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Lo que nos diferencia de otros animales

2006/09/24 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

El hombre, en general, se gusta a sí mismo y tiende a pensar que está por encima de otros seres vivos; piensa que es el mejor de todos, el más desarrollado... Sin embargo, a menudo se pregunta ¿qué nos diferencia de otros animales? La pregunta parece sencilla pero no es fácil de responder. Eso sí, muchos intentan encontrar respuesta, entre ellos los genéticos. Y ahora puede haber encontrado una respuesta, o una parte de la respuesta, o al menos una huella.
Es la pregunta de siempre: ¿qué nos diferencia de otros seres vivos? ¿Qué nos hace humanos?

La huella se ha obtenido al comparar los genes de diferentes especies. De hecho, han comparado el ADN humano con el de chimpancé y macaco. En el árbol de la evolución, estas dos especies y el ancla del hombre de hoy se encuentran en el mismo ramal (en la rama de los primates). Posteriormente se han comparado con el ADN de otras especies mucho más alejadas de la evolución, observando una gran diferencia en el gen que codifica una determinada proteína. ¿Esa será la clave?

No lo saben. La proteína es la misma en todas las especies (DUF1220), el gen que la codifica, pero la diferencia radica en el número de copias del gen: el hombre tiene 212 copias, el chimpancé 37, el macaco 30 y el ratón y las ratas sólo una. ¿No es la parte débil, no? Los investigadores creen que esto tiene algún significado.

Las copias no son inútiles

La proteína que ha despertado la atención de los investigadores está sobre todo en el cerebro, concretamente en la zona de la inteligencia.

En estudios anteriores, cuando se buscaban diferencias genéticas entre especies, los investigadores se centraban en las ‘letras’ del ADN. De hecho, el ADN se puede leer como una combinación de cuatro letras. Y según los genetistas, en un lugar determinado había una letra u otra, eso implicaba diferencias entre las personas y entre las especies. Sin embargo, se están dando cuenta de que el ADN también presenta diferencias de otro orden y que además tienen una gran importancia en la evolución de las especies.

Por ejemplo, en el ADN hay partes repetidas. Antes no le miraban demasiado. Ahora se está observando que el número de copias del mismo gen (repetidas veces) varía de una especie a otra. Y parece que esto está relacionado con la evolución.

También en este caso, el número de copias de este gen puede estar relacionado con la evolución y el desarrollo de la inteligencia. La proteína que codifica el gen se ha encontrado en muchas partes del cuerpo: corazón, bazo, músculos y intestino delgado, pero sobre todo en el cerebro. Y en el cerebro, no en cualquier parte, sino en el neocortex. Sus neuronas tienen funciones relacionadas con la inteligencia, por eso la proteína ha despertado la atención de los investigadores.

¿Cuanto más, mejor?

Existen partes repetidas del ADN que consideran que ha influido en la evolución.

Parece que las repeticiones por mutación en el ADN a veces son beneficiosas. En cuanto a este gen, cuanto más copias hay, más inteligente es la especie. O por lo menos así lo hemos entendido nosotros, los seres humanos, es decir, los linajes de la especie más avanzada e inteligente.

Sin embargo, aún quedan muchas preguntas por responder por parte de los científicos. Sobre todo quieren saber cuál es su función. Sospechan que tiene que ver con el nivel de inteligencia, pero… ¿cómo demostrarlo? En el ratón, cuando quieren saber cuál es la función de una proteína, crean un ratón transgénico sin género que la codifica. Estudian las consecuencias de la falta de proteínas respecto al ratón convencional, así como las funciones de la proteína en sí misma. Pero en los primates no se puede hacer eso, claro. Por lo tanto, deberán seguir intentándolo por otros medios. ¡A ver si esta proteína del cerebro les ayuda!

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