Flor invernal: Lilipa
1994/02/01 Terés, Joxepo Iturria: Elhuyar aldizkaria
En invierno hay flores bonitas, y prueba de ello es el lilip. A finales de enero, a veces en la nieve, comienzan a vestirse de hierba y amarillo. Se extiende desde las laderas del mar hasta los prados y laderas de nuestros montes (Gorbeia, Hernio, Aiako Harria, Urbasa, ...), una preciosa planta en la que los prados y los brezales anteriormente mencionados son para ella hábitats de gran interés.
Esta lilipa es una planta endémica de la zona atlántica de Francia/Iberia que, aunque aparece en varias zonas del sur, se limita principalmente a zonas de influencia atlántica, con suelos húmedos, ácidos y silíceos de gran interés.
Esta planta suele ser de tamaños muy diferentes (10-30 cm), pero es fácil identificarla si nos fijamos en su flor simple. Esta flor, en forma de embudo, tiende a mantenerse más o menos horizontalmente por el tallo. Su color amarillo puede tener diferentes tonos, con olor débil. Estambres dentro de la corona floral y pistilo exterior. Las hojas suelen ser verdes intensas, muy embutidas, casi cilíndricas y sobresalen de un pequeño rodaballo (de su raíz) 2-4. Cabe destacar que estos rodaballos son algo venenosos.
Esta fascinación se citó en la Piedra de Aia en 1861, y hoy podemos verlo en el mismo lugar. Según los farmacéuticos de nuestro entorno, todos los Narcissus bulbocodium que aparecen en Euskal Herria deben llevar el citrinus subspecial. La verdad es que dentro de este género los botánicos tienen dificultades para determinar algunas especies, ya que hay hibridaciones entre especies, utilizando también especies diversas como flores ornamentales.
En Europa se conocen cerca de 40 especies, de las cuales 15 aparecen en el País Vasco (incluyendo 2 híbridos). La mayoría de las plantas son endemismos de diferentes extensiones y si una vez más nos planteamos estudiar este género.
FICHA TÉCNICA Lilip Familia: AmarilidazeosEspecie: |
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