Verrugas
1995/02/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria
Las verritas son uno de los problemas dermatológicos más frecuentes y se puede decir que casi nadie se libra de tener una verrita en algún momento de su vida. Hay más de treinta varitas diferentes, cada una de ellas producidas por un tipo diferente de virus, todas ellas específicas para el ser humano. Los animales tienen sus propias verritas, pero no pueden contagiar a los animales ni viceversa.
¿Y cuál es la razón por la que este problema dermatológico aumenta así? Facilidad extrema de contagio a través de pequeñas heridas cutáneas. Pero no hay razón para preocuparse. Casi todas las verrugas son benignas, aunque un pequeño porcentaje puede convertirse en cáncer. Pero siempre son canceres o cánceres no invasivos que pueden curarse.
Tras la infección de la piel por el virus, las células infectadas se reproducen muy rápidamente. Se acumulan en una zona o momento determinado y cuando “engrosan” o “engordan” esa zona se crea una verrita. Pueden oscilar entre 2 y 2 cm. de tamaño y suelen aparecer principalmente en partes del cuerpo con riesgo de infección: manos, pies, piernas y cara.
Por su palidez, y por su estética, tan molestas, la “sabiduría” del pueblo ha propuesto numerosos remedios para erradicar las verrugas, pero ninguna de ellas es científicamente demostrable. No hay que olvidar, sin embargo, que las verritas son originadas por un virus, como la gripe, y al igual que ocurre con ésta, sin ningún tratamiento, al final se curan.
Esto quedó claramente demostrado hace unos años cuando un grupo de dermatólogos los estudiaron aplicando un tratamiento diferenciado a cada uno de los cuatro grupos de personas con verrugas. Algunos acudieron a un curandero, a otros se les dio un placebo (sustancia que no tiene ningún efecto en el tratamiento, aunque el paciente no lo sepa), los del grupo tercero no tenían tratamiento y el cuarto se trató médicamente. Los resultados fueron muy claros: los tres primeros equipos se curaron en el mismo tiempo; el cuarto grupo se curó antes.
Esto significa que dos de cada tres personas con verrugas perderán sin tratamiento alguno en unos años. Además, de otro tercio restante, más de la mitad se curará espontáneamente al cabo de un par de años.
¿Qué puede hacer esa persona que por sí misma, sin tratamistas, sigue con las verritas? Puede acudir al médico si por su ubicación la verruga le molesta, o si por su tamaño y lugar no son muy estéticas y por eso se quiere erradicar.
Existen muchos métodos para eliminar verrugas, pero algunos de ellos, como el uso de sustancias cáusticas, apenas se han propuesto en la actualidad. Más extendido es el uso del Duofil, una sustancia apta para la piel, que tras un tratamiento de una semana a tres semanas desaparece. Otro método es el uso de nitrógeno líquido, ya que los efectos son más rápidos. El nitrógeno se aplica sobre la viguilla, no produce ningún daño, y por efecto del nitrógeno una zona se congela, hasta que la verrita se seca.
En los tipos habituales de verruga se encuentran:
- Verruga común. De color carne, la piel es bastante arrugada y es la de mayor tamaño. Puede aparecer a cualquier edad, pero se ve principalmente a la infancia, sobre todo en las manos. No produce dolor y puede llegar a desaparecer sin tratamiento.
- Verruga de Oinzola. Son redondas de piel rugosa y suelen aparecer en la base y en los dedos de los pies. La piel que cubre la verruga es muy dura y a menudo se puede confundir con la calleja. Son sensibles a la presión y al apoyarse el pie sobre el suelo (es decir al caminar) aparece dolor. Pueden desaparecer en unos meses, pero normalmente no desaparecen sin tratamiento médico o quirúrgico adecuado.
- Plano Garatxo (planos). Suelen ser muy pequeños, lisos y carnes. Suelen aparecer en niños o adolescentes, principalmente en la cara, cuello, muñeca y rodillas. Normalmente aparecen en grupos a lo largo de toda la longitud de una grieta o herida por la que entró el virus. Muchas veces se mezclan con la peca o el verde. Aunque pueden desaparecer de forma espontánea, este tipo de verruga es muy asediante al tratamiento.Pueden variar entre 2 y 2 cm. de tamaño y suelen aparecer principalmente en partes del cuerpo con riesgo de infección, es decir, en manos, pies, piernas y cara.
- Verrugas filiformes, filiformes. Son verrugas blandas, finas y con punto y extremo duro. Suelen aparecer en la cara, cuello, mentón o párpados, agrupados en solitario o en grupo. Si no se tocan suelen desaparecer espontáneamente, pero por aparecer en los lugares en los que aparecen habitualmente se tratan, sobre todo mediante extirpación quirúrgica.
- Verrugas anogenitales o papilomas puntiagudos. Estas verrugas especiales que aparecen en adultos son como coliflor, crecen muy rápido y suelen ser capturadas por relaciones sexuales (aunque no siempre). Pueden desaparecer espontáneamente, pero también es posible reinfectarse y la forma o vía más segura es acudir al médico para que éste evalúe el problema y el tratamiento más adecuado. Normalmente se coloca una sustancia sobre la verruga, se deja secar y se retira seis horas después. Este procedimiento se repite cada 10-15 días hasta conseguir la desaparición de la verruga. En algunos casos puede ser necesario utilizar otros métodos (extracción quirúrgica, electrocoagulación o crioterapia).
- Verrugas de uñas. Se observan en niños y adolescentes alrededor de las uñas, también bajo las uñas, en los dedos de las manos y los pies. El tratamiento suele ser generalmente una extracción quirúrgica.
- Garitas seborreicas. A diferencia de las verritas restantes, estas “verritas” de la vejez son sólo acumulaciones de queratina por el envejecimiento de las distintas estructuras cutáneas; manchas de color oscuro o negro. Por lo tanto, no tienen nada que ver con los virus. Estos tumores benignos no son contagiosos pero no desaparecen espontáneamente.
Gai honi buruzko eduki gehiago
Elhuyarrek garatutako teknologia