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IPCC de datos a informes
2009/06/01
Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia
Iturria:
Elhuyar aldizkaria
Muchas veces escuchamos y leemos juntos el cambio climático y el IPCC. ¿Pero qué es el IPCC? ¿Cómo trabajan? ¿Cuántas personas participan? ¿Cómo se coordinan? Todo ello nos lo explica la físico de Bucarest, Roxana Boiburu, que está en contacto directo con el IPCC.
IPCC de datos a informes
01/06/2009 | Kortabitarte Egiguren, Irati | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
(Foto: Paul Cowan/350RF)
Los responsables políticos necesitan una fuente objetiva de información sobre las causas del cambio climático, sus posibles consecuencias en el medio ambiente, sus consecuencias socioeconómicas y sus posibles respuestas. Para dar respuesta a esta necesidad surgió el IPCC-Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, creado en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial y la Organización de las Naciones Unidas.
Según Roxana Boujo, la organización IPCC nace precisamente cuando los científicos descubrieron que el cambio climático se estaba intensificando debido a la actividad humana. Creo que la organización nace de la transformación del ambiente social o del "clima". De hecho, el fin de la Guerra Fría consolidó la cooperación internacional y los científicos se beneficiaron de ella intercambiando datos, ideas y conocimiento".
No fue hora el único factor. También hay que tener en cuenta la labor de los individuos que han tratado de abrir vías de comunicación entre científicos expertos en cambio climático y responsables políticos internacionales. "El profesor sueco Bert Bolin fue, por ejemplo, uno de los pioneros en la investigación climática --afirma Bouet-. De hecho, el profesor Bolin investigaba la circulación de carbono en la naturaleza para 1950. Fue el primer presidente del IPCC y uno de sus fundadores".
Fuente principal de información
Roxana Bouetu (1962, Bucarest). Es doctor en Física, trabaja en la administración meteorológica de Bucarest y tiene relación directa con el IPCC.
El IPCC comenzó a trabajar desde la convicción de que las medidas para frenar el cambio climático eran necesarias y las consecuencias previstas. Está formado por científicos de todo el mundo que supervisan investigaciones sobre la evolución del clima. La misión de estos científicos es asesorar a los responsables políticos mediante la publicación periódica de informes.
Desde su creación hace 21 años, el IPCC tiene un claro objetivo: proporcionar de forma objetiva, abierta y clara la información científica, técnica y socioeconómica más adecuada sobre el cambio climático. Para ello, publica informes de evaluación, informes especiales, guías metodológicas y documentos técnicos.
Cuenta con tres grupos de trabajo habituales y un grupo de trabajo específico --que realiza un inventario de gases de invernadero-. El primer grupo de trabajo analiza los aspectos científicos o fundamentos físicos del cambio climático. El segundo grupo de trabajo analiza los efectos negativos y positivos del cambio climático y las vías de adaptación a los mismos. Por último, el tercer grupo de trabajo aborda las posibilidades de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y otras formas de mitigar los efectos del cambio climático.
Para ello, el IPCC colabora con cientos de expertos de todo el mundo. El Gobierno propone a estos expertos y el IPCC, para la elaboración de los informes, selecciona a los autores y autores principales de cada capítulo en función de su experiencia y del número de artículos publicados, entre otros. Selección de expertos de diferentes países para una mayor representación mundial. Además, estos principales autores y autores recurren a colaboradores expertos en la materia de cada momento, es decir, a otros científicos, a otros, creando así una red. Todos ellos redactan los capítulos de cada informe en base a las aportaciones e información obtenida.
Hasta la fecha, el IPCC ha publicado cuatro informes: Años 1990, 1995, 2001 y 2007. Se está trabajando el quinto.
Todos estos autores trabajan desde sus respectivos países, intercambian ideas a través de Internet, realizan los cambios necesarios y escriben los capítulos. Se reúnen una vez al año con los autores, editores y presidentes del resto de capítulos para dar a conocer el trabajo realizado y definir los pasos a seguir en el futuro.
El físico Roxana Bofluu tiene experiencia en estos trabajos. "Acababa de empezar cuando comenzaron el proceso de desarrollo del cuarto informe de evaluación del IPCC. Mi primera impresión fue que el proceso de desarrollo de un informe de estas características y de obtención de resultados coherentes era muy complejo", nos cuenta Boidi. "Muchas veces escribir un artículo con un par de autores, críticos y editores es una tarea difícil, no digamos si en ese artículo o informe participan cientos de autores, unos diez editores y miles de críticos. En cualquier caso, toda la información que pase por sus manos debe ser aceptada y validada. Esta es una de las principales características del IPCC. Revisan totalmente toda la información", añade. "En el proceso de redacción de todos los informes redactamos diferentes versiones, cada una de ellas leída por expertos en la materia. Los expertos hacen algunas observaciones y aconsejan, y después los autores realizan las modificaciones oportunas antes de que se publique la versión final", afirma Boujo.
"Yo pasé muchas noches, fines de semana y muchas horas escribiendo artículos y escribiendo algunos apartados y leyendo los trabajos de mis compañeros para poder entregarlos en plazo. Sin embargo, es un trabajo que he hecho muy a gusto. He aprendido mucho participando en este proceso de IPPC. Además, me he dado cuenta de la importancia de la comunicación, tan importante como crear conocimiento. Además de aprender ciencia, en este caso he aprendido de las glándulas cómo comunicar temas climáticos. Ha sido un privilegio colaborar con expertos de todo el mundo. Este tipo de acciones demuestran que la dimensión de la ciencia es enorme", subraya Boidi.
El IPCC recibió el Premio Nobel de la Paz 2007 (junto a Al Gore). El premio fue concedido por la sensibilización y la propuesta de medidas de lucha contra los riesgos derivados del cambio climático.
