De vida, más de un icono
2011/02/13 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
El primer modelo de Citr en 2CV tenía 8 caballos de potencia. Un malentendido, sin embargo, arraigó en la tradición popular la creencia de tener 2 caballos de potencia, lo que dio al coche el nombre que la gente de la calle utiliza desde hace tiempo. En francés, deux chevaux ; en castellano, dos caballos ; y en euskera, lo llaman de vida.
Pero el nombre 2CV no indicaba potencia, sino que tenía un motor de dos cilindros en forma de V. Total 375 cc. Es un motor pequeño desde los estándares actuales, pero si nos fijamos en aquella época, Citr lo inventó todo. Este motor tenía un consumo muy bajo y era un buen coche para los ciudadanos.
En la época en la que se diseñó la vida, en la década de 1930, Francia era en su mayoría un pueblo rural. Por ello, el director general de la empresa Pierre Boulanger Citr en pidió a los ingenieros que diseñaran un coche para ellos. La orden fue muy clara, sólo el coche tenía que tener elementos imprescindibles para funcionar. Cuatro ruedas bajo un paraguas, dijo. Además, debía cumplir unas sencillas condiciones: por un lado, tenía que haber un espacio para dos campeones; por otro, tenía que soportar una carga de 50 kilos y, además, tenía que transportar una caja rellena de huevo en una zona de cultivo sin romper los huevos. El primer prototipo creado en 1936, modelo de 8 potencias a caballo, cumplía todos estos requisitos. También está filmada la prueba de transporte de huevos.
Y no era solo eso. Tenía que ser necesariamente un coche barato para que los agricultores pudieran comprarlo. Para ello, el diseño recurrió a los mínimos. Por ejemplo, tenía la única luz anterior, ya que en Francia no pedían por ley tener dos luces. Y tenía carrocería de aluminio, un metal muy barato. El problema era que el aluminio no es un material muy resistente, por lo que Citr contrajo la chapa delantera y aumentó la dureza sin que el coche se encareciera mucho.
La de Bizaldi no se comercializó en aquella época, sino que se quería presentar en la feria de coches de París en 1939. Pero ese año, mientras Citr fabrica prototipos, Hitler entró en Polonia. El 3 de septiembre, Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania y los franceses abandonaron la feria. Los de la
vida, una obra de ingeniería tan apropiada para el trabajo de los campesinos, temían que Citr acabara en manos de los alemanes. Para entonces ya había fabricado 250 unidades y Boulanger decidió destruirlas todas, excepto una (cuatro unidades según fuentes). El coche se desmonta y las piezas se esconden en una granja hasta el final de la guerra.
Después de la guerra y hasta que Francia recuperara la normalidad, pasaron varios años. Los de Citr volvieron a completar su vida y le hicieron algunas adaptaciones. Por ejemplo, el motor fue sometido a un sistema de refrigeración sin agua. Un motor que no necesita agua no puede tener averías por falta de agua. Por otro lado, la chapa de aluminio fue sustituida por acero.
Citr presentó su coche en la feria de París de 1948. El nuevo modelo consistía en un coche de 9 caballos de potencia, con un consumo de menos de cinco litros en 100 kilómetros, una velocidad de 65 kilómetros por hora y un sorprendente sistema de suspensión capaz de no volcar el coche. Las ventas fueron espectaculares. En 1950 había una lista de espera de seis años para comprar una vida. La
de la vida se mantuvo con gran éxito hasta 1990. Citr vendió un total de 3.800.000 ejemplares.
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