronaria, especialmente para trasplantes cardiacos y detección de rechazos.

Las células madre se insertan junto al tejido necrótico, ya que si se dejan en el tejido dañado morirían por falta de alimentos.
Jesús Diges. Diario de Navarra

Otra de las principales investigaciones del Departamento en los últimos años es la respuesta cardiovascular al esfuerzo, en la que hemos obtenido resultados científicos relevantes. Y por citar una tercera línea, estamos investigando diferentes vías quirúrgicas y médicas para tratar la disfunción extrema del ventrículo.

Por otra parte, en la investigación experimental, la aterosclerosis experimental es una línea muy productiva en el modelo del cerdo enano. En ella se están estudiando los factores que influyen en el proceso inicial de formación de placas de ateroma, como la acumulación de lípidos, y se están probando tratamientos farmacéuticos para prevenirlos.

En cuanto al crecimiento celular, al margen de la cardiomioplastia, estamos implantando esta técnica en alteraciones miocárdicas de primer orden, aunque todavía no se ha desarrollado.

Por último, nos gustaría conocer su opinión sobre el debate ético sobre el uso de células madre con fines terapéuticos.

Creo que el uso de células embrionarias no está justificado éticamente. No existen problemas éticos ni científicos para la utilización de células madre extraídas de tejidos adultos. Por el contrario, existen importantes impedimentos científicos a la utilización de células embrionarias: la formación de tumores, la dificultad para controlar el proceso de separación y la imposibilidad de uso personal (salvo en la clonación terapéutica, en la que se añade al problema ético la económica). A diferencia de las células madre de los embriones, las células madre de los adultos no producen teratomas o malformaciones de aspecto tumoral, el control del proceso de separación es relativamente sencillo y puede utilizarse en terapia autóloga, es decir, para curarse.

Joseba Aranzabal: “las máquinas no pueden sustituir totalmente las funciones de los órganos saludables”

Los datos sobre trasplantes sitúan a la coordinación de trasplantes en la CAPV en niveles similares o superiores a los mejores del mundo. ¿Cómo se ha conseguido?

Joseba Aranzabal Pérez es Coordinador General de Trasplantes de la CAPV.
A. Galarraga

En primer lugar, en la CAPV disponemos de un sólido plan de coordinación para los trasplantes, en el que existe un coordinador en cada hospital, seguido de los coordinadores territoriales que se concentran aquí en la oficina de coordinación de trasplantes. Desde aquí también se dirigen nuestras relaciones con otras comunidades. Todo esto no se ha hecho de un día para otro: en el Estado somos pioneros en la coordinación, ya que trabajamos desde finales de la década de 1970.

En segundo lugar, la concienciación social es mayor que en otros países europeos. En la CAPV 9 de cada 10 familias dicen sí que sí que son donantes de órganos; en el resto de Europa tan sólo 6-7 de cada diez son favorables. ¿Por qué hay menos negativos? Por un lado, porque las asociaciones de donantes han hecho un enorme trabajo para que la gente se conciencie de la necesidad de órganos de trasplante y por otro, porque el proceso de donación es totalmente transparente. La gente de aquí sabe que el órgano del familiar muerto se entregará a quien más lo necesita y no al que más dinero ha pagado.

Por último, porque los jueces y los tramitadores legales y la Ertzaintza están a favor de facilitar los problemas que rodean el proceso de donación. De hecho, llevar el órgano de trasplante abre todas las puertas y el que lo realiza, por no perder tiempo, tiene prioridad en todas partes.

Con todo ello, el modelo vasco es un referente en varios países de todo el mundo: Italia, Sudamérica, Suecia, Australia...

¿Cuáles han sido los principales avances de los últimos años?

El avance más importante ha sido en los inmunosupresores. La ciclosporina descubierta en la década de 1980 ha permitido mejorar notablemente la supervivencia y el bienestar del paciente. Actualmente disponemos de nuevos inmunosupresores que incrementan esta mejora: rapamicina, traquolimus... También se utilizan anticuerpos monoclonales con los que se ha conseguido evitar en gran medida los rechazos.

Aunque el número de donantes es mayor que en otros lugares, la falta de órganos sigue siendo un problema grave, ¿no? ¿Qué opciones hay para afrontarlo?

La verdad es que no hay demasiadas opciones. Mientras esperan el órgano adecuado, los pacientes permanecen con tratamientos como la diálisis, pero las máquinas no pueden sustituir totalmente las funciones de los órganos sanos. En países con un número reducido de donantes, los trasplantes de órganos totales o parciales de donantes vivos son bastantes, es decir, dan uno de cada dos riñones para su trasplante, o parte del hígado... En EE.UU., por ejemplo, el 30-40% de los trasplantes renales se realizan con donante vivo (normalmente aportado por un familiar), mientras que en el norte de Europa se sitúa entre el 20-30%, frente al 1-2%. Afortunadamente, tenemos la forma de cubrir nuestras necesidades con los órganos de los muertos.

¿En un futuro próximo tendremos órganos artificiales? Por ejemplo, recientemente se presentó el corazón artificial Abiocor.

El traslado del órgano de trasplante abre todas las puertas, evitando pérdidas de tiempo.

Creo que el uso de los órganos artificiales es utópico. Hay que tener en cuenta la complejidad de los órganos: el riñón está formado por un millón de nefronas, y el hígado es una máquina limpiadora perfecta, y los pulmones ¡qué decir!

El del corazón es un ejemplo claro. En definitiva, se trata de una bomba. Por ello, se ha desarrollado más de un modelo artificial, pero no han obtenido buenos resultados. El último ha sido el mencionado Abiocor. ¿Y cuántas complicaciones graves ha causado? Problemas de coagulación, por ejemplo, de todo. Porque no es fácil.

¿El trasplante de órganos animales a humanos es también ciencia ficción?

De momento sí. Por un lado, el problema del rechazo no ha sido superado y, por otro, existe el riesgo de transmitir virus que no afectan a los seres humanos en sí mismos. Sin embargo, me parece más fácil que en el futuro se utilicen órganos animales que órganos artificiales completos.

En mi opinión, las noticias que dicen que pronto se hará aquello y lo otro perjudican más que el favor. Y es que la gente puede ver estos avances muy cerca y pensar que la necesidad de donación de órganos ha disminuido. Sin embargo, en la actualidad, la mejor solución es el trasplante de órganos de fallecidos, y cada día debemos intentar mejorar los resultados.

Para terminar, y en cuanto a la investigación, ¿nos podría explicar en qué consisten ahora?

Actualmente, las investigaciones más importantes se están llevando a cabo en el banco de tejidos. Tienen casi preparados los cultivos de condrocitos (células de cartílago) y queratocitos (cutáneos), que pueden ser ofrecidos a finales de año a traumatólogos y dermatólogos para su uso en operaciones quirúrgicas.

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