Fin de un símbolo
2011/05/17 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia
una plataforma que provee a los astronautas de infraestructura para experimentar en vacío espacial. Y a su regreso se retira definitivamente. Discovery finalizó sus trabajos el pasado mes de marzo y Atlantis cerrará en julio la era de los transbordadores espaciales de la NASA para siempre.
Terminadas las misiones Apollo y los clareos, los transbordadores han sido el mayor símbolo de la NASA desde los años 80. Los hemos visto salir al espacio adosados a los cohetes y aterrizar como aviones. No ha existido ninguna otra nave espacial capaz de hacerlo.
Los cohetes rusos Soiuz, otros barcos capaces de llevar al hombre al espacio, son de un solo uso: un único módulo vuelve a la Tierra y lo hace unido al paracaídas; el aterrizaje es pasivo. Los transbordadores, por su parte, aterrizan en su totalidad, al igual que los aviones, pudiendo ser reutilizados en gran parte de su regreso. Independientemente de cuál sea la más adecuada, eficiente y segura desde el punto de vista técnico y económico, no se puede negar que los transbordadores de la NASA han ganado la partida de marketing. Han creado imágenes fascinantes en las retinas de nuestros ojos e imaginación.
Sin embargo, la exploración tripulada del espacio no es lo que fue. La NASA no está para grandes deslumbramientos y en julio se hará realidad lo impensable cuando se lanzó el programa de transbordadores: los norteamericanos necesitarán barcos rusos para ir al espacio. No será un acontecimiento nuevo, ya que los astronautas estadounidenses han viajado anteriormente a bordo de los barcos rusos, entre ellos, cuando la destrucción del transbordador Columbia interrumpió el programa en 2003. Pero, a pesar de que desde 1981 el contexto geopolítico ha cambiado drásticamente, esta será también una imagen poderosa.
Porque piensa: Estados Unidos no dispondrá por sí mismo de medios para llevar a los astronautas al espacio. Rusia, y en parte sólo China serán capaces de hacerlo. La NASA ha retirado los transbordadores sin necesidad de disponer de embarcaciones de repuesto preparadas, sabiendo que no tendrán una antigüedad mínima de cinco años, y que durante ese período, o bien en Soyuzeta o -para su buen comportamiento -, los astronautas deberán ser transportados en barcos de empresas privadas. Y de hecho, las seis localidades de Soiuzeta que han comprado para 2013 y 2014 han salido más baratas (335 millones de dólares frente a los 450 millones de dólares que cuesta el vuelo de un transbordador), pero no es tan buena. O quizás sí, con un buen aprovechamiento... Aunque la exploración espacial tripulada no tiene deslumbramiento en esta época, creo que a la mayoría de la gente le da igual que los astronautas vayan al espacio.
Sin embargo, en 2011 un gran símbolo de la NASA desaparece del espacio y los tres transbordadores que quedan enteros pasarán a los museos. Columbia, primer transbordador lanzado el 12 de abril de 1981, veinte años después de la llegada del hombre al espacio a través de Yuri Gagarin. Treinta años y 37 vuelos más tarde se retirarán del espacio pero no del trabajo: su misión será recuperar la fascinación que han perdido los viajes espaciales.
Publicado en Berria
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