Ultrasonidos para contener hemorragias internas
2001/11/16 Agirre Ruiz de Arkaute, Aitziber - Elhuyar Zientzia
La lesión de un vaso u órgano de sangre como consecuencia de un golpe en un accidente puede dar lugar a un sangrado y durante este tiempo es de vital importancia recibir asistencia médica. Sin embargo, la inmovilización del flujo sanguíneo requiere cirugía y requiere demasiado tiempo para ello. De hecho, en una hemorragia arterial la velocidad de la sangre es muy elevada; una rotura de un milímetro puede provocar la salida total de sangre en 45 minutos.
Desde hace tiempo se ha utilizado el calor para frenar los derrames de sangre. En las operaciones actuales también se aplica una corriente eléctrica de alta intensidad para la generación de calor. Con el calor se producen cambios en la estructura de los vasos sanguíneos y tejidos circundantes: se reducen los vasos sanguíneos, se coagula la sangre y se cierran las venas. Pero la cirugía es inevitable, ya que es necesario mantener contacto directo con el tejido herido.
Ahora, sin embargo, los físicos de la Universidad de Washington están desarrollando la forma de diagnosticar y tratar los ultrasonidos. Derivando los ultrasonidos de alta intensidad al vaso sanguíneo u órgano lesionado se puede alcanzar una temperatura aproximada de 70 ºC en un segundo. Esto provocará la desnaturalización de las proteínas y la coagulación de la sangre, dejando de sangrar el órgano. Este método no requiere cirugía y puede ahorrar mucho tiempo. En concreto, se está desarrollando un aparato que puede ser trasladado al lugar del accidente.
Además de cerrar la herida servirá para detectar una hemorragia interna. Hoy en día es difícil, ya que la hemorragia interna no presenta síntomas fácilmente identificables. Por tanto, los ultrasonidos permitirán una detección y tratamiento mucho más rápido.
Gai honi buruzko eduki gehiago
Elhuyarrek garatutako teknologia