Direcciones IP de Internet, ¿realmente a extinguir?
2010/12/01 Leturia Azkarate, Igor - Informatikaria eta ikertzaileaElhuyar Hizkuntza eta Teknologia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Cuando realizamos una interacción en Internet (navegar a una página web, escribir un correo electrónico...), nuestro ordenador debe comunicarse con otro ordenador para enviar o pedir algo a él. Nosotros normalmente utilizamos el nombre de dominio del ordenador destino (www.zientzia.net, google.com...), pero el sistema denominado DNS, Domain Name System o Sistema de Nombres de Dominio, traduce dicho nombre a una dirección IP (en ejemplos anteriores 82.223.160.213 y 173.194.36.104). Y los mecanismos de Internet utilizan realmente la dirección IP para establecer la comunicación y el tráfico de paquetes. Servidores y empresas tienen siempre la misma dirección, como en los ejemplos anteriores. Los ordenadores de los usuarios domésticos también tienen una dirección IP, ya que necesitan que lleguen las páginas descargadas, los mensajes, etc., pero normalmente no son fijos: cada vez que encendemos el router, nuestro proveedor de Internet nos facilita una dirección diferente, una que tiene libre en ese momento de las que tiene reservadas.
Direcciones IPv4 a extinguir
El protocolo IP se definió en 1980 y, desde 1981, su segunda versión denominada IPv4 es la que sustenta el funcionamiento de Internet. En ella, las direcciones de los ordenadores se indican mediante 4 bytes, es decir, con cuatro números comprendidos entre 0 y 255. Por lo tanto, existen 2 32 o 4.294.967.296 direcciones diferentes que pueden representarse a través de 32 bits (en el mundo binario de los ordenadores 0 y 1, un byte está formado por 8 bits, por lo que puede tomar 2 8 o 256 valores diferentes, entre 0 y 255. Por lo tanto, con 4 bytes se pueden expresar 2 32 valores diferentes).
Esta cifra podría parecer elevada, pero no tanto, teniendo en cuenta que en el mundo somos casi 7.000 millones de personas. Es cierto que hoy en día mucha gente no utiliza internet, o al menos en todo momento, pero a pesar de ello parece que las direcciones se agotarán en breve por diversas causas.
Por un lado, la distribución de direcciones inicialmente utilizada no está correctamente optimizada: A los solicitantes se les asignaban rangos de 256, 65.536 o 16.777.216, y muchas de las entidades que se conectaron a Internet en la década de los 80 (principalmente de EEUU), por si acaso alcanzaron los 16 millones. Así, algunas universidades estadounidenses tienen un rango de direcciones más amplio que muchos estados de cierta envergadura, aunque luego no lo utilicen.
Por otro lado, ahora siempre están conectados los routers: antes predominaban las conexiones vía módem telefónico, las que cobraban en función del tiempo de conexión y ocupaban la línea de teléfono, entonces cuando no usábamos Internet dejábamos libre la conexión y por tanto la dirección IP. En la actualidad, sin embargo, predominan las conexiones de ADSL y de banda ancha por cable, de tarifa plana y que no ocupan la línea de teléfono, por lo que es muy habitual estar conectado al router día y noche, ocupando permanentemente la dirección IP.
En tercer lugar, cada vez son más los dispositivos móviles que permiten acceder a Internet, como PDAs, smartphones, módems 3G, tablets, etc. Y cada vez utilizamos más todos ellos.
Y por último, hay que tener en cuenta la subida de usuarios de Internet. El número de usuarios de Internet aumenta constantemente en todo el mundo.
No está claro cuándo se agotarán las direcciones. Hace tiempo que se dice que falta muy poco para ello: a principios de la década se decían que se agotarían para el periodo 2005-2008, pero a medida que llegaban esas fechas el plazo se ha ido ampliando... En este otoño diversas fuentes han señalado que el 95% de las direcciones están ocupadas, que sólo hay 80 millones libres y que a ritmo normal se agotarán a principios de 2011. Pero poco después, una de las empresas que en la década de los 80 reservaron 16 millones de direcciones declaró que las liberaba... En cualquier caso, la mayoría afirma que se producirá en algún momento de los años 2011-2012.
IPv6, solución
Previendo que esto ocurriera alguna vez, en 1998 se preparó una nueva versión del protocolo IP, IPv6. En contra de lo que su nombre puede sugerir, una dirección IPv6 no está compuesta por 6 bytes, sino por 16 bytes. Esto significa que hay 2 128 direcciones posibles, es decir, 3,40 x 10 38, o 340 sextilioterías. No intentes imaginar cuánto es, porque la palabra sextilión todavía no está en los diccionarios en euskera. 340 billones de cuatriliones o 340 millones de millones de millones de millones. Al menos la edad para no agotarse en un tiempo.
La transición a IPv6 solucionaría el problema de las direcciones. Pero esta transición no será tan simple. La mayoría de los ordenadores y móviles de los usuarios están listos para trabajar con IPv6, ya que normalmente se actualizan con relativa asiduidad. Sin embargo, los servidores, los proveedores de Internet o la propia infraestructura de Internet probablemente no estarán tan preparados, ya que la tendencia es no tocar las cosas en ellos y hacer pocas actualizaciones. Estas empresas tendrán que realizar trabajos e inversiones, aunque habrá problemas durante un tiempo en algunos servicios.
Sin embargo, y a pesar de que, como con el efecto 2000, no faltará ningún desafortunado que anuncie el fin del mundo, no se prevé una gran catástrofe, pero sí un poco más de problemas. ¡Pues que tengas que estar preparado! Y aunque al final no pasa nada, al menos este artículo te serviría para saber un poco más sobre el funcionamiento interno de Internet. ¿No es así, lector?
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