Mario Sáenz de Buruaga: "Los animales son fauna antes de la caza"
Mario Sáenz de Buruaga: "Los animales son fauna antes de la caza"
Ya tenemos la época de caza muy adelantada y en Euskal Herria, además de los contrarios a la caza, hay muchos cazadores. ¿Cuántos cazadores o licencias hay?
Cambia año tras año, no sé exactamente cuántos son, pero creo que son cerca de 40.000. El País Vasco cuenta con la segunda mayor densidad de cazadores del mundo, situándose en Malta.
¿Pero hay caza para todos? ¿Qué cazan?

En Euskal Herria, como en otros lugares, se caza lo que se puede. Pero hay que diferenciar dos zonas: En Bizkaia, Gipuzkoa e Iparralde se caza mayoritariamente migrantes. En el sur de Álava y Navarra, la caza de migrantes se realiza con menor intensidad y la caza de especies sedentarias, principalmente perdiz, liebre y conejo. Me refiero siempre a la caza menor. En cuanto a la caza mayor, se caza en toda Euskal Herria, como el jabalí, el corzo y el ciervo. Se puede decir que son buenos tiempos para la caza mayor y malos para la caza menor.
Existen varias formas de caza. ¿Cuáles son los más habituales en nuestro entorno?
Los más habituales dentro de la caza menor y migratoria son, sin duda, la caza de la paloma desde los puestos de paloma y la caza de la becada con perro de caza. También en Álava, la caza de la perdiz y la codorniz con perro. Y en caza mayor, batidas a los jabalíes y, en los últimos años, caza al acecho del corzo. En Gorbeia (Araba y Bizkaia) también se realizan batidas para ciervos.
Cuando se nombran refugios o se prohíbe cazar alguna especie, los cazadores se quejan, no les gusta, pero tomar esta misma medida en otros territorios es beneficioso para los cazadores locales.
Lo que ha mencionado es muy importante, ya que a nivel europeo no existen plataformas que elaboren planes internacionales de caza. Eso sería realmente interesante: Si desde la Diputación Foral de Bizkaia llaman a las instituciones de Dinamarca, Alemania, Finlandia y Rusia y, por ejemplo, a partir de los censos, dicen que la becada ha caído muy mal este año, no poder cazar aquí. Pero eso no lo tenemos. Este es uno de nuestros mayores problemas.
Por otro lado, en la caza de migrantes existe un principio de solidaridad, pero no se tiene en cuenta. Por eso nunca me ha gustado la contrapasa. No por la cantidad de palomas que se cazan. No me parece bien tirotear en el largo viaje de ida, tirotear durante la invernada y volver a cazar cuando vuelven a cría. Y además, en época de cría de otras especies.
Hemos mencionado las formas de cazar, cada una deberá gestionarse de forma diferente, ¿no?
Sí, claro. En la migración, por ejemplo, yo reivindico tener cuidado con los cupos. Con ello, al menos en ocasiones, se evita que en esas fechas de fuerte sedentarismo que sufre la caza migratoria en el RD, como son los resfriados, el mal tiempo, etc., se produzcan capturas extraordinarias. Es el caso de las becadas.
En los sedentarios habría que analizarlo en cada caso. Por un lado, el estudio de la población disponible y, por otro, el estudio básico del hábitat. Todo ello debe reflejarse en un cupo y, por último, hacer un seguimiento.
¿Se realiza un seguimiento?
Es preocupante, pero esta parte está prácticamente abandonada. Podríamos hacer un plan muy bueno, a cinco años fijando los modelos demográficos, pero si en el segundo año se ha quemado el algodón, habría que revisarlo; o si durante dos años hemos sufrido una fuerte sequía, igual. No me gusta mucho cómo se articuló esta fase de seguimiento en la normativa.
