El deseo de volar se convirtió en una carrera loca
2002/01/01 Araolaza, Oier - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria
En 1782 a la industria Joseph Montgolfier y el inventor francés inventó los primeros globos que subían en el aire acompañados por su hermano Etienne. La familia Montgolfier tenía una papelera y, además de idear nuevos tipos de papel para el taller de casa, ambos hermanos inventaron globos de aire caliente. Tras varios intentos, en la localidad francesa de Annonay, consiguieron elevar el globo de seda de unos 10 m 3 a unos 30 m de altura.
En la siguiente sesión consiguieron despegar un globo de 32 m 3. El primer globo se hizo en 1783, con 8.600 m 3 y consiguieron ascender a 400 metros de altura. Los hermanos Montgolfier pensaron que era hora de exponer públicamente la invención, construyendo así un globo de casi 10.000 m 3. A una góndola se le colocaron dos columnas y una acaricia para hacer fuego, se formó una tapa de papel sobre las columnas y se formó una tela de algodón. El globo, que duró diez minutos en el aire, alcanzó los 2.000 metros de altura, cayó en un prado y se incendió. Sin embargo, los hermanos Montgolfier consiguieron registrar la invención en la Academia Francesa de Ciencias.
El logro de los hermanos Montgolfier puso en marcha una intensa y loca competición para volar. Mientras Etienne Montgolfier estaba exhibiendo su globo en París, el físico Jacques Charles y los hermanos Robert hicieron con éxito un globo de hidrógeno construido con seda y goma. El globo alcanzó una altura de 900 metros y viajó 25 kilómetros. Cuando el globo aterrizó, el monstruo caído del cielo fue atacado por varios campesinos de la zona que lo arruinaron completamente pinchando con los bancos.
Antes de finalizar el año 1783 se dieron nuevos pasos. El físico parisino Francis Pilatre de Rozier se presentó voluntario para viajar en el globo de Montgolfier, con lo que Rozier quería ser el primer hombre en volar en el globo. Ante el Luis XVI de Francia se realizó una demostración. Una gallina, un pato y una oveja subieron al globo y despegaron. El vuelo duró 8 minutos hasta que el globo cayó y se redujo. Sin cuerda, le ofrecieron al rey la oportunidad de ser el primer hombre que volaría en globo, pero Luis XVI, al ver el vuelo de la gallina, el pato y la oveja, prefirió renunciar a ese honor.
Con los globos de los Montgolfier atados a la cuerda, Francis Pilatre de Rozier realizó varias sesiones. El primer vuelo tripulado sin cuerda lo hicieron cuando tuvo la sensación de que conducía el globo de una manera inconsciente. El cestón contaba con tres compartimentos: en uno de ellos se colocó el quemador, de Rozier el segundo y el tercer lugar lo ocupó el marqués de Arlandes, comandante del ejército. Realizaron un vuelo de 28 minutos sobre París y subió a 1.000 metros de altura. Además, consiguieron aterrizar sin siniestros en un viñedo situado a 5 kilómetros de París. Los campesinos siguieron con desconfianza al dragón volador que había bajado del cielo, y de Rozier y el marqués de Arlandes sacaron el champán para reconciliarse y celebrar el éxito del vuelo. La costumbre de celebrarlo con champán tras cada vuelo de globo ha llegado hasta hoy.
Los hermanos Montgolfier y de Rozier terminaron con una hazaña en la que sus nombres aparecían en libros de historia. Pero el logro no paralizó la loca carrera de vuelos, lo hizo aún más intenso. Investigadores, inventores y aventureros estuvieron allí y aquí donde más durará el aire, quién llegará más lejos y quién lanzó el globo más grande. Quince días después del exitoso vuelo del marqués de Rozier y Arlandes, Jacques Alexander Charles y Nicholas Louis Robert salieron de París con un globo de gas y recorrieron 20 kilómetros en un vuelo de dos horas y media de duración.
En su empeño por hacer globos cada vez más grandes, los Montgolfier construyeron un globo gigante de 200.000 m 3. Uno de los globos más grandes de la historia. Fue conducido por el propio Joseph Montgolfier, pero sólo duró 20 minutos, ya que un desgarro en la tela le hizo aterrizar antes de lo que esperaba.
En enero de 1785, el francés Jean-Pierre Blanchard y el americano John Jeffries, que partieron de Inglaterra en un globo de hidrógeno y cruzaron por aire el canal manchego, llegaron a Francia. Esta marca le ofreció gran fama a Blanchardi y de Rozier, impasibles por la envidia, que le hizo construir un nuevo globo para viajar de Francia a Inglaterra. El aire caliente y el hidrógeno arrancó de la Franquía de Rozier en enero de 1985 con el nuevo globo que combinaba ambos. Al cabo de unos minutos del vuelo se incendió el globo, donde murió Francis Pilatre de Rozier, el primer hombre que voló en globo y el primero que murió en accidente de globo.
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