Bella y bestia
1994/06/01 Elosegi Irurtia, Migel M. Iturria: Elhuyar aldizkaria
¿Quién anda en el gallinero creando ese revuelto y escándalo? En la luminosidad de la Luna de la noche, sin asustarse por los ladridos del perro, una sombra como un gato largo ha saltado la barrera y coge una gallina por el cuello. Han sido inútiles las caracas y los gritos de la gallina; el implacable dentado de la garduña ha vencido inmediatamente a su presa. De repente, oyendo nuestro sonido, se ha lanzado a vivir al escondite sin soltar la gallina.
La vida no suele ser fácil en el monte, y mucho menos cuando hay que alimentar a las crías o soportar fríos y ayuno duros de invierno. Animales como la garduña realizan numerosas sesiones de caza para poder llevar algo al estómago, obteniendo los malos resultados más de lo deseado. En este tipo de situaciones, las garduñas pierden todas sus vergüenzas y visitan lugares de caza excepcionales como los corrales, atrapando todo lo que pueden.
Al margen del odio que pueden causar estos ataques a los animales domésticos, la garduña es un animal inteligente y elegante. Junto a la virgen, de gran porte, enano, nutria, tejón y similar, se ha clasificado en la familia de los mustélidos, todos ellos con patas cortas de cinco dedos, cuerpo largo y dentadura de dos dientes en la mandíbula superior. La longitud del cuerpo de este valiente cazador suele ser de 42 a 55 cm y la de la cola de 22 a 30 cm, con un peso de 1,2 a 2,2 kg. Cabeza triangular corta, cuello largo y macizo y patas anchas y cortas. Tiene ojos pardos oscuros y colmillos cortantes que permiten desgarrar fácilmente los trozos de carne. La piel de este tan apreciado depredador es tan blanca como la nieve hasta el comienzo de las yemas, el pecho y las patas delanteras, con un color marrón claro o pardo en el resto.
La Garduña vive en casi toda Europa, excepto en las islas británicas, Escandinavia y el Mediterráneo. En Euskal Herria también está ampliamente distribuida. Puede aparecer en todo el territorio, sobre todo en bosques, escarpes rocosos, bordas y alrededores de los pueblos ricos en guaridas. Nuestro incansable cazador se pone en marcha nada más oscurecerse, lanzando toda la noche en busca de ratones, ratas, ranas, insectos, huevos, aves, moras y otras frutas. Este animal no es tan cruel como para beber y dejar sangre a algunos pollos o palomas, como algunos afirman, y a pesar de los numerosos y duros ataques que puede cometer en las granjas avícolas, realiza un trabajo de agradecimiento controlando las poblaciones de roedores que constituyen la mayor parte de su dieta.
Para la implantación de la propiedad y límites de un territorio de 50-300 hectáreas, se utilizan las marcas de olor establecidas en rocas, troncos u otros lugares visibles, indicando su propietario a las especies que se acerquen. Aunque durante los paseos y sobre todo durante la caza se puede subir a los árboles, la garduña es un animal de vida terrible. Los movimientos del animal son bastante dispares, con cuerpos largos y flexibles, y con patas cortas, saltando más que correr.
El celo de este mustélido suele tener lugar en verano y tras la cópula se realiza el proceso denominado gestación retardada. En este proceso, el desarrollo de los embriones permanece paralizado durante unos meses para que el nacimiento de las crías se produzca entre 8 y 9 meses después, en la primavera siguiente. Pero en los meses de enero y febrero también puede ser un celo, después de 2 meses de gestación normal la hembra se crió en un agujero rocoso con 3-7 hijos. La hembra es la encargada de dar el pecho y cuidar a las crías, que abrirán los ojos pasados 35 días. La lactancia dura dos meses y pasado el tercer mes, en verano, las crías se ponen de caza con su madre hasta que se independizan completamente. La vida es de 10-12 años y han pasado 2-3,5 años y han llegado sexualmente.
Aunque hoy en día la garduña es un animal abundante y común, su número se redujo considerablemente hace unos años. Tanto la garduña como muchos otros animales de este tipo se consideraron como animales nocivos y se cazaron con extricnina, escopeta, caja de trampas, lazo, etc., permitiéndose todos los medios de eliminación. Además, la preciada piel de la garduña costaba una gran cantidad de dinero y hace 50 años, como vendiendo una piel se podían conseguir entre 1.000 y 1.500 pesetas de aquella época y más, en aquellos años mucha gente comenzó a cazar estos “fieros”. Afortunadamente, debido al escaso valor de las pieles y a la protección que le otorga la ley, hoy en día esta actividad ha desaparecido prácticamente, pudiendo aumentar las poblaciones de garduña y otros animales.
FICHA TÉCNICA Garduña Especie: Martes foinFamilia: mustelOrden: carniosClase: mamíferos |
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