Dientes, testigos de la alimentación
2000/04/18 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
Cuando empezó a comer carne no tuvo que adaptar la fisiología, sino la tecnología
La alimentación de los primeros seres humanos se puede estudiar en los fósiles de los dientes. Es un estudio habitual en paleoantropología. Se analizan algunos dientes fosilizados tomados en Tanzania.
El antropólogo de la Universidad de Arkansas, Peter Ungar, ha descubierto la prueba más antigua del uso de los dientes hasta ahora visto. El descubrimiento ha tenido lugar en Tanzania, en un barranco del Desfiladero de Olduvai. Según el investigador, esto puede ayudar en los estudios de la alimentación de los antiguos seres humanos. Ahora Ungar ha presentado sus señales en la American Association of Physical Antropology.
Peter Ungar y Fred Grine, en Arkansas; Mark Teaford, en la Universidad Johns Hopkins, y Alejandro Pérez, en la Universidad de Barcelona, analizan los dientes para aclarar la evolución de la alimentación del género Homo. Además, este tipo de investigación y los problemas de salud actuales relacionados con la dieta pueden relacionarse.
Restos visibles
Los dientes fueron extraídos del yacimiento tanzano por la antropóloga Mary Leakey. Una vez realizada la datación, vieron que era de hace 1,8 millones de años. Ungar y sus compañeros fueron limpiados. Durante el trabajo vieron raras pistas sobre la superficie del fósil. Se observaron pistas en microscopios específicos. Eran líneas pequeñas y paralelas.
Estas marcas evidenciaban que el hombre de antaño intentaba meter entre los dientes algún instrumento afilado. Según Ungar, son las primeras huellas del uso del palillo de la sobremesa. Tenía que ser una herramienta muy exigente para provocar este tipo de líneas. Probablemente para esta labor se utilizarían trozos de huesos o piedras preciosas. El uso de los palillos se ha encontrado únicamente en el género Homo. «No veo ninguna otra razón para dejar estas señales en los dientes», afirma Ungar «El comportamiento humano es totalmente, del género Homo».
Este comportamiento no se ve en los monos actuales. Los chimpancés a veces utilizan los palitos para hacer otra cosa, pero no los palos para hacer el trabajo. Ungar cree que estos instrumentos como los palillos se empezaron a utilizar en la dieta humana, donde se añadió carne. Los científicos han encontrado pruebas de esta carne humana en huesos, es decir, se han observado cortes en los huesos de los animales que comían.
Ya realizado el hábito
En esta ocasión se ha encontrado la prueba más antigua de comer carne y, además, se puede decir que la cantidad de carne ingerida debía ser elevada, ya que este tipo de señales sólo dejan para la costumbre que dura mucho tiempo. Nuestros dientes no están diseñados para comer carne. Por lo tanto, nuestros antepasados tendrían que utilizar los palillos.
En el yacimiento de Atapuerca también se han localizado y estudiado los dientes erosionados. Cabe señalar que el hallazgo de este yacimiento no es tan antiguo, pero sí el más antiguo de Europa. La carne era imprescindible para hacer frente a la dura climatología europea. Es evidente en los dientes encontrados. Sin embargo, en las dentaduras de los hombres de Atapuerca también se han observado otros usos. Por ejemplo, aquellos seres humanos usaban los dientes delanteros para trabajar el cuero.
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