Retornos del proyecto genoma humano
2013/12/01 Santisteban Aldama, Aitor - Zientzia Biologikoetan doktorea Iturria: Elhuyar aldizkaria
La crisis ha traído consigo recortes en todos los ámbitos de la sociedad, y vemos constantemente en los medios de comunicación que los principales pilares del “estado del bienestar” (sanidad, educación, condiciones laborales...) se van adelgazar cada viernes, cuando el Consejo de Ministros publica los decretos de la semana. El personal de las instituciones públicas se encuentra en una situación de angustia y angustia para mantener los servicios adecuados, y sus quejas y protestas por parte de los usuarios cubren diariamente las calles.
Pero hay otro pilar social que está sufriendo la gravedad de esta situación, pero que no aparece tanto en los medios de comunicación: la ciencia, o mejor dicho, la investigación. Sobre todo a nivel estatal, los recortes de financiación en las principales instituciones de investigación han puesto en cuestión su sostenibilidad. El ejemplo más conocido es probablemente el CSIC: Ha tenido que hacer frente a una reducción de 500 millones de euros desde 2010, y en este momento no está claro cómo llegará a finales de este año. A nivel global, y con los datos de abril de este año, la inversión en investigación científica en España ha disminuido un 39% desde 2009.
Según los científicos, estos recortes ponen en peligro el futuro de la ciencia en España, ya que las investigaciones no se pueden interrumpir ahora y después de unos años seguir con ellas, a partir del punto que quedó; en la mayoría de los casos hay que empezar de cero para volver a los niveles alcanzados en las últimas décadas. Y los científicos creen que sin ciencia no hay futuro; sin él, para conseguir la innovación y el desarrollo de otros ámbitos de la sociedad, tenemos que comprar conocimiento y tecnología desde fuera.
Para ver la verdad sobre la relación entre la inversión en ciencia y la obtención de beneficios económicos, voy a tomar un ejemplo que se ha convertido en un hito en los últimos años, por un lado, en un avance espectacular en el mundo de la ciencia y, por otro, porque ya está dando grandes retornos en la economía, a pesar de que los beneficios más importantes llegarán en los próximos años.
Proyecto Genoma Humano (GGP)
El Proyecto de Genoma Humano fue un trabajo de 13 años que comenzó en 1990 y finalizó oficialmente en 2003 con la detección y publicación de entre 20.000 y 25.000 genes. Entre sus objetivos se encontraban encontrar una secuencia completa de 3.000 millones de subunidades o bases y analizar los problemas legales y éticos planteados.
El proyecto fue coordinado por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) y los Institutos de Salud (NIH), y más tarde se reunió el británico Wellcome Trust, al que se sumaron diversas naciones: Japón, Francia, Alemania, China, etc.
La secuenciación del genoma humano es el mayor trabajo realizado en la historia de la ciencia biológica y ha quedado como un hito entre los logros científicos. Para entender el porqué de esto, vamos a dar algunos datos: Fue un proyecto internacional dirigido por Estados Unidos, con un programa privado complementario, que se desarrolló en un corto plazo de 13 años, para lo que fue necesario desarrollar una tecnología avanzada y formar un equipo multidisciplinar: biólogos, químicos, físicos, informáticos, matemáticos e ingenieros.
En la actualidad, los científicos utilizan el genoma como referencia secuenciada, su estructura y otros datos extraídos de GGP son la base para lograr avances esenciales en medicina y ciencia, con el objetivo de prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades humanas.
Este conocimiento, centrado en modelos humanos y organismos, va más allá de la biomedicina, es una "revolución genómica" y sus efectos van a ser múltiples: las energías renovables, la biotecnología industrial, la ciencia veterinaria, la ciencia ambiental, la medicina forense y la seguridad pública, y entre las disciplinas, zoología, ecología, antropología...
Conclusiones generales
1. Los efectos económicos y funcionales de la secuenciación del genoma humano son enormes y están ampliamente extendidos. Los proyectos de secuenciación del genoma humano entre 1988 y 2012, y los impactos generados por las investigaciones y actividades industriales directas e indirectas relacionadas con el mismo, fueron los siguientes: 965 mil millones de dólares de impacto económico, 293 mil de ingresos salariales y 4,3 millones de años de trabajo.
2. El Gobierno federal invirtió directamente en el GGP 3,8 mil millones de dólares hasta su finalización en 2003, y más tarde 9,1 mil millones hasta 2012. Esta inversión generó un resultado económico de 796 mil millones de dólares hasta 2010, con un retorno de la relación 178/1, es decir, cada dólar de la inversión ha generado en la economía 178.
3. En términos anuales, la industria genómica generó en 2010 un ingreso económico de 3,7 mil millones de euros y 3,9 mil millones de dólares en 2012; y desde el punto de vista tributario --federales y locales- se recaudaron 2,3 mil millones en 2010 y 2,1 mil millones en 2012. Tomando estas cifras, se observa que los retornos de un año equivalen a la inversión total del PNB de 13 años, mientras que analizando el período 1988-2012, con una inversión anual de 2 dólares por habitante en EE.UU., se obtiene un billón de dólares.
