Blanco y aparente. Acceso a la nieve en cualquier momento y lugar
2004/03/07 Lexartza Artza, Irantzu - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
Para esquiar fuera, para esquiar dentro, para ver los alrededores en blanco y blanco en junio, o para ambientar la Navidad. La nieve artificial puede tener múltiples usos y en función de estos se adaptan las técnicas de formación de la nieve.
Las estaciones de esquí utilizan la nieve artificial para alargar la temporada o para hacer frente al invierno seco. La nieve ficticia debe tener la forma y el comportamiento del verdadero en las pistas de esquí. Por ello, la nieve a máquina ha mejorado notablemente en los últimos años y es cada vez más dependiente de productos químicos. La base de esta nieve es el agua. A menudo, trituran grandes bloques de hielo y salpican los trocitos con ayuda de un cañón. En otras ocasiones el cañón expulsa el agua justo por encima del punto de congelación. Por medio de aire comprimido o ventiladores eléctricos, el agua es atomizada y dispersada en pequeñas gotas en una amplia zona para ser congelada antes de golpear el suelo. En los centros deportivos interiores, el agua se congela normalmente con nitrógeno líquido o dióxido de carbono.
Junto con el agua se necesita otro componente para que el agua pueda formar cristales de hielo alrededor del mismo. Este material puede ser de varios tipos, y para elegir el más adecuado hay que tener en cuenta la temperatura. Cuando la temperatura es relativamente baja (-6/-9 ºC) se puede utilizar prácticamente cualquier impureza. Se utilizan principalmente iones de calcio y magnesio, partículas de arcilla o materia orgánica. Sin embargo, si la temperatura no es suficientemente baja (por encima de -5 ºC), se necesitan materiales más complejos. Se pueden utilizar yodo de plata, jabones y detergentes, hongos o líquenes, entre otros.
En cualquier caso, los productos químicos elaborados al efecto son los más utilizados. La más conocida es Snomax. La cristalización del hielo se realiza con proteínas de una bacteria que incide y parece real. El nuevo producto llamado Drift también está ganando fuerza. Este producto hace que el agua se congele más rápidamente debilitando los enlaces de hidrógeno, lo que permite preparar las pistas más rápidamente.
Además, la nieve artificial también puede utilizarse para controlar las condiciones de las pistas de esquí. De hecho, el uso de las pistas ha cambiado mucho debido a la difusión de snowboard y otros deportes. Esto ha influido en la preparación de las pistas y ahora utilizan la nieve artificial para adaptar cada zona a un deporte concreto.
Por otro lado, en algunos lugares se utilizan ‘pistas secas’. En ellos sólo necesitan una pendiente para poder colocar sobre ella una superficie que cumpla las condiciones de esquí. Esta superficie puede ser de madera, metal o plástico, y la mayoría puede ser retirada y colocada cuando se desee. Las más recientes se asemejan a una moqueta de nieve, y la más conocida es Snowflex, que es deslizante, con varias capas, una de ellas un cojín de amortiguación de impacto. Entre las capas se bombea agua para mantener la superficie húmeda de la moqueta y reducir la fricción.
La nieve ficticia
La nieve en cualquier momento no es sólo una preocupación de la industria de los deportes de invierno. En el mundo audiovisual tampoco es frecuente esperar la nieve natural. La nieve de cañón en las estaciones de esquí no se utiliza con frecuencia en el cine, ya que con el calor de las luces se derrite rápidamente la nieve y cuando cae no da forma de copo de nieve. En cualquier caso, esto no parece ser un problema importante, ya que en el cine y la televisión se utilizan más de cien materiales en lugar de nieve.
A menudo lanzan materiales como el papel, el almidón o la celulosa y los mantienen en el aire con un ventilador. El papel es muy moldeable y el almidón y la celulosa dan buen aspecto para producir polvo de nieve o manto de hielo en las plantas y en el suelo, pero pueden ser resbaladizos al caminar sobre ellas. En el fondo o fondo, en muchas ocasiones, se utiliza la espuma de bomberos. Este material es barato, pero no se puede ir encima, ya que sería evidente que no es la verdadera nieve.
Los copos para hacer puré de patata, por su parte, parecen de verdad. Sólo tienen dos problemas: se nota de cerca que son copos de patata y no se pueden mojar si no se quiere que el decorado se rellene con puré de patata.
El paisaje nevado invernal requiere, por tanto, tener en cuenta todos los posibles acontecimientos y actores. Para conseguirlo, los científicos, los técnicos y los empresarios que se dedican a estas tareas se sienten bien implicados. En definitiva, para atraer a la gente y conseguir beneficios, los resultados deben ser persuasivos.
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