(Foto: IPCC)
En la actualidad, el IPCC es una de las fuentes de información más fiables sobre el cambio climático y sus consecuencias. El IPCC realiza un análisis del cambio climático a partir de datos que son publicados en informes. La propuesta de planes de acción está en manos de terceros.
Anil Markandya
Director del BC3 (Basque Centre for Climate Change / Klima Aldaketa Ikergai)
El británico Anil Markandya es doctor en economía ambiental. Ha trabajado en centros de investigación de Gran Bretaña, Rusia, Italia, Estados Unidos y Francia, siendo miembro del IPCC, Premio Nobel en 2007. La economía ambiental y los recursos son las principales líneas de investigación.
Eres miembro y economista del IPCC. ¿Cuál es tu trabajo en el IPCC?
He trabajado en dos grupos de trabajo del IPCC, el segundo y el tercero. Estos grupos de trabajo analizan, entre otros, los impactos del cambio climático y las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, respectivamente. En cualquier caso, tanto en uno como en otro, la perspectiva económica es fundamental para medir la cuantía de los costes e impactos. No es el único punto de vista que hay que tener en cuenta, pero sí uno de los más importantes para los gobiernos, las instituciones y la comunidad internacional.
¿Qué cálculos ha realizado el IPCC a corto, medio y largo plazo en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero? ¿Crees que esos objetivos son alcanzables?
El IPCC sólo puede analizar las posibles consecuencias de las estrategias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. No realiza cálculos o recomendaciones. Para estabilizar el clima, es decir, para que el aumento de la temperatura sea de entre 1,5 y 4,5 grados centígrados, es necesario empezar a reducir las emisiones de estos gases para el año 2020. Las emisiones actuales deberán reducirse a la mitad para el año 2050 y llegar al 20% de las emisiones actuales para el año 2080.
El cambio climático es un problema mundial y el BC3 es un pequeño centro de investigación. ¿Qué aportará este centro a este amplio problema?
(Foto: Galería fotográfica)
A través de nuestras líneas de investigación analizaremos las claves básicas del cambio climático. Por supuesto, no vamos a afrontar el problema solo nosotros. En colaboración con otros países, trataremos de responder a las preguntas más relevantes en materia de cambio climático.
Los efectos del cambio climático no se conocen con certeza en el mundo. Sin embargo, BC3 quiere investigar las consecuencias de este fenómeno en Euskal Herria. ¿Es posible realizar investigación local?
Se pueden realizar tanto estudios locales como generales. A pesar de su ubicación en el País Vasco, el BC3 participa en una amplia red internacional. Por tanto, colaboraremos con otras organizaciones para investigar cómo podemos dar respuesta al cambio climático, especialmente en los ámbitos de la agricultura, las emisiones de gases de efecto invernadero, la energía, el transporte y la industria.
Hasta hace poco los expertos decían que había que afrontar el problema. En la actualidad se están investigando medidas para paliar las consecuencias. Esta es una de las líneas de investigación del BC3. ¿Eso significa que estamos ante un fenómeno irreversible? Es decir, ¿debemos aceptar esta realidad e intentar paliar en la medida de lo posible sus consecuencias?
A pesar de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que he mencionado anteriormente, es posible que se produzca el cambio climático. Por tanto, tenemos que prepararnos para afrontarlo. Por ello, parte de nuestra investigación se ha centrado en encontrar métodos para adaptarse a esta situación.
¿Qué medidas se deben tomar para paliar estos efectos?
Se pueden hacer muchas cosas en muchos ámbitos. Una de ellas es la realización de inversiones destinadas a proteger las costas y zonas bajas de la costa que pudieran quedar inundadas por inundaciones. Otra de las posibles modificaciones en la agricultura para dar respuesta a los cambios de humedad y a una temperatura ambiental más alta. El tercero podría ser mejorar el sistema de alertas para prever condiciones extremas. Y muchos más.
Thoreau pionero
El escritor y naturalista norteamericano Henry David Thoreau participa en la investigación sobre el cambio climático, a pesar de la muerte de su autor en 1862. Thoreau analizó la flora que rodea la charca de Walden de su país natal (Concord, Massachusetts) entre 1851 y 1858, y constituyó un importante conjunto de datos sobre la presencia de especies vegetales y sus épocas de floración.
Antonio Casado. Investigador del Departamento de Filosofía de los Valores y Antropología Social, UPV.
Esta base de datos ha sido utilizada por investigadores de las universidades de Harvard y Boston para comparar la flora de Thoreau con la actual, y su trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Según las conclusiones del estudio realizado por Willis y sus compañeros de trabajo, el cambio es evidente: las especies comunes florecen hoy como media siete días antes y el 27% de las especies conocidas por Thoreau han desaparecido en Concord. La diferencia entre la flora de la época y la de la actualidad está relacionada con el calentamiento climático, ya que los investigadores consideran que la pérdida de diversidad está relacionada con el cambio en la época de floración.
Pero el debate sigue abierto. El 6 de marzo de 2009, este artículo respondió en la misma revista argumentando que el motivo del cambio puede ser la actividad de los animales vegetarianos. Esta hipótesis ha sido rechazada por Willis y sus compañeros utilizando de nuevo la base de datos iniciada por Thoreau. Podemos concluir que, por un lado, las controversias sobre el cambio climático van más allá del ámbito de la climatología, ya que tienen que ver con numerosas hipótesis ecológicas; por otro lado, esta historia destaca el papel del científico amateur y la importancia de la ciencia. De hecho, XIX. Los científicos actuales han conseguido este resultado gracias al diario de un naturalista del siglo XX.
Kortabitarte Egiguren, Irati
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