Plan de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico e Innovación 2000-2003

El centro tecnológico Ikerlan celebró el pasado 3 de noviembre en el Kursaal de San Sebastián una jornada sobre Innovación Tecnológica con motivo de su 25 aniversario. Allí, Julio Guzmán, asesor de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Presidencia del Gobierno español, presentó el Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico e Innovación (2000-2003). Este Plan afectará directamente a los grupos y empresas de investigación y desarrollo de Hego Euskal Herria (universidades, centros tecnológicos, centros de investigación). Por ello, con el fin de conocer las líneas maestras del Plan, hemos formulado una serie de preguntas a Julio Guzmán.

Plan de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico e Innovación 2000-2003


¿Qué es, en definitiva, el Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico e Innovación (2000-2003) que se aprobará este mismo mes? ¿Qué novedades tiene este Plan respecto a los anteriores?

La principal novedad del Plan es que no se trata únicamente de un plan de investigación científica, sino de un Plan de Investigación Científica y de Desarrollo e Innovación Tecnológica (en lugar de un plan de I+D, es un plan de I+D+i). Es decir, el Plan apuesta decididamente por la participación de las empresas y la generación de conocimientos científicos y tecnológicos que aporten soluciones a las necesidades de las empresas, con el fin de que el dinero destinado a la investigación y al desarrollo tecnológico (I+D) redunde en una mejora social y económica. Esta es la primera gran novedad. En segundo lugar, cabe destacar que pone en una sola dirección todos los recursos de la Administración del Estado. Antes existía un Plan Nacional, pero estaba limitado al sector público, universidades e instituciones públicas de investigación. El actual Plan abarca todas las actuaciones de todos los Ministerios y de todos los implicados en el proceso de innovación: empresas, universidades, centros tecnológicos, consultoría, usuarios, etc.

¿Han participado las administraciones autonómicas en la elaboración del Plan?

Las Comunidades Autónomas juegan un papel decisivo en el entramado institucional. La Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT) cuenta con el apoyo de diversas comisiones especiales. Uno de ellos es el Consejo General de Ciencia y Tecnología, unidad de colaboración entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Todos los informes y borradores presentados por la Administración del Estado han sido debatidos en este Consejo General, en el que se ha trabajado el consenso sobre los objetivos, estructura y medios del nuevo Plan. Este acuerdo será ratificado en los convenios de colaboración que se suscriban entre el Estado y las Comunidades Autónomas.

¿Qué recursos económicos tendrá el Plan?

El presupuesto del próximo año prevé destinar 507.000 millones de pesetas a investigación y desarrollo e innovación tecnológica. Además, se compromete a que en los próximos años el apartado correspondiente a I+D+i en los presupuestos del Estado crezca 2 o 3 puntos por encima del crecimiento general de los presupuestos generales del Estado. Esto significa que tiene prioridad sobre el resto de partidas presupuestarias.

¿Existe en el Plan alguna iniciativa o medida encaminada a aumentar la colaboración entre la investigación empresarial y la universitaria para poner en la misma dirección ambos tipos de investigación?

Sí. En este Plan, en primer lugar, se ha tratado de priorizar y orientar las actuaciones de I+D hacia objetivos socioeconómicos concretos, es decir, se ha priorizado la financiación de la investigación en temas científicos, científico-tecnológicos y sectores. Esta priorización permitirá orientar mejor las actuaciones públicas hacia los problemas económicos y sociales de nuestra sociedad. Además, se incluirán herramientas que faciliten la colaboración. Por ejemplo, los llamados convenios de colaboración. En ellas se concederán subvenciones conjuntas a grupos y grupos empresariales de universidades y organismos públicos de investigación para la realización de proyectos en colaboración.

Hasta ahora esto era imposible, ya que las universidades y organismos públicos de investigación debían dirigirse al Ministerio de Educación y Ciencia, o al Ministerio de Cultura, y las empresas, según la materia, al Ministerio de Industria, al de Agricultura o al de Promoción. Y era muy difícil sincronizar diferentes ayudas para diferentes destinatarios.