Cuidado, sin embargo. Normalmente nos acordamos de una mayor limitación de la caza con cupos y planes. Pero también puede suceder lo contrario. En los dos últimos años, la población de conejo en Navarra ha crecido considerablemente, lo que es espectacular desde el punto de vista ecológico. Pero si en el plan anterior podían existir 2 conejos de caza por día, ahora puede subir el cupo a 10. El plan debe ser una herramienta dinámica.
Sí, pero quizá con el número de conejos y los cupos apenas se podía alimentar un águila. Pero, al añadir el conejo, ¿subir el cupo y que el águila siga en el pasado? ¿O también se analiza la posibilidad de mejorar su situación?

Eso sí sería lo más adecuado. En teoría, en un plan de ordenación habría que tener en cuenta los predadores, el estado de la fauna, los depredadores... pero no podemos engañar a nadie, normalmente la caza es el núcleo del plan. Un técnico debería utilizar el principio de que los animales son fauna antes de la caza y ver todo el ecosistema. Pero en los censos no trabajamos tanto con las densidades de los depredadores. ¿Por qué?
El cazador no puede pagar una tesis doctoral en cada plan. En esta pregunta reivindicas la ética total de los técnicos y eso me preocupa, porque sé que hay técnicos que han hecho planes sin levantarse de la mesa.
Ha dicho que los territorios con gestión mínima tienen más fauna que los espacios libres. ¿La tenencia y gestión de especies cinegéticas también beneficia a otras especies, como ocurre con las especies emblemáticas?
El oso y similares son las denominadas especies de paraguas. Al realizar una buena gestión del oso se cree que la gestión del bosque es buena, lo que beneficia a otras muchas. En el caso de la caza, las piezas suelen ser especies presa, situadas en la pirámide trófica abajo, y no veo que actúen como las anteriores. Por supuesto, como consecuencia de la planificación se respetan los cupos y se mejoran los hábitats... y, en principio, estas mejoras de hábitats pueden ser beneficiosas para todo el ecosistema, desde ese punto de vista sí.
Históricamente las ‘bestias’ han muerto en los coches. ¿Todavía se hace?
Mueren los depredadores, que son, al fin y al cabo, las bestias, y provocan problemas en algunos lugares, especialmente los depredadores generalistas. Pero su control es de muy poca tradición, de poco interés, de gran cansancio y, además, de poco interés gastronómico. Al final de la época de caza, los cazadores se olvidan; sería bueno pedir permisos para reducir los corvidos, por ejemplo. Antiguamente se hacía una barbaridad: usar veneno. Hoy en día, sin embargo, hay que recurrir a otras técnicas como la homologación de un sistema de trampas, el traslado de los animales recogidos vivos o muertos… Eso no está establecido en nuestras normativas.
Además de los generalistas, los que realmente pueden matar a liebres, conejos y perdices, águila real, águila real, águila solar, búho real, águila de azor, etc., desgraciadamente son muy pocos. Y por otro lado están los carnívoros, yo creo que en general no son problemas en ningún sitio.
Sí, pero ¿quiénes somos para decidir sobre su control? Si los zorros han proliferado por el cuello de las presas, ¿hasta qué punto podríamos meter la mano?
Desde el momento en que se ha consolidado un marco comercial entre propietarios, titulares y administración existen unas reglas de juego. No vale decir que aquí cobramos, gestionamos… pero si hay una fuerte proliferación de zorros que terminará con el capital del plazo, no se puede tocar ninguna acería. No me parecería bien. Al final, deberíamos decir que la caza, como actividad, debe desaparecer y que el ecosistema debería seguir por su cuenta. Pero lógicamente, por su cuenta, no es seguir en la eranatural.
Por otro lado, no voy a reivindicar la mera rentabilidad económica de la caza, pero no la voy a dejar de lado. Y es que allí donde la población rural está disminuyendo, la caza, al menos, genera un importante movimiento económico. Se estima que en el Estado español mueve 400.000 millones de pesetas.
Entrevista completa: www.zientzia.net
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