Japón: productos originales XXI. siglo

1999/12/12 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia

• Patenteak/Asmakizunak

Si crees que Japón ha perdido la habilidad para presentar novedades, estás equivocado. Es cierto que la economía japonesa actual no data de hace unos años y ha habido muchos problemas, pero los centros de investigación y desarrollo japoneses no están paralizados. Esta imagen del país ralentizado forma parte de la estrategia de innovación japonesa. En los últimos tiempos en Japón no se han sacado demasiados productos nuevos, pero hay que tener en cuenta que la estrategia de innovación japonesa se refleja en la actualidad principalmente en las líneas de producción. Según esta estrategia, los productos que se comercializarán desde hoy y hasta el año 2010, los productos japoneses, los sistemas de preparación de alimentos, las formas de ver la televisión, el uso de Internet, la forma de consultar a los médicos, etc., y otras actitudes cotidianas.

Una de las muestras de la que viene puede ser la retina de color artificial que recientemente ha sacado Mitsubishi. Las cámaras fotográficas con esta retina permitirán a los fotógrafos un mayor control sobre las imágenes. Por ejemplo, la foto del futbolista que está dando patadas al balón, sólo para que aparezca el balón se podrá canjear en la propia cámara. Hitachi también tiene su nuevo producto, un sistema de recogida de dos chips de 256 megabytes en el mismo paquete. Esto permitirá una mayor memoria y capacidad de ordenadores personales, servidores, etc. También se puede mencionar el proyecto del instituto Tohoku, un tren que utiliza la energía solar para andar.

Para comprender la visión japonesa de la investigación es imprescindible conocer el centro creado hace 28 años por el Instituto Japonés de Tecnología del Futuro, Iftech. En este lugar trabajan 50 personas. Se realizan encuestas para informar a todos los sectores y empresas industriales de los avances tecnológicos que se producen en todo el mundo. Iftech realiza cada cuatro años una encuesta más amplia entre empresarios, científicos, ingenieros, etc. ¿Objetivo de la encuesta? Establecer cuándo los trabajos de los laboratorios tendrán resultados y cuándo se crearán nuevos productos. La electrónica, la información, el transporte, la salud, el bienestar… forman parte de esta encuesta. El bienestar, por ejemplo, está adquiriendo gran importancia, ya que cada vez tiene más importancia en el consumo de electrónica en Japón. Hoy en día, en un tercio de los 44 millones de familias japonesas, al menos, hay personas mayores de 65 años, y alrededor de la mitad de la población es mayor. En los departamentos de investigación y desarrollo japoneses se está trabajando en un mercado cada vez más amplio. Los ejemplos de productos creados para este mercado especial pueden ser muchos. Por ejemplo, en la Universidad de Tokyo se ha diseñado un coche eléctrico para conductores que han perdido los reflejos de las piernas, el llamado Kappo, que se llama "corre" en japonés. Tanto el acerador como los frenos de este coche se utilizan con las manos. Al igual que esto, los robots que ayudan a las personas mayores son cada vez más numerosos. El robot R 100, por ejemplo, con una base de datos de 100 frases, también puede hacer pequeñas entrevistas. Predicción meteorológica, hablar, robotatos que pueden llamar a urgencias, perros de robot, … los robots de ocio son una realidad en una palabra en Japón y económicamente exitosos. Por ejemplo, en junio Sony lanzó al mercado el perro robot Aibo. Este perro robot hablaba, se saludaba y era capaz de jugar con las pelotas. En 20 minutos se vendieron 3.000 de este tipo. Estos robots de ocio no son más que el reflejo de lo que van a ser en breve, es decir, servidores electrónicos capaces de realizar tareas domésticas.

Gracias a las encuestas que se realizan, la industria japonesa es consciente de que, como de cara al mercado de los mayores, tiene que trabajar también para el mercado juvenil. La mejor forma de conocer cómo será la vida futura es visitar el Centro de Investigación y Desarrollo Matsushita de Tokio. En ella se puede ver la casa computarizada del siglo que viene, basada en el servidor de casa. Este servidor doméstico, además de organizar el ocio y los trabajos de electrodomésticos, llevará la agenda de los que viven en casa, el historial médico, las cuentas económicas…. Por supuesto, los electrodomésticos no van a ser como los actuales: sin abrir el frigorífico se podrá saber qué hay dentro, cuánto hay, si es suficiente, si conviene comprar más y pedir al supermercado. El horno explicará cómo preparar la comida, controlará la temperatura, explicará en qué punto está la comida…. El inodoro no será un inodoro común, sentará y dará peso, indicará cómo es la relación grasa/peso, analizará la temperatura corporal, tomará tensión, analizará la orina… y todo ello, según cuentan en Japón, para el año 2003. También se pueden citar más curiosidades, un botiquín que permitirá realizar la consulta de vídeo, teléfonos móviles de vídeo, faxes con ancho de poxpolos, televisores móviles de pantalla plana que se podrán colocar como las gafas… Parecen productos de ficción, pero están más cerca de la realidad, porque están diciendo que estarán a la venta dentro de cinco años.

Por lo tanto, la nueva revolución tecnológica también viene de Japón. Es decir, que en esas zonas asiáticas la creatividad no se ha apagado del todo.

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