Biología de la Depresión
1990/01/01 Garro, M. Asier | Meana, J. Jabier Iturria: Elhuyar aldizkaria
En base al tratamiento, la causa y la gravedad de la enfermedad, dentro de la depresión podemos distinguir dos grandes grupos de enfermedades.
Los psiquiatras han diferenciado dos amplios tipos de pacientes en el ámbito de la depresión. Por un lado, las neurosis, que dan respuestas excesivas a los ataques del medio, y por otro, aquellos síntomas que se asocian a una causa bioquímica o genética. Estos últimos tienen una depresión endógena. Sin embargo, es muy difícil establecer un límite entre la neurosis depresiva y la depresión endógena.
En la depresión endógena se utilizan fármacos antidepresivos con buenos resultados. En las neurosis depresivas no son necesarios fármacos antidepresivos y normalmente tratamientos no farmacológicos ni sedantes (ej. psicoterapia) se utilizan.
Numerosas investigaciones
En los últimos treinta años se han realizado numerosos estudios sobre lo que ocurre en la depresión endógena bioquímica o genéticamente. Entre ellas, algunas miden el registro eléctrico de nuestro cerebro a través de potenciales evocados y encefalogramas, en los que se han investigado mutuamente las molestias (molestias de sueño) que se producen durante la depresión. Otras investigaciones han medido el comportamiento de las hormonas en la depresión, descubriendo diferencias con las personas normales. Por último, otros estudios se han dirigido a investigar la biología de la neurona. Dado que la neurona es la base de las funciones cerebrales, el cerebro necesita relaciones entre neuronas para desempeñar sus funciones. La información se transporta mediante impulsos eléctricos, pero este impulsor eléctrico debe convertirse en un impulsor químico para pasar de una neurona a otra. Estos impulsos químicos se producen en los lugares denominados sinapsis.
Transmisión de la información
Sabemos que “soma”, “axon” y “dentrita” forman la neurona. Y es que el soma es el cuerpo de la neurona, que tiene su núcleo. Los “axones” se parecen a ramas largas. Tras transportar los impulsos eléctricos desde Axon hacia otras neuronas, las dentritas llevan la información a lo alto para que la axona vuelva a enviar la información.
Los terminales que se ubican en los finales de Axon son terminales presinápticos, junto a los cuales hay terminales postsinápticos. Entre los terminales pre- y postsinápticos los neurotransmisores facilitan la información.
Al tratarse de una molécula química, el neurotransmisor tiene propiedades y funciones especiales, como ser el que envía información desde el terminal presináptico al postsináptico. Existen diferentes neurotransmisores que realizan diferentes funciones. Como noradrenalina, serotonina, acetilcolina, etc...
Los postsinápticos membranosos tienen lugares especiales para conocer estos neurotransmisores. Estos lugares son proteínas conocidas como receptores, específicas de la neurotransmisión.
Origen de la depresión endógena
En los años sesenta se formularon dos hipótesis bioquímicas respecto a la neurotransmisión para explicar la depresión endógena: la noradrenérgica y la serotoninérgica. Las depresiones endógenas se basan en la reducción de la neurotransmisión. La hipótesis noruega se basa en los cambios de la noradrenalina y la hipótesis serotoninérgica en los cambios de la serotonina.
En los estudios realizados en los años sesenta en pacientes depresivos se midió la noradrenalina. Sin embargo, no se observó ningún cambio en el líquido encefardante del cerebro, ni en el cerebro postmortem. Puede deberse a las técnicas utilizadas. Desde hace tiempo se sabía que la noradrenalina fluye a través de un “pool” (depósito) terminal presináptico cuando llega el impulso eléctrico. La noradrenalina puede ser inactivada por enzimas metabólicas (COMT, MAO), pero normalmente el 90% de la noradrenalina es recirculada del espacio sináptico al terminal presináptico.
Normalmente, los antidepresivos tricíclicos utilizados contra la depresión endógena bloquean esta reabsorción, aumentando la concentración de noradrenalina o serotonina del espacio sináptico y disminuyendo la depresión. Por ello, la clave está en la noradrenalina o serotonina del espacio simpático. La noradrenalina del terminal presináptico no es tan importante, aunque la noradrenalina de toda la sinapsis es mayoritaria.
¿Por qué hay poca noradrenalina o serotonina en el espacio sináptico de los pacientes que sufren depresión endógena?
La noradrenalina del espacio sináptico controla su secreción mediante el mecanismo de “feed-back”. Se han encontrado receptores descritos para la transmisión en la membrana postsináptica y presináptica. Su función sería la regulación de la liberación de neutrotransmisores.
Cuando hay muchas noradrenalinas en el espacio sináptico, el adrenoceptor alfa-2 del terminal presináptico lo detecta inhibiendo la liberación. De este modo, la concentración de noradrenalina en el espacio sináptico sufre un notable descenso.
Últimas investigaciones
La tendencia de los investigadores de los últimos años se ha dirigido a aclarar el mecanismo de los receptores. Actualmente se está investigando el número de receptores y sus propiedades intrínsecas.
Mediante estos estudios se ha comprobado que en pacientes con depresión endógena el número de receptores y sus propiedades intrínsecas están alterados. El adrenoceptor Alfa-2 parece estar incorporado a estos pacientes. Si esto fuera así, se podría esperar que el adrenoceptor alfa-2 incrementase la inhibición de la liberación de noradrenalina. Por lo tanto, habría menos noradrenalina en el espacio sináptico.
Las personas con depresión endógena suelen tener a menudo parientes depresivos. Por ello, se observa que la depresión endógena puede presentar un problema genético. De hecho, el adrenoceptor alfa-2 es una proteína que es codificada por el ADN. La síntesis puede presentar graves problemas en los niveles de transcripción, codificación y regulación. De este modo, los receptores sufren cambios provocando anormalidades que dan lugar a un mal funcionamiento de la neurotransmisión. Por lo tanto, todavía queda mucho por investigar en la bioquímica de la depresión endógena. En los próximos años los tratamientos de depresión endógena y las investigaciones en neurotransmisión deberán ir asociados.
Los avances en la depresión endógena pueden llevarse a cabo mediante ventajas en los mecanismos de los receptores.
A continuación se presenta la pregunta sin respuesta a la biología de la depresión endógena.
- Las interacciones entre los sistemas modificados de neurotransmisión no están claras. ¿Cómo serían estas relaciones en la depresión endógena?
- En la depresión se producen ritmos biológicos, ya que todavía no está clara la relación entre el ritmo y los cambios en la neurotransmisión.
- ¿Cuáles serían los indicadores biológicos útiles para diferenciar la depresión endógena de otras depresiones?
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