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Laboratorio de nubes

2006/06/11 Rementeria Argote, Nagore - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Hace tiempo que los expertos conocen la influencia de las nubes en el clima. Pero no es fácil investigar esa influencia y hasta ahora el tema parecía descartado. Pero no era así. Parece que se estaba preparando el utillaje. Y es que, entre otras cosas, durante estos días se han producido noticias como una herramienta de nubes en el laboratorio o un par de satélites de investigación de nubes en la atmósfera. En esta ocasión, por tanto, se está pensando en investigar las nubes.
Se sabe que las nubes tienen una gran influencia en el clima, pero hasta ahora no se han podido medir para utilizarlas en modelos matemáticos de análisis climático.

La preparación de un laboratorio para la fabricación e investigación de nubes ha sido un trabajo de siete años. La herramienta que van a utilizar se llama LACIS (Leipzip Aerosol Cloud Interaction Simulator) y está ubicada en un instituto de investigación de Leipzip en Alemania. La idea es investigar en profundidad la relación entre aerosoles y nubes.

Influencia de los aerosoles

Los aerosoles son, en general, partículas sólidas y líquidas suspendidas en el aire. Son aerosoles, por ejemplo, la bruma salada flotante, los polvos y hollines emitidos por volcanes, o las partículas liberadas por la industria y los motores de combustión.

Parece que las gotas de agua que forman las nubes se generan en aerosoles. De ahí la importancia de estudiar aerosoles para investigar la generación y desarrollo de nubes.

Los aerosoles ocupan un lugar destacado en la creación y desarrollo de las nubes.
ANDÉN

Para simular en laboratorio lo que ocurre en la atmósfera se ha habilitado un tubo largo, un conducto vertical de ocho metros de longitud. En este tubo se determina muy finamente la temperatura a diferentes alturas (entre -50 y 20ºC con una precisión de un centenar de grados) y la humedad (con una precisión del 0,1%). De este modo, simularán las variaciones en las condiciones de altura en el ambiente exterior, en la atmósfera.

Para seguir el desarrollo de las nubes se han instalado espectrómetros ópticos a lo largo del tubo. Las nubes son en definitiva gotas de agua, y el espectrómetro medirá el tamaño y la cantidad de esas gotas.

Fuera del laboratorio por satélite

Además, dentro de otro proyecto de investigación de nubes, han lanzado dos satélites: CloudSat y CALIPSO . Estos satélites recogerán datos sobre las nubes de la atmósfera. Trabajarán juntos, y se irán recogiendo los datos. Se trata de utilizar estos datos para comprender cómo las nubes absorben y reflejan la radiación solar. Ambos efectos tienen una gran influencia sobre el clima de la Tierra y no estarán solos, ya que se unen a otros tres satélites que ya están en órbita: Aqua, Aura y PARASOL con satélites para la observación de la Tierra. De este modo, formarán una constelación de satélites que analizará los diferentes agentes que influyen en el clima de la Tierra.

Para analizar las nubes terrestres acaban de lanzar dos satélites: CloudSat y CALIPSO . (Foto: ANDÉN)

Con los datos recogidos por los satélites y la investigación realizada en el laboratorio, los modelos climáticos se enriquecerán. Reforzarán sobre todo la parte correspondiente a las nubes. Sabían que las nubes tenían una gran influencia, como las alturas, densidades y colores de las nubes. Pero hasta ahora no han podido poner en cifras este factor. Mediante la medición cuantitativa de la influencia de las nubes se podrán utilizar en modelos climáticos (que son modelos matemáticos) para hacer previsiones.

Por tanto, las investigaciones que se realicen en los próximos meses y años tendrán como objetivo conocer con datos concretos el impacto de las nubes en el clima.

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