Mario Baibich: "No pensaba que tuviera una transferencia tecnológica tan rápida"
Mario Baibich: "No pensaba que tuviera una transferencia tecnológica tan rápida"

Para ello, primero hay que saber qué es la magnetorresistencia. Se llama magnetorresistencia a la variación de la resistencia eléctrica que se produce en los materiales debido a un campo magnético. La gigantesistencia magnética es la magnetorresistencia en la que los sistemas nanoscópicos, es decir, los de espesor aproximado de 3 o 4 átomos, muestran una orientación magnética paralela o antiparalela de las capas. Cuando la orientación entre capas es antiparalela, la resistencia suele ser elevada. Cuando la orientación de las capas es paralela, baja. Esa es la base de la magnetorresistencia gigante.
En la actualidad, los discos duros que contienen ordenadores, cámaras, ipod y aparatos de este tipo funcionan con una magnetorresistencia gigante o su derivada. De hecho, con la ayuda de la gigantesca magnetorresistencia se consiguen superficies cada vez más pequeñas para almacenar información.
En el futuro, es posible que los ordenadores trabajen con memorias RAM no volátiles. Estas memorias muestran inmediatamente al encender el ordenador la misma pantalla que dejaron cuando se apaga el ordenador. Esto, lógicamente, cambiaría la forma de trabajar con los ordenadores. Y es que actualmente hay que seguir un proceso para conectar y desconectar el ordenador. Además, al apagar el ordenador, la memoria también se apaga.

Hace unos años se estableció un límite, el límite superparamagnético. Es el límite en el que los aparatos se apagan por sí mismos. Superamos esta barrera con varios trucos de ingeniería y fabricamos dispositivos que no perdían información. Sin embargo, hablar de fronteras es muy peligroso.
No creo que se pueda reducir mucho más el tamaño. Y es que trabajamos en muy pequeñas dimensiones. Actualmente trabajamos con un centenar de átomos. Sin embargo, si en algún momento consiguiéramos grabar toda esta información en un solo átomo, esto sería trabajar en el límite máximo.
Desde 1988, todos los fabricantes de discos duros trabajan con la tecnología de la gigantesistencia magnética. En la actualidad, algunos trabajan con una derivada propia. Sin duda, esta tecnología es utilizada por todos los ordenadores. Incluso si visitamos la frutería, su ordenador trabaja con una magnetorresistencia gigante. Esta tecnología ha tenido un gran éxito y se aplica a millones de ordenadores en todo el mundo.
Sí, pues. En este sentido se está investigando tanto en mi laboratorio de la Universidad Porto Alegre de Brasil (Universidade Federal do Río Grande do Sul) como en el laboratorio del Grupo de Magnetismo de la UPV. Estaría relacionado con la grabación basada en la polarización de la corriente eléctrica. La clave está en la construcción de una memoria sin aspectos móviles. De hecho, el límite de este tipo de memorias es inferior al de las actualmente producidas. No obstante, se genera debate a la hora de determinar la velocidad a la que se trabaja con este tipo de herramientas.

Se han elaborado y se seguirán fabricando once herramientas que funcionan bajo el mismo principio que la gigantesistencia magnética.
Por ejemplo, IBM ha apostado por este tipo de memorias y utiliza microhilos en las grabaciones. Por ejemplo, IBM ha apostado por este tipo de memorias y utiliza microhilos para hacer grabaciones en lugar de discos duros.
Me siento totalmente premiado. Yo mismo midió por primera vez el efecto de la magnetorresistencia gigante. Obtuve muchos resultados, pero de alguna manera no me creyeron en la primera... Detrás de todo esto hay una historia completa. La verdad es que con ellos me siento totalmente premiado. El premio Nobel lo reciben un máximo de tres investigadores, que en este caso han sido premiados por el director del laboratorio.
La verdad es que no hay mucho. Cuando realizamos las primeras mediciones, sabíamos que teníamos algo importante entre manos. Pero en absoluto pensaba que iba a tener una transferencia tecnológica tan rápida. Nunca pensé que llegaríamos a la mayoría de las casas del mundo. Pensábamos que era una investigación académica básica. Nuestro trabajo atrajo, entre otras cosas, la atención de una entidad en el ámbito de las grabaciones magnéticas en televisión de alta definición. Pero nunca imaginaríamos que se iba a expandir tanto.

Cuando estábamos haciendo aquel descubrimiento, vimos que era importante, pero no otro. Al ser un resultado nuevo, sabíamos que era importante pero no teníamos una visión de la medida.
El descubrimiento del GMR supuso una auténtica revolución en el campo de la grabación y el almacenamiento magnético. En la actualidad se pretende extender la investigación del GMR a otros materiales o sistemas. Por ejemplo, se ha trabajado mucho en sistemas nanogranulares.
Efectivamente. En la Universidad Porto Alegre de Brasil estamos investigando materiales con magnetorresistencia gigante (materiales pseudogranulares), en general, y en el Grupo de Magnetismo de la UPV, dirigido por Julián González, investigan los microhilos realizados con estos materiales (aleaciones de cobre y cobalto). Observamos que en nuestros materiales se producía una composición periódica del cobalto. Esto no se corresponde con lo que ocurre en los sistemas convencionales GMR. Pero descubrimos que en las microhablantes que estudiaba el equipo de investigadores de la UPV también ocurría lo mismo. Por lo tanto, debemos ahora intentar adivinar cómo podemos entender desde esa composición periódica la gigantesistencia magnética. Esto puede ser importante para entender el mecanismo de los sistemas GMR diferentes a los que encontramos en 1988.
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