Vuelos más cercanos a la tierra para reducir la contaminación
2002/10/17 Elhuyar Zientzia
Se sabe que los vuelos de los aviones aumentan el efecto invernadero. Por un lado, los motores, al utilizar el combustible, emiten dióxido de carbono. Por otro lado, se ha demostrado que estas huellas blanquecinas que producen el vapor de agua y el hielo en la parte posterior de los aviones se comportan de forma similar a las nubes, es decir, no dejan escapar el calor y, por tanto, elevan la temperatura.
En 1999, un grupo de expertos calculó que la influencia de las marcas blancas sobre el efecto invernadero era equivalente al dióxido de carbono. Sin embargo, debido al aumento interanual del 3,5% del tráfico aéreo y al aumento del número de aviones en altitudes en las que se produce la huella blanca, se estima que para el año 2050 el efecto de las marcas blancas será mayor que el del dióxido de carbono.
Sin embargo, para evitar trazas blancas basta con volar más cerca del suelo. Por ello, se propone descender de una altitud de 10.000 a 7.000-9.500 m. De esta forma se evitará la influencia de las marcas. Sin embargo, a esta altitud, los aviones necesitan más combustible y, por tanto, emiten más dióxido de carbono. Según los investigadores del Imperial College de Londres, volar más cerca de la tierra supone un 4% más de dióxido de carbono. Sin embargo, teniendo en cuenta que a largo plazo el daño causado por las huellas blancas es mayor, al final se ha llegado a la conclusión de que es conveniente que los aviones circulen a menor altitud.
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