Malaspina 2010, en la corriente del cambio climático
2011/06/18 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia
Malaspina 2010 es el nombre de la expedición de circuncisión que se está realizando con el objetivo de realizar un profundo estudio oceanográfico en todos los océanos del mundo. Investigadores multidisciplinares han zarpado durante siete meses para realizar diversas mediciones y análisis. El objetivo final de la expedición es sacar una "foto" de la situación del océano y ver cómo está afectando el cambio climático.
La expedición Malaspina 2010 debe su nombre al científico Alejandro Malaspina. Dirigió la primera expedición española de circuncisión con fines científicos en el siglo XVIII. Arrancó en 1789 y durante cinco años estudió minuciosamente los mares y tierras de América, Asia y Oceanía en los buques Atrevida y Descubierta.
En el 200 aniversario de su muerte, cientos de personas viajan a bordo del barco Hesperides. De hecho, el propio barco y su tripulación son militares, pero está dedicado a los científicos. Cuenta con numerosos laboratorios y herramientas de medición.
La expedición está navegando por el mundo en seis etapas en las que participan un total de 250 investigadores, entre los que se encuentran tres investigadores de la Universidad del País Vasco que estudian los microbios marinos, y un investigador de AZTI-Tecnalia que investiga el zooplancton. Como ha explicado Juan Iriberri, jefe del equipo de microbios marinos de la UPV-EHU, "no todos los investigadores pueden estar a la vez en el barco porque no hay sitio". Por ello, los investigadores de la UPV/EHU han estado en cuatro de las seis etapas, en las dos primeras han sido un investigador y en las dos últimas un investigador. En este momento se está desarrollando la última etapa entre Colombia y Cádiz. En julio termina la expedición del barco y es entonces cuando comienza el momento de analizar la colección de muestras recogidas. Los investigadores prevén un trabajo de muchos años.
Toma de muestras y puesta en marcha
Además de la medición continua de diversos parámetros acuáticos en todo el mundo, como el intercambio de gases entre el agua y la atmósfera, durante la expedición Malaspina 2010 se tomarán muestras de agua. Serán recogidas en 180 estaciones predefinidas y es muy importante para los investigadores poder tomar muestras de agua a grandes profundidades. Y es que, según Iriberri, "sólo conocemos la parte superficial del océano, unos 200 primeros metros iluminados. En cuanto a lo que está por debajo, poco sabemos".
Para ello lanzan al mar un dispositivo llamado roseta. El dispositivo es capaz de tomar muestras a diez profundidades en una determinada columna de agua y de bajar hasta 6.000 metros de profundidad. La roseta tiene varias botellas que forman un círculo y cada una de ellas se cierra a cierta profundidad. La investigadora de la UPV Zuriñe Baña ha explicado el proceso de toma de muestras: "A las cuatro de la mañana, el barco se detiene para coger agua, tras moverse de un lugar a otro durante la noche. En primer lugar, nos fijamos en las características de la columna de mar y, en función de ello, decidimos a qué profundidad tomaremos muestras de agua". Parte de las muestras recogidas son examinadas inmediatamente en el laboratorio del envase. Otra parte se conserva a -80ºC para su estudio posterior.
Las muestras de agua, una vez en el barco, son examinadas por investigadores de todas las disciplinas, con el fin de comprobar si son de interés en su campo de investigación. Debido a la presencia de investigadores de diferentes ámbitos de investigación, son muchas las mediciones que realizan. Algunos observan las características físicas del agua, como la temperatura, la salinidad y la concentración de oxígeno. Otros buscan seres vivos (estos investigadores se dividen en tres grupos: unos buscan microbios, es decir, virus, bacterias, etc.; otros buscan algas pequeñas y otros animales pequeños). Otros grupos miden agentes contaminantes emitidos por el ser humano para conocer el grado de contaminación del agua en muestras de agua, etc.
De este modo, obtendrán gran cantidad de información sobre la situación actual de todos los océanos del mundo. Además, con muestras almacenadas a -80ºC se está formando la "Colección Malaspina". Esta colección "se mantendrá intacta durante 30 años. De esta forma, investigadores que aún no han nacido podrán analizar estas muestras con una capacidad tecnológica mucho mayor. Es algo muy valioso", ha señalado el profesor Iriberri.
Publicado en Ortzadar
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