Detectan sustancias PFAS en la sangre de los niños de Gipuzkoa

Detectan sustancias PFAS en la sangre de los niños de Gipuzkoa
La UPV/EHU ha detectado sustancias PFAS en la sangre de menores de las comarcas del Urola y Goierri, en colaboración con Biogipuzkoa y Salud Pública. Aunque no se ha detectado un riesgo inminente de salud, se recomienda realizar un seguimiento mayor para controlar la exposición y sus consecuencias. Además, solicitan la actualización de la normativa vigente.
Debajo del nombre PFAS hay un amplio grupo de sustancias: Más de 14.000 compuestos. Son ampliamente utilizados en la industria y en muchos productos de consumo habitual como utensilios de cocina antiadherentes, envases para alimentos y tejidos impermeables. Estas sustancias son muy persistentes en el medio ambiente y pueden ser tóxicas y peligrosas para la salud.
En este estudio se han analizado las muestras de sangre de 315 menores de Urola y Goierri tomadas entre 2011 y 2022 en el proyecto INMA. En estas muestras se detectaron 18 muestras con una búsqueda de 42 compuestos, siendo las más frecuentes las que se detectaron a tasas de entre el 70 y el 97%. En palabras de los investigadores, los resultados ponen de manifiesto la gran exposición que tenemos. Reconocen que es difícil saber si los niveles de PFAS encontrados en los organismos de menores son elevados o bajos, ya que este tema no se ha estudiado lo suficiente como para definir límites seguros para los seres humanos. En cualquier caso, consideran que es preocupante que haya tanto, y que es importante que se hagan más investigaciones de este tipo, para conocer mejor las consecuencias y buscar la manera de minimizarlas.
También han evaluado los riesgos que puede tener el PFAS en el hígado y desarrollo de los niños y, en general, han concluido que no hay señales de riesgo inmediatas. Sin embargo, han advertido de que, aunque ahora no parece preocupante, lo más probable es que el riesgo sea mayor de cara al futuro. Según han explicado, los métodos actuales de evaluación del riesgo tienen límites significativos, ya que se basan principalmente en investigaciones en animales, lo que reduce su precisión al ser extrapolados a seres humanos. Por lo tanto, advierten de la necesidad de ajustar los métodos de evaluación del riesgo y realizar más estudios basados en las personas para obtener datos más realistas.
Por otra parte, los investigadores han subrayado que la normativa vigente para limitar el uso de sustancias PFAS no ha sido del todo eficaz, ya que, aunque se han aplicado límites a algunos PFAS, estos compuestos permanecen presentes en los niños. Además, consideran que la normativa debería actualizarse para tener en cuenta los nuevos compuestos que se están formando, ya que su presencia está demostrada. En este sentido, insisten en la necesidad de realizar más estudios sobre la toxicidad de los PFAS más recientes, cuyo riesgo aún no está aclarado.
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