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Las aventuras de Phoenix en Marte

2009/01/25 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia

Los científicos aprovechan un año y pueden hacer muchas cosas durante un año. El año pasado, por ejemplo, la NASA lanzó varias misiones, dio por terminadas varias que estaban en marcha y descubrió varias cosas en el espacio. Una de ellas fue la misión de la sonda Phoenix.
La misión de Phoenix fue tomar tierra en Marte y medir sus características. (Foto: ANDÉN )

De hecho, en 2008 comenzó y finalizó el papel de Phoenix, la toma de tierra en Marte y la medición de sus características. Por supuesto, esto permitió a los científicos conocer cosas sobre Marte. Todos en uno.

A través de Phoenix los científicos quieren saber cosas sobre Marte. Entre otras cosas, esperan saber si hubo o puede haber vida en Marte y quieren describir el clima de Marte y estudiar la geología del planeta.

El 25 de mayo tocó por primera vez la superficie de Marte. Perforó el planeta rojo, sacó las parcelas y las estudió. Además de estos datos, Phoenix sacó unas 25.000 fotografías.

Para enviar toda la información obtenida a la Tierra, ya que la propia sonda nunca volverá a nosotros, la NASA recurrió a dos sondas que giran alrededor de Marte. Estas sondas sirven de intermediario y facilitan la comunicación entre los instrumentos de la superficie marciana y los científicos de la NASA.

Phoenix tocó por primera vez la superficie de Marte el 25 de mayo y finalizó su misión el 11 de noviembre. (Foto: NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona )

Buscando agua

Los científicos analizarán en detalle los datos obtenidos, pero la NASA ya ha dado a conocer algunos resultados. Han sido principalmente noticias relacionadas con la aparición del agua. En junio se confirma que Phoenix descubrió hielo en el subsuelo con un agujero. En el agujero aparecieron unos bultos que podían ser de hielo o de sal. Días después, sin embargo, vieron que algunos de esos bultos se sublimaron, convirtiéndose en gases. Y la sal no se sublima.

Este hielo podría ser agua helada, pero no necesariamente, y también dióxido de carbono congelado. Pues analizando algunas parcelas, Phoenix demostró que el hielo era agua helada. Además, detectó copos de nieve en la atmósfera de Marte. Sin embargo, estos copos no llegaron a la superficie del planeta, sino que se sublimaron en el camino.

¿Por qué tienen esa obsesión con el agua? Pues en la Tierra, en la nuestra, el agua es un componente importante. La vida que conocemos no sería posible si no hubiera agua. Por lo tanto, si en Marte hay agua, puede que haya vida.

Unos cubitos de hielo encontrados en el subsuelo por Phoenix se descubrieron y desaparecieron unos días. En la imagen de la izquierda se pueden ver los bultos y la de la derecha es una foto tomada en el mismo campo, sin bultos. (Foto: NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona/ Universidad Texas A M )

Inicio y fin

La marcha de Phoenix a Marte fue fructífera. Como todo, se acabó. Antes de enviarlo los científicos sabían que no iba a ser muy largo.

Al fin y al cabo, fue enviado al Polo Norte de Marte, al que debía llegar el invierno antes o después. Con la llegada del invierno, poco a poco la energía que le llegaba del Sol fue disminuyendo y poco a poco su actividad se fue ralentizando, ya que obtenía de él la energía necesaria para trabajar.

Sin embargo, se mantuvo más de lo esperado. En el momento de su envío se preveía una duración aproximada de tres meses y finalmente pasó a trabajar cinco. El 11 de noviembre se dio por finalizada la misión de la sonda Phoenix.

Ahora los científicos tienen un montón de datos recogidos directamente de Marte. Phoenix es el encargado de dar y se queda en Marte para siempre. Y, mientras no suceda lo contrario, no es más que un montón de chatarra. ¡Quién sabe si el próximo verano, cuando el Sol empiece a calentarse con fuerza, se pondrá en marcha de nuevo! Los científicos han dicho que, por si acaso, seguirán contactando con él...

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