Ahora, en este nuevo tipo de proyectos, existirá una única entidad receptora de la solicitud de ayuda que variará en función del tema, y no del solicitante. Por ejemplo, en proyectos sobre tecnologías industriales, el Ministerio de Industria apoyará a empresas y grupos universitarios que realicen proyectos conjuntos. De esta manera se quiere lograr una mejor integración entre el mundo de la ciencia y el mundo de la tecnología.

En los objetivos del Plan se prevé incrementar anualmente el porcentaje de producto interior bruto (PIB) destinado a I+D en un 0,1%, alcanzando en el año 2000 el 1% en el año 2003 el 1,3%. Teniendo en cuenta que el porcentaje medio de los países que actualmente integran la Unión Europea es del 2%, ¿no es un objetivo relativamente modesto?

En primer lugar, cabe destacar que este esfuerzo no es exclusivo de la Administración. Por el contrario, el gasto en I+D es la suma de lo que hace la Administración y lo que hacen las empresas. Junto con el esfuerzo de la administración, es necesario que las empresas también lo hagan. Para ello, hemos establecido incentivos fiscales muy favorables para incentivar la participación de las empresas en la financiación de la I+D.

Alguien podría pensar que el objetivo es modesto, pero hay que tener en cuenta que este gasto se debe al incremento del producto interior bruto. España está creciendo mucho, el PIB está creciendo en torno al 5%. Por lo tanto, se está planteando una subida muy fuerte en valores absolutos. En cuanto al dinero público que se está utilizando en I+D, se observa que desde 1996 se está incrementando entre un 30% y un 40%. Así que tenemos que tener los pies en el suelo. Además, un crecimiento desigual supone una excelente orientación de los recursos. El plan es ambicioso, teniendo en cuenta que en la Unión Europea no existen otros países que incrementen anualmente el gasto en I+D en un 0,1% del PIB. Poco a poco queremos llegar a la altura de nuestros socios europeos. El objetivo es alcanzar la media europea en 2010, lo que supone cerca del 2% del producto interior bruto de I+D.

En los planes de I+D hasta ahora los recursos económicos se destinaban a la obtención de instrumentación, no a sufragar los gastos de los investigadores. Las ayudas estatales estaban dirigidas a instituciones de investigación y universidades públicas, es decir, a lugares en los que se encuentran los investigadores funcionarios. ¿Cambiará el nuevo Plan? ¿Podrán los centros de investigación privados, como los centros tecnológicos, además de la ayuda para la adquisición de equipos, acceder a ayudas para el pago de salarios de investigadores?

El anterior Plan Nacional de I+D estaba limitado al entorno público. Gestionado por el Ministerio de Educación y Ciencia, y posteriormente por el de Cultura, estaba dirigido a universidades y organismos públicos de investigación. Pero este Plan estaba compuesto por planes e iniciativas de otros ministerios. Por ejemplo, un plan del Ministerio de Industria subvencionaba a empresas, centros tecnológicos o usuarios que trabajaban en I+D. Por tanto, se concedían ayudas para sufragar los gastos de personal de las entidades privadas, pero siempre que los gastos de personal se encontraban en proyectos concretos, es decir, no se trataba de una financiación básica destinada a todo tipo de actividades. El nuevo Plan Nacional recoge esta visión. De hecho, dado que el Plan contempla a todos los agentes, no se limita a la financiación de los investigadores de los organismos públicos de investigación a través de sus presupuestos, sino que también financiará los gastos de personal investigador, tecnólogo y demás personal dedicado a la I+D en las empresas a través de proyectos. Por tanto, las empresas dedicadas a la I+D podrán optar a subvenciones en función de los proyectos.

Además, hay otro aspecto importante: Reducciones fiscales por esfuerzos en actividades de I+D. En este ámbito se han preparado incentivos fiscales muy atractivos para las empresas, que alcanzan el 60% de reducción fiscal de las sociedades.

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