Ronquido: mil quebraderos de cabeza
1999/11/21 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia
Según estudios realizados para el estudio del sueño, el 25% de las personas adultas es frecuente roncar. Adulto, hombre y algo grueso, este sería el retrato del ronquero.
El ronquido se produce cuando hay algún obstáculo al aire en las vías respiratorias superiores. La parte superior de la faringe, donde confluyen las lengüetas, la parte superior de la garganta, el bullicio bucal y el paladar, es fácilmente trabable. El ronquido se produce cuando algunas de las partes mencionadas al respirar confluyen y vibran.
La confluencia de estas partes de la vía aérea y la aparición de vibraciones pueden ser diversas. Por un lado, los músculos de la garganta y la lengua pueden estar relativamente débiles. En estos casos, cuando los músculos se relajan demasiado, la lengua cae hacia atrás, hacia la faringe, impidiendo que el aire se pase correctamente. El abuso de alcohol, el consumo de drogas, o simplemente el sueño demasiado profundo, pueden provocar una relajación muscular excesiva.
Los tejidos blandos de garganta, como las amígdalas y los adenoides, también pueden ser agentes del ronquido. La presencia de un paladar blando y un gran lóbulo bucal también puede reforzar la rigidez. En estos casos, tanto el paladar como la orilla se desplazan hacia la garganta y se estrecha el paso de la faringe. Además, durante el proceso respiratorio, el paladar y la cintura bucal se cuelgan y actúan como válvulas excitantes.
Por último, entre las causas habituales de ronquido se encuentran los problemas nasales. Cuando la nariz está cerrada es necesario realizar un gran esfuerzo respiratorio, lo que provoca un mayor efecto de vacío en la faringe y facilita la movilización de los tejidos circundantes.
Independientemente de las razones de Zurrung, hay que tomar el tema con responsabilidad. Puede ser un problema más serio de lo que se piensa para la convivencia; por ejemplo, en los medios de comunicación se han podido leer más de una vez las noticias sobre parejas separadas por los rigores. Desde el punto de vista sanitario, es importante roncar. Y es que, según los expertos sanitarios, los ronquidos rompen el ritmo del sueño, impidiendo descansar adecuadamente. Cuando los ronquidos son excesivos pueden causar daños importantes para la salud. Una de las más conocidas es la apnea del sueño.
Apnea, oído pero desconocido
Se llama apnea a las interrupciones respiratorias durante el sueño, especialmente cuando éstas son superiores a 10 segundos. La apnea se llama obstructiva cuando durante el proceso respiratorio un problema de garganta o nariz impide el paso del aire. Los niños con apnea obstructiva dejan de respirar ocasionalmente; sin embargo, los pulmones siguen trabajando para liberar al que impide respirar.
Cuando la apnea obstructiva es grande, la sangre transporta poco oxígeno, lo que puede provocar problemas cardiacos y retrasar el crecimiento y desarrollo en niños. Las apneas obstructivas blandas también causan problemas, pero no son tan importantes, como la sensación de fatiga y el sueño diurno.
Para hacer frente a las interrupciones respiratorias en el sueño, primero hay que encontrar las causas y después iniciar el tratamiento adecuado. Los tratamientos habituales son:
- En el caso de niños de entre 3 y 7 años, la mayoría de las veces son problemas de amigdalas y adenoides. Una vez realizado el diagnóstico se tomará la decisión oportuna.
- La obesidad también puede provocar una apnea obstructiva. ¿Remedio? Retirada de kilos, siempre bajo control médico.
- Si el problema es nasal se resuelve con tratamiento o cirugía.
- Aparatos que se colocan en la cara y ayudan a respirar mejor mientras duerme.
Estos son los tratamientos habituales, pero, como en todos los temas en los que intervenga la salud, los expertos deben decidir qué hacer en cada caso. En el caso de los ronquidos y de la apnea, los otorrinos tienen la palabra, ellos mismos tendrán que decidir si el problema se limita a los ronquidos ruidosos o incluso existe apnea. Para ello, los expertos analizan la boca, nariz, garganta, paladar, etc. de los ronquidos. Si este estudio no es suficiente para encontrar el problema, pueden hacer un control del sueño y en función de ello decidir el efecto que tienen sobre la salud los rigores o las apneas.
El tratamiento de los ronquidos depende siempre del diagnóstico que se realice y las medidas adecuadas deben ser tomadas por los médicos. Sin embargo, existen hábitos de vida que pueden ayudar a reducir los ronquidos:
- Hacer deporte para perder un poco de peso y aprovechar la eficacia muscular.
- Evitar la sedación, ya que producen sueño profundo.
- Evitar el consumo de alcohol y atracones importantes antes de acostarse.
- Respetar las horas de sueño.
- Evitar dormir hacia arriba, ya que en esa postura los ronquidos son mayores.
- Levantar la cabecera para evitar que las partes próximas a la vía aérea vayan hacia la zona de garganta.
En comparación con otros, aunque el problema del ronquido parece poco importante, provoca muchos quebraderos de cabeza a quienes lo tienen y a quienes lo soportan. Imagínate que en España también existe una asociación de ronquidos, creada con el objetivo de ayudar e informar a los que roncan. También tienen su web en internet en la siguiente dirección: http://personal.redestb.es/eros/suenyo.htm.
¡A dormir bien y silencio!
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