Aitziber Sarobe: "Si queremos proteger el alcornoque tenemos que reservar la zona"
Aitziber Sarobe: "Si queremos proteger el alcornoque tenemos que reservar la zona"

Pues que en la Cornisa Cantábrica aparece en muy pocos lugares, eso es lo que hace especial. En cuanto al País Vasco, existen pequeñas poblaciones en el norte, en los alrededores de Baiona y Biarritz. En Bizkaia también hay algunas, pero probablemente son plantadas.
Entre Getaria y Zarautz, en cambio, hay bastantes: Sobre Gárate, en Santa Bárbara... En el parque de Vista Alegre hay también alrededor de 80 ejemplares, que no son plantados, sino que se encuentran desde antes de la construcción del parque. Los alcorques se extienden hasta Orio, pero la mayoría están aquí. Los alcornoques los realiza principalmente con el madroño y el roble, así como con el aburrimiento y el arte, y así nos aparece aquí.
Siendo tan escaso en el Cantábrico, ¿cómo está aquí?Es curioso que el alcornoque esté aquí, ya que en realidad el clima es mediterráneo. Necesita un clima seco y una tierra rica en silicio para vivir, por lo que está muy extendida en el sur peninsular y en el norte de África. Ese es su lugar. En la orilla cantábrica, por su parte, encontramos otras condiciones: el clima oceánico y la piedra caliza dominan la tierra.
En este litoral, sin embargo, se genera un microclima especial con temperaturas relativamente templadas y, además, en algunas zonas la tierra es rica en silicio. Por tanto, el alcornoque ha encontrado su lugar en estas zonas y se ha adaptado perfectamente.
Sin embargo, todavía no sabemos si el alcornoque se trajo aquí o en una época que siempre ha existido. Según la primera hipótesis, en la antigüedad el clima era más templado y el alcornoque cubría toda la costa, por lo que estas arboledas son una huella de una expansión más amplia. Otros creen que por su utilidad fue traída y plantada por el sur, y que después se ha mantenido porque se utilizaba. Hay razones a favor y en contra de ambas hipótesis, y los estudios palinográficos realizados no han conseguido aclarar nada.
¿Para qué lo usaban?
XVII. Gracias a algunos documentos del siglo XX sabemos que en aquella época la madera de la alcornoque era utilizada en la construcción naval. Parece que tiene la madera ideal para ello y es muy buena para hacer fuego, ya que dura mucho tiempo en el fuego.
Sin embargo, no se han encontrado referencias al corcho. En ningún sitio hemos leído que el alcornoque se le quitaba el corcho para hacer los tapones y no hemos encontrado ningún indicio de ello. En Portugal la industria del corcho es muy importante.
Por otro lado, en Andalucía y Extremadura los alcorques forman parte del dehesa y la bellota de alcornoque sirve para la cría de cerdos. Aquí, sin embargo, no parece que se aproveche para ello, ya que el roble y el arte eran abundantes y los cerdos comían su bellota.
Eso sí, hay una costumbre que se ha mantenido hasta la fecha: En Navidad la gente toma corcho para adornar el nacimiento. Y esta costumbre ha hecho un gran daño al alcornoque porque lo hacen de cualquier manera. Si se retira correctamente el corcho, el árbol no sufre, pero si se coge cualquier instrumento y se extrae de esa manera, existe un gran riesgo de herir la piel. Después, es muy fácil introducir hongos o parásitos por esa herida y, por tanto, enfermar el árbol.
Sin embargo, parece que ahora la gente hace menos belenes porque los compran o sustituyen a Olentzero, lo que hace que no se dañen tanto como antes los alcornoques.
Además, ahora está protegido, ¿no? ¿Cuáles son las medidas de protección?
Sí, está protegida. Para empezar, este árbol está catalogado. Esto es un trabajo ya realizado, de manera que sabemos, al menos, cuántos y dónde están. Posteriormente, en 1990, el Gobierno Vasco decidió apoyarlo por la escasez de las mismas y por su alto valor cultural y ecológico.
Al estar protegido no se puede cortar, no se puede quitar el corcho de cualquier manera... Sin embargo, la gente no conoce demasiado el alcornoque, no le parece llamativo o especial y por eso lo deja en paz. Sin más.
¿Y tiene enemigos?Desgraciadamente sí. Su mayor enemigo ahora es la uva. En este momento el txakoli se ha convertido en un buen negocio y el mejor lugar para plantar la uva es la zona de alcornoque. Y ese es el problema.
En mi opinión, y esto también es una opinión de Arkamurka, no es legal confiar al baserritarra la responsabilidad de proteger el alcornoque. Es comprensible que el baserritarra intente sacar el máximo partido a sus tierras. A él no le parece justo que el vecino del caserío contiguo pueda poner toda la uva sin problemas, y él no tiene derecho a ella porque en sus tierras hay un alcornoque. Por eso hay que ayudarle.
En este sentido, vemos oportuno que cuando alguien incumple la ley, la sanción no sea en dinero, sino que se obligue a reparar de alguna manera el daño que ha causado a la naturaleza. Así se hizo hace unos años. Entonces, un campesino lanzó más de un centenar de alcornoques para introducir la uva. Se interpuso la denuncia y en el juicio se determinó que debía plantar tantos alcornoques como se había echado. Hasta ahí bien. Pero lo cierto es que hizo trampa: plantó alcornoques, pero los colocó en un lugar más pequeño que el que antes ocupaban. Por lo tanto, ahí el alcornoque ha perdido su sitio.

Siempre se puede hacer algo. Para empezar, la gente sólo quiere lo que conoce, así que uno de los objetivos de Arkamurka es dar a conocer al público el alcornoque.
Sabiendo que es un árbol de gran valor, será más fácil cuidarlo entre todos. También es importante que la gente esté a favor a la hora de tomar medidas de protección. También hay que mencionar la labor de los guardas forestales, que les cuidan de cerca y de uno en uno.
En cualquier caso, en mi opinión, no se trata de proteger el propio alcornoque, sino de preservar y proteger el espacio de éste. De lo contrario, si se le quita lo que le rodea, queda una especie de museo vivo.
En este sentido, veo con buenos ojos los esfuerzos que se están llevando a cabo para designar un lugar de interés comunitario. Se trata de una nueva figura creada por la Unión Europea, en la que se incluyen pequeños ecosistemas. Es muy apropiado para este tipo de espacios, ya que son demasiado pequeños para ser parques naturales, pero merecen protección. El Gobierno Vasco ha hecho la propuesta y no sé si Europa ya lo ha aprobado, pero al menos la solicitud está hecha. Con ello se integraría en la Red Natura 2000 asegurando así la protección de todo el espacio.
Además, se prevé plantar y recuperar en zonas próximas en las que actualmente no existe alcornoque. Y ese es el camino: no basta con proteger el propio árbol, hay que reservar la zona.
Salida del trabajo realizado en 1988 por los alumnos de 8 de la ikastola Salbatore Mitxelena

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