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Cuentas del corazón

2010/05/22 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

A veces (aunque menos de lo deseado) los médicos nos dan la razón. El chocolate, el vino tinto, el pescado azul y el aceite de oliva son ejemplos significativos: a pesar de haber sido considerados como perjudiciales durante años, han cambiado de opinión y ahora se encuentran en la lista de alimentos saludables junto con espinacas, manzanas y agua. Este cambio se debe a investigaciones que han demostrado que las presunciones y las investigaciones previas eran erróneas.

A la vista de ello, esperaba que más de uno tomara el último número de la revista European Heart Journal. De hecho, es la revista más prestigiosa de Europa especializada en cardiología, y en su reciente número destacan dos artículos, no por sus sorprendentes consecuencias, sino porque nos dan la razón a muchos. Y es que en uno de los artículos se explica que hacer horas extraordinarias al trabajo es un mal corazón y en el otro, las emociones positivas nos protegen de padecer enfermedades del corazón.

Han demostrado que hacer horas extra en el trabajo es malo para el corazón y que tener emociones positivas es bueno.
(Imagen: Gisela Giardino )

En el artículo primero se exponen los resultados de la última fase del estudio Whitehall II. Este estudio comenzó en 1985 con 10.308 oficinas en Londres. En 1991-1994 se introdujo una pregunta sobre las horas de trabajo y se han recogido los datos de 6.014 personas que han seguido durante 11 años en la última fase. De estas personas, una de cada 2,5 eran mujeres y tenían entre 39 y 61 años.

El estudio ha demostrado que quienes hacían entre 3 y 4 horas extra tenían un 60% más de problemas cardiovasculares que quienes tenían jornada normal. Profundizando en los datos, los investigadores descubrieron que las personas que realizaban entre 3 y 4 horas diarias más que los demás tenían un carácter similar: eran agresivas y competitivas, dependían del tiempo y, en general, tenían comportamientos hostiles. Al mismo tiempo corrían el riesgo de insomnio, ansiedad y depresión. Además, los investigadores creen que este tipo de personas, pese a los síntomas de enfermedad, tienden a ir al trabajo.

Todo ello puede explicar por qué la realización de horas extraordinarias aumenta el riesgo de sufrir un infarto, pero los investigadores advierten de que no han demostrado un efecto causal directo. Por ejemplo, y entre otros factores, no han analizado qué pasaría si se eliminaran las horas extras.

Sin embargo, Gordon McInnes, catedrático de Farmacología de la Universidad de Glasgow, considera que el estudio tiene una gran importancia. Según él, sería conveniente que los médicos prestaran especial atención a la prevención, haciendo suyas las palabras del filósofo Bertrand Russell: "Si fuera médico, le mando un día festivo a todo paciente que considere que el trabajo es importante".

Alegría, para el corazón

El análisis del artículo 2 ha sido realizado por investigadores del Instituto de Salud Cardiovascular de la Universidad de Columbia, con 1.739 personas de Nueva Escocia (la mitad mujeres y la mitad hombres, aproximadamente). Duró diez años y en ese tiempo, además de los datos clínicos, recogieron la satisfacción o optimismo de los participantes en una escala de 0 a 5.

El resultado es que los que no son nada optimistas tienen un 22% más de riesgo de sufrir un infarto que los que son un poco optimistas, y estos últimos un 22% más que los que son moderadamente optimistas. Además, a los más optimistas en general no les afecta el hecho de que haya un pequeño chopera o depresión.

A la hora de interpretar los resultados, los investigadores han tenido en cuenta diversos mecanismos fisiopatológicos, pero han reconocido que aún deben seguir profundizando. Mientras tanto, por si acaso, intentaremos seguir el título que han puesto al artículo: "Dont worry, be happy".

Publicado en Gara

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