4º Pero no ha hecho más que empezar. Los mejores beneficios a gran escala en medicina humana, agricultura, energía y medio ambiente están por llegar.
5. Podríamos decir que el PDR es la inversión de mayor impacto en la ciencia actual y la base para el progreso de las ciencias biológicas.
Efectos funcionales del PDR
Pero a pesar de los enormes efectos económicos del GGP, no es lo más importante, ya que el objetivo principal era mejorar el conocimiento de nuestra biología, salud y bienestar. El proyecto se organizó con el objetivo de esclarecer los procesos moleculares básicos que rigen la vida, así como el avance del conocimiento y la tecnología genómica en otras áreas.
La difusión del conocimiento biológico básico que ha generado el uso de estas herramientas, tecnologías y técnicas ha sido enorme y ha provocado un cambio de paradigma científico, es decir, el GGP ha cambiado la forma en que los científicos entienden la biología.
Hay otra función a destacar. A medida que iba aclarando la secuencia del ADN, se publicaba diariamente a través de Internet para poder utilizar los datos de forma inmediata. Debido a la utilidad de esta información genómica, la identificación de los mecanismos de las enfermedades, los diagnósticos de enfermedades y desequilibrios genéticos, la clarificación de los recorridos metabólicos y de los elementos biológicos que intervienen en las enfermedades complejas, así como la detección de diana específica para los medicamentos, han sufrido una transformación radical. Asimismo, la clarificación de toda la secuencia del ADN humano ha supuesto mejoras en la biomedicina, como la terapia genética, el desarrollo de vacunas, la medicina regenerativa, las terapias con células madre y la compatibilidad de los órganos y tejidos entre donantes y receptores.
Sin embargo, además de ampliar los aspectos médicos habituales, la secuenciación del ADN ha generado nuevos campos --como la farmacogenómica y el diagnóstico personalizado- con el objetivo de localizar medicamentos y ajustar las dosis terapéuticas correspondientes al perfil genético del paciente, aumentando la eficacia y reduciendo los efectos secundarios adversos. Ya se ha utilizado en el tratamiento de algunos tipos de cáncer y veremos la farmacogenómica XXI. La revolución del siglo XX en la práctica médica.
Biotecnología en el País Vasco
Diez años después de la publicación del Plan Biobask 2010, el sector de la biotecnología ha crecido y consolidado entre los sectores económicos vascos. Este plan también subraya que los usos derivados de la genómica tendrán enormes consecuencias económicas y sociales. La Comunidad Autónoma del País Vasco contaba en 2003 con 24 empresas que empleaban procesos biotecnológicos, con el objetivo de crear 40 nuevas empresas con una plantilla media de 100 trabajadores. Según datos del EUSTAT, en 2011 había 63 bioempresas con una plantilla media de 41 trabajadores. El gasto en I+D en este sector ha variado año tras año hasta los 86 millones de euros en 2011.
En lo que respecta al sector público, viendo que en este siglo se iba a producir la convergencia de las diferentes ciencias, en 2002 el Gobierno Vasco abrió los Centros de Investigación Cooperativa (CIC en sus siglas en inglés), donde se reúnen las entidades públicas y privadas dedicadas a la investigación, tanto vascas como extranjeras. Actualmente existen dos centros que trabajan la biotecnología: CIC Biogune, de biociencias, y CIC Biomagune, de biomateriales, con cerca de 250 investigadores de 17 países diferentes, que en el periodo 2002-2011 gestionaron unos ingresos de explotación de 160 millones de euros.
El sector de la biotecnología vasca es joven y todavía pequeño en comparación con otros sectores. Por ejemplo, el sector de las tecnologías de la información y la comunicación, es decir, el sector TIC, cuenta con 2.055 empresas y 22.000 trabajadores, lo que representa el 3,2% del PIB de la CAPV. Habrá que ver cómo afecta el golpe de crisis al sector. Por un lado, habrá que ver si se reducirá la financiación pública que será posible mantener el nivel de los centros CIC y, por otro, en el caso de las empresas, las que no tengan una estructura propia suficientemente sólida y que requieran subvenciones públicas o financiación externa.
Hasta hace poco se necesitaban largos plazos para detectar retornos de la ciencia, desde que el año o la década surgiera un nuevo concepto hasta que sus usos prácticos estuvieran disponibles. A medida que los plazos se acortan, cada vez es más evidente que la ciencia y la investigación son herramientas básicas para construir el futuro de un pueblo.
La importancia intrínseca de la ciencia
Sin embargo, los principales retornos sociales de la investigación no son aquellos que generan beneficios económicos a corto o largo plazo. Muchas veces es imposible saber de antemano qué problemas va a solucionar la ciencia. Por ejemplo, cuando en 1928 el físico Paul Dirac propuso la existencia de la positrón, nadie pensó que hoy en día sería posible, gracias a la tomografía por emisión de positrones, tomar imágenes tridimensionales de algunos procesos que tienen lugar en el cuerpo. Pedro Miguel Etxenike afirmó que "una sociedad bien formada en ciencia es más libre para tomar decisiones; además, para obtener beneficios económicos es necesario un desarrollo armónico y sostenible de lo básico y lo aplicado".
Bibliografía
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