La cabra, fiel compañero de viaje del hombre
2001/05/10 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Para llegar a esta conclusión, se ha analizado el ADN mitocondrial de 88 grupos de cabras de Grecia, Mongolia, Islandia y Sudáfrica. Este ADN se transmite a través de la madre y tras observar sus cambios, han visto que las cabras fueron domesticadas en tres lugares diferentes en diferentes épocas.
Otros animales han sufrido muchos más cambios genéticos, por ejemplo, el ADN mitocondrial del 50-80% de las vacas está relacionado con el lugar de residencia, es decir, se domesticaba lo local. Por el contrario, sólo el 10% de las cabras están relacionadas con el lugar donde vive. Así que viajó con el hombre de un continente a otro.
Y es que las cabras son buenos compañeros de viaje, sobre todo porque se adaptan bien a los ambientes y a las duras condiciones y pueden comer casi todo. Además, tienen una talla adecuada y se pueden aprovechar la leche, la carne y el cuero. Aunque en la actualidad el crecimiento de otros animales está más extendido, 700 millones de cabras crecen en todo el mundo, sobre todo en los países en desarrollo. Y antiguamente se llevaban a bordo como fuente de leche y carne.
Según los investigadores, los primeros grupos fueron los domésticos. La más extendida se produjo hace unos 10.000 años en Oriente Próximo, y el 90% de las cabras estudiadas procede de este grupo.
Otro grupo, origen del 6%, se asentó en el suroeste asiático hace unos 2.000 años. Por último, el grupo más pequeño se domesticó hace unos 6.000 años y han visto su huella en algunas cabras de Europa y Mongolia.