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¿Cuándo murió? El insecto te dirá

2007/08/12 Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia

Once crímenes sin resolver en el mundo. A veces, seguramente, no se ha pillado al autor de estos crímenes y otros muchos no se han investigado. Esto no significa que la ciencia forense esté estancada. Aunque no se encuentra ninguna huella biológica del autor, la ciencia forense ofrece otras posibilidades.

La especie Liosarcopbarra aegyptica no era conocida en la península Ibérica hasta que fue encontrada en el campus de Leioa. (Foto: Marta Saloña)

Cuando los muertos se encuentran por casualidad, se quiere saber cuándo ha ocurrido la muerte. Para ello se puede extraer información sobre el cuerpo corrupto. Un curioso estudio nos revela el tiempo de descomposición: estudios de moscas que se alimentan de tejidos muertos, cadáveres, etc.

Son insectos propicios para asuntos forenses. Estas moscas, al cabo de unos minutos, son capaces de percibir el cadáver, incluso a una distancia de kilómetros (los humanos necesitamos unas horas para apreciar el desagradable olor de este cadáver). Posteriormente colonizan este cadáver. Se ponen los huevos y al cabo de unas horas nacen las larvas. Cuando estas moscas larvas crecen y se hacen mayores, abandonan el cadáver. De hecho, en este mismo cadáver se encuentran también sus depredadores. Por ello, puede ocurrir que se vaya a estudiar un crimen y no se descubra ninguna larva de insectos, ya que los insectos ya han abandonado el cadáver.

La investigación del crecimiento o desarrollo de estos insectos es una tarea compleja, especialmente en el País Vasco. De hecho, el conocimiento sobre el tiempo de crecimiento de estos insectos y los patrones de distribución es bastante escaso. ¿Cómo saber qué insectos hay en el cadáver?

Insectos en cadáveres

El cadáver de un cerdo.
Marta Saloña

Investigadores del servicio de entomología forense de la UPV-EHU analizan los insectos colonizadores de cadáveres y sus tiempos de cría. Alguien puede preguntar: “Y todo esto, ¿para qué?” para saber cuánto tiempo lleva muerto el cadáver. De hecho, si no se dispone de datos suficientes para blanquear al autor de este crimen, puede ser de gran interés el estudio de los insectos presentes en este cadáver. En este sentido, en las películas, con frecuencia, se plantean preguntas al sospechoso como: ¿Dónde estuvo entre las doce de la noche y las dos de la mañana? Por ejemplo, cuando los resultados de las investigaciones demuestran que esa persona murió durante ese tiempo.

Para el estudio de los insectos de los cadáveres, en primer lugar, los investigadores instalan varias trampas en campo abierto. Por supuesto, estas trampas tienen un anzuelo para atraer a los insectos que en cada caso interesen. Por ejemplo, los insectos que se alimentan de animales muertos son atraídos por vísceras animales. Atraen principalmente a las moscas maduras hembras. El problema es que las hembras son más difíciles de identificar, mientras que los machos presentan características propias más evidentes. Por ello, los investigadores toman larvas de estas hembras hasta conseguir machos que permitan una identificación más fiable de la especie.

La entomología forense nos ayuda a atrapar al asesino.

Se colocan en un medio de cultivo adecuado en condiciones similares a las que tendrían en un cadáver. Miden cada día su tamaño hasta completar los gráficos de crecimiento. Estos gráficos se realizan a diferentes temperaturas. No es lo mismo que la descomposición del cadáver se produzca en invierno que en verano.

Ya se han descrito todas las fases larvares de algunas especies. Por lo tanto, una vez localizado el cadáver y recogidas las larvas, pueden conocer la especie mosca a la que pertenece y calcular el tiempo que lleva muerta la persona, analizando las tablas de cultivo de dichas larvas.

Sin duda alguna, puede ser una información de gran interés, especialmente para futuras investigaciones forenses que se puedan realizar en el País Vasco.

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