Manuel Martín Lomas: "Me da un poco de miedo tener una gran esperanza a corto plazo"
Manuel Martín Lomas: "Me da un poco de miedo tener una gran esperanza a corto plazo"

bioBASK 2010 es una estrategia para el desarrollo de un nuevo sector empresarial relacionado con las biociencias, a la vez que se trata de una apuesta por posicionar a la CAPV en un ámbito de baja presencia. El objetivo de esta estrategia es impulsar el sector biotecnológico y el relacionado con las ciencias de la vida en la CAPV, partiendo del conocimiento y la innovación.
CIC biomaGUNE supone un paso más dentro de la estrategia bioBASK 2010, dirigida a impulsar las biociencias y el sector biotecnológico en el País Vasco.
CIC biomaGUNE, al igual que CIC bioGUNE, es un centro creado para llevar a cabo una investigación básica orientada de alta calidad. El objetivo de este centro es generar, producir, fomentar y, por supuesto, aplicar conocimiento científico y tecnológico en materia de biomateriales.

Los biomateriales son materiales funcionalizados biológicamente para cumplir una determinada función en el organismo. El sector de los biomateriales es muy amplio y se ha ido extendiendo año tras año. Los biomateriales pueden ser polímeros bioactivos o biodegradables, como implantes en odontología o cirugía. Se trata, en definitiva, de materiales biocompatibles o utilizados en el campo de las ciencias de la vida en general.
Las principales líneas de investigación que se trabajan en el centro se pueden resumir en tres palabras clave: biomaterial, bionanociencia y biotecnología. En este sentido, las principales líneas de investigación de los laboratorios se centran en el estudio de nanomateriales biofuncionales y biosuperficies.
Los nanomateriales biofuncionales son materiales de dimensiones nanométricas orientados al cumplimiento de una determinada función biológica. En el caso de las biosuperficies esta funcionalización se realiza sobre una superficie nanométrica estructurada. Esa es, de alguna manera, la diferencia entre ambos. La preparación de biosuperficies puede realizarse de diversas formas y su realización es importante en algunos aspectos de los biomateriales utilizados en la sociedad. Por ejemplo, ¿cómo reacciona una célula viva con un material inorgánico? El caso del titanio, utilizado en los implantes, es un ejemplo.
Por otro lado, los nanomateriales biofuncionales pueden ser biosuperficies.

El laboratorio de la profesora Soledad Penadés lleva varios años investigando los fenómenos del estudio molecular. Es decir, investigar cómo una molécula biológica conoce otra molécula biológica en el medio fisiológico. Esta interacción genera una respuesta. Parece que esta adhesión o interacción entre células se produce, en gran medida, entre los carbohidratos presentes en el exterior de la célula. Durante la investigación de esta interacción o adhesión se prepararon diferentes biomateriales. Estos biomateriales son capaces de sustituir esta estructura externa de la célula. Es curioso, pero así empezamos a trabajar en biomaterial.
En la actualidad tenemos entre manos un importante proyecto sobre el sida en el laboratorio de Gliconanotecnología de CIC biomaGUNE, dirigido por la profesora Soledad Penadés. En el laboratorio preparamos nanoestructuras funcionalizadas con diferentes motivos estructurales de una proteína que recoge el virus del sida. El virus del sida está rodeado por la gp-120. La estructura de esta glicoproteína se compone de varios hidratos de carbono en el exterior. Existen más de veinticuatro motivos estructurales. Este es uno de los problemas que tiene el virus del sida. Por ello, trabajamos en el desarrollo de nanopartículas de oro con diversos motivos de la gp-120. Puede que más de uno pregunte: ¿y por qué el oro? Su preparación es muy sencilla y tiene propiedades adecuadas. Este nanomaterial sustituye a la cubierta exterior del virus del sida y puede ser utilizado para evitar la entrada de virus en la célula.
Otra línea de investigación de esta unidad se centra en la preparación, caracterización y aplicaciones de nanopartículas magnéticas. Las nanopartículas magnéticas biofuncionales se pueden preparar de diversas formas y tienen aplicaciones interesantes como contraste o biosensor. Curiosamente, las nanopartículas de oro de menos de dos nanómetros funcionalizadas con hidratos de carbono presentan un magnetismo propio y a temperatura ambiente. Investigamos el origen y las consecuencias de todo ello.
Tenemos en marcha varios proyectos sobre biosuperficies, pero todavía no podría hablar mucho de ellos o de sus resultados. Los expertos están estudiando diferentes aspectos de las biosuperficies y preparándolas de forma diferente. Algunos trabajan con lípidos, tanto en superficies metálicas como de silicio o micras. Intentan identificar las membranas biológicas y comprender sus aspectos.
Para estudiar las propiedades y aplicaciones de estas superficies es importante el uso del microscopio de fuerza atómica. Es una herramienta muy potente que permite visualizar la molécula casi en su totalidad en muestras biológicas. Por ejemplo, ayuda a ver dónde se sitúa una proteína, cómo está unida, cómo reacciona...

Quizá dentro de un año podamos hablar más sobre el desarrollo y la trayectoria de estos proyectos.
La nueva Unidad de Imagen Molecular será la mayor plataforma tecnológica creada hasta el momento, no sólo en el País Vasco, sino también en el Estado español.
En esta unidad pretendemos desarrollar productos y técnicas capaces de observar los fenómenos biológicos de los animales vivos a nivel celular y preferentemente molecular.
Para ello, la Unidad de Imagen Molecular de CIC biomaGUNE se estructura en tres ejes principales: resonancia magnética por imagen, tomografías y ciclotrón o sección de radioquímica.
En cuanto a la resonancia magnética por imagen, el desarrollo de nuevos contrastes será un tema importante. El contraste es, en definitiva, algo que se utiliza para hacer ver el interior. Por eso, antes de hacer una resonancia magnética nos hacen tomar un contraste, por ejemplo.

En el caso de las tomografías PET y{, se utilizan como contraste productos radiactivos. Por ello, esta última está estrechamente relacionada con la sección de radioquímica. De hecho, para llevar a cabo este tipo de investigaciones es imprescindible la preparación de isótopos radiactivos en el ciclotrón. Estos isótopos radiactivos, una vez incorporados a la molécula correspondiente, son inyectados en animales para realizar experimentos.
Parece que esa política científica ha despertado un gran interés en el Gobierno Vasco, y eso, por ejemplo, es muy ejemplar para mí. Sin embargo, me da un poco de miedo tener una gran esperanza a corto plazo. Y es que, en general, un centro de investigación necesita 10 años para consolidarse. Intento dar este mensaje siempre que puedo.
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