Cascadas de Iguazú
Las cataratas de Iguazú son una de las maravillas más bellas y espectaculares del mundo que ha creado la naturaleza. Se encuentran en la frontera entre Argentina y Brasil y son alimentados por las aguas del río Iguazu.
El río tiene el mayor caudal de agua entre los meses de noviembre y marzo, coincidiendo con la época de lluvias en la zona. En estos meses, las cascadas arrojan de media un millón de litros de agua por segundo, es decir, como si vaciáramos 10 piscinas olímpicas por segundo. El número de cascadas depende del caudal del río Iguazu. Si el caudal es pequeño, 160 cascadas, y si es grande, 260. El más grande de todos es el “Cañón del Diablo”: tiene 80 metros de altura.
Las cataratas se formaron hace unos cien mil años. Una falla geológica rompió el cauce del río Paraná y, como consecuencia, la desembocadura del río Iguazu se convirtió en una impresionante cascada. Actualmente se encuentra a 23 kilómetros de distancia del lugar de origen de la catarata hasta el lugar actual, donde debido a la lenta pero constante erosión que produce el agua, la posición de las cataratas va retrocediendo paulatinamente.
Como el proceso de erosión continúa, las cataratas de Iguazú seguirán retrocediendo en los próximos milenios, tal y como viene ocurriendo desde tiempos inmemoriales.
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