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Gigante para explorar lo pequeño

2007/09/12 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

En noviembre lo necesitaba, pero si todo va bien, en mayo del año que viene comenzará a trabajar el acelerador de partículas más potente de todos los tiempos. Conocido como LHC, se encuentra en Ginebra y será el niño favorito del CERN, símbolo del laboratorio europeo de Física de Partículas.
El acelerador LHC comenzará a trabajar en mayo
A. Saba/CERN

En los aceleradores de partículas, los científicos hacen lo que su nombre indica: acelerar las partículas, acelerar y hacer chocar. Trabajan con partículas menores que el átomo para conocer mejor los principios de la física y del universo.

Para hacer lo que se dice en pocas palabras, necesitan de la última tecnología. Necesitan una tecnología puntera para la realización de experimentos (el acelerador está situado en un túnel circular de 27 kilómetros, se necesitan imanes superconductores extremadamente eficientes para acelerar y controlar los protones, trabajarán casi a cero absoluto, al vacío...), y necesitan una capacidad de computación puntera para recibir, analizar e interpretar los resultados (si se tiene en cuenta que calculan que acumularán información anual para 15 petabytes, suficiente información disponible para de 2.250.000 DVD). El LHC es un proyecto gigante que ha requerido una gran inversión. El recorrido ha tenido muchos retrocesos y han pasado tres décadas desde que lo comentaron por primera vez, pero finalmente se pondrá en marcha en breve.

En el acelerador LHC de Ginebra trabajarán principalmente con protones. Se acelerarán espectacularmente y les harán chocar con una energía increíble. Y los científicos investigarán los resultados de estas colisiones, es decir, investigarán qué partículas se producen en ellas, observarán qué fenómenos se producen, para conocer mejor los principios del universo, o lo que es lo mismo, las leyes básicas de la física.

Los físicos utilizan el Modelo estándar de la física de partículas para conducir en un mundo básico. Al margen de la gravedad, este modelo describe todas las fuerzas físicas. Es una teoría que recoge casi todo lo que se conoce sobre partículas y fuerzas subatómicas y que describe todas ellas y sus relaciones a través de colecciones de principios y ecuaciones concretas. Constituida en la década de 1970, es la mejor herramienta para describir el universo hasta la fecha. Y es que los avances realizados desde entonces siempre han confirmado. Sin embargo, este modelo no los ha adoptado

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-uniendo todos los extremos y tirando de ellos, surgen otras teorías. En esta zona de hebras trabajará el nuevo acelerador del laboratorio CERN. De hecho, los físicos han calculado que las partículas que hasta ahora no han podido ser detectadas o generadas podrán ser generadas y detectadas en el nivel de energía en el que trabajará el acelerador.

Los físicos que trabajan en la física de partículas están convencidos de que el LHC será la puerta de un nuevo mundo
Maximilien Brice/CERN

Uno de ellos, el más deseado, es el bosón Higgs. Según el modelo estándar, el bosón Higgs es una partícula básica responsable de que las partículas tengan masa. El bosón Higgs está en el núcleo del modelo estándar y tiene que existir para que se cumpla. Lo cierto es que nunca lo han detectado, aunque lo anunciaron en la década de 1960. Pero parece que ha llegado el momento y los participantes en el proyecto creen que de la mano de la capacidad del LHC lo detectarán en un plazo máximo de dos años.

Cuando lo logren, será una aportación muy importante, ya que ratificará el modelo utilizado para comprender el universo. Sin embargo, los físicos esperan con más ganas los descubrimientos casi más allá del modelo estándar. Es difícil entender con precisión cuáles pueden ser: hablan de materia y de antimatería; de supersimetría, del modelo que puede suceder al Modelo estándar; de nuevas dimensiones, de diminutos agujeros negros, de nuevas partículas desconocidas, y de la materia oscura...

Sin embargo, aunque no se entienda exactamente, la idea principal es la nueva física, esperan y quieren sorpresas. Los físicos que trabajan en la física de partículas están convencidos de que el LHC será la puerta de un nuevo mundo y están deseosos de poner en marcha el acelerador. Prueba de ello es la literatura que ha creado antes de empezar a trabajar: El acelerador LHC se menciona de forma significativa en 4.000 artículos de investigación (por primera vez en 1984), lo que ha sido anterior del CERN ha generado algo menos en sus 14 años de actividad.

Publicado en Berria

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