¿Tres acciones simultáneas? Quieres y no puedes
2010/05/01 Aulestiarte Lete, Izaro - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
Podemos conducir y hablar al mismo tiempo, pero en ese momento no seremos capaces de manipular el GPS. También tenemos capacidad para hablar por teléfono cuando estamos cocinando, pero no para leer el periódico en ese momento. Todo esto tiene su explicación: el cerebro no puede concentrarse adecuadamente en todas las tareas.
Con el objetivo de conocer lo que ocurre en nuestro cerebro en este tipo de situaciones, investigadores del Instituto Nacional de Investigación Médica y Salud de París han realizado una exhaustiva investigación, cuyos resultados han sido recientemente comunicados por la revista Science. Han explicado que podemos entender esta incapacidad como un “defecto de fabricación” propio y difícil de corregir.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores ha observado la actividad cerebral de 32 voluntarios con buena salud mediante resonancia magnética. Se les pidió que hicieran un ejercicio relacionado con la creación de palabras y los científicos se centraron en la corteza cerebral.
Cuando los voluntarios sólo hacían una acción, vieron que el lóbulo frontal del cerebro era el responsable de esta actividad. En concreto, las zonas de los dos hemisferios cerebrales estaban concentradas en la tarea para lograr bien el objetivo. Sin embargo, al realizar dos tareas simultáneas, los lóbulos dividían las tareas y asociaban cada hemisferio cerebral a una de ellas. En las personas a la derecha, el hemisferio izquierdo estaba relacionado con el principal y el derecho con el segundo cometido.
Sin embargo, en el estudio se ha detectado que esta “división” del cerebro no es total. Precisamente porque un área concreta está pendiente de coordinar la distribución de las tareas a realizar.
Cuantas más oportunidades, más perdidas
Para ir más allá de la investigación, los voluntarios tuvieron que realizar una tercera actividad simultánea. Y ninguna de las dieciséis personas pudo cumplir perfectamente las tres tareas. ¿Qué pasó? Pues que tuvieron que suspender una de las dos acciones iniciales para poder concentrarse en esa tercera.
Esto ha aclarado, por tanto, que la función frontal del cerebro humano está limitada a dos metas en un mismo momento. Y así podemos entender por qué “bloqueamos” cuando, por ejemplo, tenemos que elegir sólo uno de los diez chocolates que nos ofrecen en el supermercado.
Estudios previos demostraron que los seres humanos somos capaces de realizar dos acciones simultáneas, y que el “responsable” de esa habilidad es también la corteza cerebral, que era conocida entre los neurocientíficos. Sin embargo, la mayoría coinciden en resaltar los límites de esta capacidad. Es decir, no podemos hacer tres cosas a la vez. Y si además se quiere conseguir un éxito real, siempre será mejor dedicarse a una tarea que centrarse en ambas.
Otro estudio publicado recientemente por la Universidad de Utah (EE.UU.) revela que sólo el 2,5% de la población es realmente capaz de realizar varias actividades con éxito al mismo tiempo. Por ejemplo, sólo una de cada 40 personas puede ser “superpersona”, es decir, una persona capaz de hablar por teléfono cuando va conduciendo y de hacer perfectamente ambas.
Publicado en Ortzadar
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