Deshidratación, la clave del terremoto profundo
2002/11/18 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Parece que las placas continentales son más gruesas que las oceánicas, mientras que las placas oceánicas son más compactas. Además, a altas presiones y temperaturas a gran profundidad, la placa continental está fundida. Por ello, al chocar, la placa oceánica se introduce bajo la continental. A medida que se hunde la placa, se producen continuos terremotos a 600 km de profundidad. El problema es que los terremotos se deben a la rotura de las rocas, pero por debajo de los 50 km, debido a la elevada temperatura y presión, las rocas presentan características plásticas que no se rompen. Sin embargo, estos terremotos ocurren, sino pregunten a sismólogos de la costa americana de Oregón y Washington, o de la costa chilena o japonesa. ¿Cómo?
Para responder a esta pregunta, los geofísicos de la Universidad de Londres y de la Universidad de Bayreuth en Alemania han trabajado juntos. La roca serpentina es típica de la capa interna de la tierra, el manto, y se ha analizado el comportamiento de la serpentina a altas temperaturas y presiones. Así, las reacciones químicas que se producen en esta situación han descubierto que el agua que contiene la serpentina se elimina. A medida que avanzan las reacciones, el agua se acumula en los poros exteriores de la roca y finalmente el agua rompe la roca. Por tanto, el terremoto se produce cuando las rocas se deshidratan y rompen.
Según los investigadores, este experimento explica lo que ocurre en el subsuelo. Sin embargo, hay otros que afirman que para cumplirlo es imprescindible que haya muchas serpentinas, y creen que para ver si esto es así habrá que hacer más trabajo.
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