Juan Cond: "Tenemos que ser optimistas. El estado del mar ha mejorado"

El biólogo de AZTI Ángel Borja y el oceanógrafo de la organización SOC-SOES Michael Collins son los editores del libro Oceanography and Marine Environment of the Basque Country. El libro es una recopilación de investigaciones sobre el mar en Euskal Herria, que será a partir de ahora un referente oceanográfico. Uno de los autores del libro, el biólogo de AZTI Juan Cond, nos ha acompañado para hablar del libro.

Juan Cond: "Tenemos que ser optimistas. El estado del mar ha mejorado"


G. Roa
Habéis publicado este trabajo como referente oceanográfico. ¿Hasta qué punto será el libro?

En esta colección hemos recogido muchos años de trabajo. Es una gran colección en la que han participado sesenta y dos autores. Y estamos contentos porque la editorial holandesa Elsevier ha publicado casi todas las revistas importantes de la oceanografía. Por lo tanto, su publicación es una muestra de calidad. Por otro lado, en Euskal Herria llevamos muchos años investigando en materia oceanográfica.

En la presentación del libro vimos al oceanógrafo Michael Collins de Southampton Oceanography Centre. ¿Cómo ha contribuido a este trabajo?

Michael Collins es, junto con Ángel Borja de AZTI, editor del libro. Collins llegó a AZTI hace unos años para ayudarnos a mejorar la calidad de nuestras investigaciones. Conocía a los de la editorial Elsevier y él nos dio la oportunidad de presentar el libro. A partir de ahí, Ángel ha sacado adelante el proyecto, ya que conoce a mucha gente que ha trabajado aquí en oceanografía, trabajo que lleva más de veinticinco años.

Normalmente, cada investigador se limita a su área y en ocasiones la relación entre los grupos es pequeña. Pero yo creo que en este caso se ha conseguido formar un buen equipo. Los editores han realizado un buen trabajo de asociación.

¿Desde cuándo habéis recogido el libro?

Depende del área de investigación. Por ejemplo, si hablamos de la calidad del agua, desde hace diez años hemos presentado los siguientes datos, y también comenzamos a investigar los mejillones.

Pero otros datos que hemos publicado son de hace quince o veinte años. Estos no estaban publicados en revistas importantes, cuando se reunieron sirvieron para elaborar informes para el Gobierno Vasco o para nosotros, y ahora hemos decidido incluirlos en el libro.

Juan Cond con el libro que acaban de publicar en AZTI.
G. Roa
¿Tratáis la pesca en el libro?

Sí. La pesca siempre tiene interés por su importancia social. Pero este libro no se ha centrado en la gestión de la pesca, sino en su relación con el mar desde el punto de vista ecológico y climatológico.

¿Y cuál es el estado del mar?

Yo me encuentro con lo que dice Ángel Borja. Tenemos que ser optimistas. El estado del mar ha mejorado, sobre todo en los últimos diez años. Vamos a mejor.

Es cierto que XX. Hasta finales del siglo XX hemos destruido nuestra costa. Sin embargo, en los últimos años hemos comenzado a recuperarse, debido principalmente a que los vertidos al mar se realizan una vez depurados. En este tipo de temas estamos trabajando mucho y la mejora es evidente.

En la evolución que ha mencionado, ¿existe un punto de inflexión claro de la eliminación a la recuperación o es una cuestión de años?

Existe un punto de inflexión: la conducción de aguas sucias fuera de los estuarios y el inicio de las labores de depuración, que se ha realizado en los últimos diez años. Esto ha dado resultados rápidos en ciertas variables pero no en todas, por ejemplo, las comunidades biológicas tardan más en recuperarse comparándolas con algunos factores físico-químicos, como el oxígeno del agua. Los niveles de oxígeno varían rápidamente durante un año o dos años. Por supuesto, las comunidades empiezan a recuperarse desde que aumenta la cantidad de oxígeno del agua, pero necesitan más tiempo. En la actualidad este proceso de mejora es muy evidente en los estuarios de los ríos Nerbioi y Oiartzun.

El libro recoge una propuesta de investigación de los próximos diez o quince años, una agenda de la investigación. ¿Cómo se organiza este trabajo a partir de ahora? ¿Y por qué habéis hecho ahora ese plan?

Ahora sabemos mucho de la mayoría de las áreas costeras, pero nos falta investigar la plataforma abisal y continental. ¿Cómo organizarlo? Pues primero hay que conseguir dinero. Hay que proponer proyectos y pedir dinero en diferentes lugares. Para estos trabajos se necesita mucho dinero, porque los barcos y mucha gente participan. Son actividades costosas.

Pero antes de pedir dinero hay que aportar ideas para la investigación. Hay que coordinar muchos trabajos porque en AZTI no hacemos todo tipo de trabajos. Por ejemplo, para nosotros los proyectos más interesantes desde el punto de vista de la investigación científica son los que presentamos a pagar por la Unión Europea. Estos trabajos los coordinamos con otras entidades, ya que cada organización está especializada en un área. Estas relaciones nos permiten conocer más el mar y enriquecer nuestro trabajo diario.

El estado del mar va mejorando paulatinamente: cerca de la costa vasca hay numerosos cetáceos.
¿Cuál es su contribución a este estudio y al libro en general?

En el libro, por ejemplo, yo he escrito el décimo capítulo sobre microbiología. He analizado sobre todo la calidad del agua. El trabajo recoge, desde el punto de vista microbiológico, las principales conclusiones del libro: que tenemos estuarios muy contaminados, como el del Nervión, y que desde el punto de vista microbiológico el Bidasoa también está bastante mal. Pero, por otro lado, el proceso de mejora es evidente, y eso se ve claramente, por ejemplo, en la bahía de Txingudi. En Txingudi, si la mejora persiste, se autorizará la cría de mejillones o la captura de almejas dentro de un año o dos años, ahora está prohibida por problemas bacteriológicos.

Ya que ha mencionado el tema de la calidad del agua, en el libro analizaríais las consecuencias del Prestige, ¿no?

Estas conclusiones las hemos recogido en el libro, pero no les hemos dado mucho margen, sobre todo porque cuando empezamos a trabajar el accidente del Prestige todavía no se produjo. Cuando hubo la mayor crisis el libro estaba muy avanzado y era muy difícil introducir cambios. Sin embargo, algo se menciona en el capítulo de bioindicadores.

La verdad es que el impacto no ha sido tan grande. Es cierto que en los peores momentos de la crisis la concentración de hidrocarburos aumentó considerablemente, pero con el paso del tiempo hemos vuelto a niveles anteriores al del Prestige. De hecho, se utilizan mejillones y ostras, ya que bioacumulan sustancias contaminantes y se convierten en una buena referencia tanto en el tiempo como en el espacio. Integran las características del entorno en el cuerpo. Por tanto, se toman muestras de estos bioindicadores periódicamente y se analizan.

Con la llegada de las manchas de fuel se superó el límite aceptable de concentración de hidrocarburos. Pero estamos volviendo a la situación anterior al Prestige, que es bastante buena.

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