¿Sólo en barbechos?
2000/10/24 Imaz Amiano, Eneko - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
A algunos les encantan los cardos, por supuesto para comer y no para sentarse encima. ¿Pero ese es el único uso de los cardos?
¡No me parece! Los combustibles fósiles son cada vez más caros. Esto y su impacto en el medio ambiente hacen que, entre otras cosas, se recojan noticias sobre fuentes de energía alternativas. Algunas de ellas son curiosas. Por ejemplo, está prevista la puesta en marcha de dos centrales térmicas que utilizarán el cardo de huerta (Cynara cardunculus) como materia prima.
La biomasa como materia prima para energía ha sido la caña de azúcar. Pero en España, concretamente en Burgos y Huesca, se ha planteado el uso del cardo de huerta como materia prima.
Planta de tierra seca
El cardo de huerta crece en terrenos ricos en materia orgánica de la región mediterránea. Es un precursor de la alcachofa (Cynara scolymus) y, al igual que éste, se siembra en las huertas para comer la mamífera de las flores. El cardo de huerta puede crecer 1,5 metros y no florece durante el primer año. Se trata de una especie bien adaptada a las sequías estivales, que no soporta bien el suelo. No obstante, precipitación mínima anual de 400 mm.
Las semillas deben sembrarse antes o después de los hielos de invierno. Y es que el primer mes de siembra no sufre hielo. Hemos dicho que el primer año no florece y el tamaño adecuado para su explotación lo tomará en dos años.
Hay que cortar el cardo de huerta que aún no se ha secado completamente, y esa es la casi única semejanza con la caña de azúcar que hemos mencionado anteriormente. No conviene perder semillas, es decir, caer al suelo, que son las que tienen mayor valor en cuanto a la obtención de energía.
El año pasado sembraron la primera cosecha y vieron dos problemas. Por un lado, sembraron en exceso y los cardos crecieron muy gruesos. Y cuanto más grueso es el tallo, más duro es, lo que genera problemas para cortarlo y gestionarlo adecuadamente. Por otro lado, al ser las plantas dulces, los ratones y otros roedores tuvieron que comer bapo en los campos de cultivo. Sin embargo, con la llegada de la siembra de este año se ha creado y utilizado una variedad genéticamente modificada. La nueva variedad es más amarga y por tanto menos atractiva para los roedores.
La planta puede tener hasta tres metros de altura y siete metros de raíz. Y gracias a estas raíces se puede cortar durante siete años consecutivos y la planta volverá a crecer sin necesidad de siembra. Esto reduce considerablemente los costes y, por tanto, atrae a los agricultores.
Resultados de 15 años de investigación
Este nuevo ensayo es el resultado de quince años de investigaciones, que el catedrático de Producción Vegetal, Jesús Fernández, ha realizado durante todos esos años en la Escuela de Ingenieros de Madrid. Cada una de las plantas que se están construyendo en Burgos y Huesca tendrá una capacidad de quemar 105.000 toneladas de cardo - paja al año y una producción de 91,2 GW (equivalente a la utilizada por 30.000 personas en un año aproximadamente). Para que la siembra del cardo de huerta dé beneficios, se estima que la producción anual y por hectárea será de 17.000 toneladas (teniendo en cuenta las ayudas otorgadas por la Unión Europea).
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